Capítulo N° 18 | parte 3

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—¿No son las seis de la mañana? —inquirió Erica al oído de Chris.

—Christopher, Princesita, acérquense —dijo Gretchen y dejó el cepillo sobre el tocador.

Ambos se acercaron a ella, quien giró en su silla y se cruzó de piernas para poder verlos.

—¿Tenés las fotos? —preguntó al mirar a Erica.

—Sí, están en mi mail, no las tengo en la galería —explicó y tomó su teléfono del bolso para poder buscar las fotos—. ¿Debo mostrarte y decirte lo que vi, frente a ellos?

—Sí.

Erica tragó saliva y miró de reojo al Loco, no parecía estar prestándole atención a ella, más bien se veía más interesado en disfrutar su cigarrillo.

—Julio estaba junto a dos japoneses, la mujer no se separaba de él ni un instante, el hombre fue quien me interrogó —dijo y apretó sus labios—. Habían gente con trajes grises y máscaras blancas con una lágrima roja bajo el ojo. Piero se encontraba allí, también una barrendera, y hablaban de un posible ataque a vos.

Gretchen la miró con seriedad y luego dirigió su mirada hacia el Loco, quien de repente había mostrado mucho interés en la conversación.

—¿Cómo era la japonesa? —preguntó él con su ronca voz.

—Pequeña, no era muy alta. Delgada, de rostro ovalado y cabello largo y negro. Tenía cara de que podría haberme arrancado la columna sin dudar —dijo Erica al torser sus labios.

—Es la shinigami, schlampe —dijo el Loco mirando a Gretchen.

El rostro de él se veía extrañamente preocupado, pero el de Gretchen se había convertido en pánico.

—Wolff, ¿seguís teniendo el número de la lesbiana esa? —dijo Gretchen y se puso de pie casi con desesperación.

Él frunció el ceño.

—¿A quién te referís?

—La rusa esa, la lesbiana.

El Loco apretó los labios con molestia antes de responder:

—Su nombre es Svetlana Sergeévna Kolzova —dijo con una falsa sonrisa—. Y sí, sí lo tengo.

—Llamala, que venga.

Mientras que el Loco insultaba en alemán por lo bajo para llamar a Sveta, Gretchen continuó haciendo preguntas.

—Explicame por qué debería importarme que hubiese una barrendera ahí —dijo con sus ojos oscuros clavados en los de Erica.

—Los barrenderos son neutrales, no se meten en los problemas de D.E.A.T.H. —explicó ella—, que una estuviera ahí siendo el dueño Julio, en su cumpleaños y en una reunión con planes de ataque, me parece algo digno de analizar.

—Christopher —Lo miró fijo—, tu misión era observar la seguridad, ya me pasó el parte Martín. ¿Tenés algo para agregar?

—Sí, que estaba la enfermera, Noelia, allí con unos asesinos y era quien manejaba la seguridad —dijo él.

Erica lo miró con sorpresa, porque él no le había contado nada al respecto.

—¡Te lo dije! —acotó el Loco luego de colgar la llamada—. ¡Te dije que esa perra estaba con Piero! Te dije hace muchos años que te deshicieras de ella.

—Explíquenme otra cosa mientras llega la rusa esa —Los miró a ambos con esa mirada fría e impasible—. ¿Por qué, si debían estar separados y no cruzarse, terminaron juntos en un hotel?

Mörder [ COMPLETA ]Where stories live. Discover now