Casey
Miré los libros que me dio Andy para mi cumpleaños y sonreí, ella había dejado mensajes por todas las páginas y aunque no era una gran fan de John Green me encantaba su regalo.
- Hermanita. - Miré a mi hermano. - ¿Puedo pasar?, sólo serán unos minutos, tengo que irme a la escuela.
- Claro.
- ¿Cómo van las cosas con Andrea?
- Van bien. - Miré mis zapatos. - Ella es increíble y no ha presionado nada, aunque eso esta bien a veces me molesta. - Él rió y yo lo miré. - ¿Esta bien?
- Claro, ella te gusta.
- Si, lo hace. - Sonreí bajando la mirada.
- ¿Tori lo sabe?
- No lo ha preguntado. - Escuché como suspiró fuertemente.
- Hay cosas que no necesitan que lo pregunten para que tu lo digas, ella también es una buena chica y creó que merece saberlo. - Yo asentí.
- Bueno, se lo diré.
- Y por favor, no seas tan torpe para perderla como tutora. - Yo volví a asentir. - Me tengo que ir. - Él miró su reloj antes de irse a la puerta pero se detuvo en el marco. - Hey, te quiero.
- Y yo a ti. - Sonreí.
No paso mucho cuando la casa estaba en completo silencio y eso solo me indicaba que estaba sola en casa. Miré mi teléfono y esta mañana no tenía ningún mensaje de Andrea, que extraño. Tocaron la puerta principal y me apresuré a ir a abrir, ahí estaba con una gran sonrisa Tori.
- Buenos días, pequeña.
- Soy más alta que tú. - La dejé pasar y ella tenía una sonrisa juguetona en su cara.
- Es porque somos la pareja perfecta. - Yo bajé la mirada algo nerviosa, Gregor tenía razón. - Al menos lo seremos algún dia.
- Tori, yo... creo que deberíamos empezar la clase. - Ella asintió antes de irse a la sala, quizás luego se lo diga.
Las clases de Tori eran bastante divertidas, Greg siempre decía que Tori debería enseñarle también pero no siempre se llevan bien y eso crea grandes conflictos. Cuando habían pasado dos horas el timbre volvió a sonar, era raro porque normalmente no venía nadie.
- ¿Quieres que vaya yo? - Negué antes de levantarme.
Al abrir me quede algo sorprendida ante la imagen de la chica que lloraba pero trataba de mantener una sonrisa mordiéndose el labio.
- Andy.
- ¿Soy inoportuna? - Yo negué y la dejé pasar.
- Esperame en mi habitación, ¿Quieres algo de comer o beber? - Ella negó antes de subir, miré hacía la sala y Tori me observaba.
- ¿Quieres que te ayude?
- Puedo hacerlo sola, creo que tendremos que dejar esto hasta aquí. - Tori asintió recogiendo sus cosas.
- Ustedes se ven algo unidas. - Murmuró mientras se acercaba a la puerta.
- Nosotras... si, lo estamos. - Tori beso mi mejilla antes de irse y yo subí rápidamente a mi habitación. - Andrea. - Ella no apartó su mirada de la pared. - ¿Qué pasa?
- Necesitaba escapar de la realidad.
- Esta también es la realidad. - Ella me miró antes de darme una sonrisa vacía.
- Corrección, necesitaba escapar de mi realidad.
- ¿Por qué lo dices? - Me senté a su lado en mi cama y ella se quedó observandome.
- ¿Te he dicho lo linda que eres?
- Si, lo que no me has dicho es lo que pasa.
- ¿Puedes guardar un secreto sin tenerme lastima? - Ella estiró su meñique y recordé a mi hermano e hice lo que me enseñó cuando era una niña.
- Si.
- Estoy con el periodo. - Yo la miré pensando que podía ser una broma pero se veía muy seria.
- ¿Eso te tiene así?
-Es que esta mañana mientras iba a la cafetería antes de irme a la escuela me di cuenta lo gorda que estaba pero me encanta la comida y luego pensé en los niños que no tienen alimentos en sus hogares mientras yo como de más...
- Hey, primero pareces tener un gran desorden hormonal. - Ella me dio un golpe en el brazo y yo sólo me queje en silencio. - Segundo, no estas gorda, te ves perfecta ante mis ojos y tercero, el hambre en el mundo no se terminará porque tu sigas comiendo.
- Eres tan lista. - Ella me atrajo en un abrazo que me dejo prácticamente sobre ella. - Me gustas.
- Tú también me gustas. - Murmuré.
- Creo que estoy cayendo por ti.
- Sólo tú utilizas metáforas que no entiendo. - La miré a sus ojos.
- Solo tú no entiendes que creo que me estoy enamorando de ti.
ČTEŠ
Sólo tú
TeenfikceCasey nació con el síndrome de Asperger, creció bajo el manto de su madre y clases en casa. Nunca pudo socializar mucho y definitivamente Andrea lo notó. A diferencia de Casey, Andrea ha tenido una vida normal a pesar de los conflictos con sus padr...