Experimento fallido (Feliz noche buena)

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[Aclaraciones: Bien, esta creepypasta zodiacal es una adaptación de una verdadera creepy, pero OJO la original también es mía, es decir, yo la escribí y tiene mi autoría.

Para explicarme dejaré algunos datos antes de comenzar y haré lo mismo con cada creepy.

Creepypasta original: Varielle, experimento fallido.

Adaptación: Experimento fallido, Cáncer la Inocente.

Apariencia: de Varielle y Cáncer son las mismas [multimedia]

Ya saben, música para dar ambiente en multimedia.Ahora sí, disfruten]

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La mente humana es muy curiosa tanto que hace lo que no debería ante los ojos de la sociedad. Los patrones que se siguen, usualmente, son tan predecibles en cada uno de nosotros, pero ahí erradica el problema, no todos somos iguales.

Tú puedes pensar que el matar está mal. Que los locos son solo eso, locos. Que un anti–social es un extraño para tu raro mundo lleno de felicidad. Pero te equivocas plenamente, nosotros somos los que vemos la realidad de las cosas, lo que en serio se debe hacer, lo que todos temen y está mal en su pequeña y jodida realidad.

Debes aprender, que la oscuridad, a veces te llega a dominar..............

Era una chica común y corriente, o por lo menos eso era lo que aparentaba. Aún recuerdo ese triste día, cuando me transformé en lo que soy ahora.

Era tan pequeña, tan ilusa, confundida y perdida entre todos esos adultos inmorales y grotescos, también recuerdo a ese hombre....era alto y tenía una mirada indescifrable, aparte, en su mano izquierda, llevaba un bulto que parecía ser un pequeño niño.

Me tendió su mano y sonrió esperando que aceptase ir con él.

Y no lo dudé, yo quería una familia, alguien que me brinde su cariño y ese hombre aparentaba querer regalarme un poco. Y ya no me importaba nada, tomé su mano y sonreí levemente, después de todo, yo solo era una huérfana a quien ofrecieron una oportunidad para convertirse en algo.....

Apenas cumplía con 9 años el primer día que estuve en ese lugar o como el hombre lo llamaba: ¨Sala de experimentos¨

Entré sonriente, con mis ilusiones a flote, esperando algo que me llamara la atención, pero lo que me encontré fue demasiado para una mente infantil y traviesa; partes humanas usadas como utensilios básicos, huesos modificados para asemejarse a lápices y sillas, corneas de varios colores remplazando a lámparas y litros, litros de una sustancia azulada mezclada con el rojo de la sangre dentro de contenedores y hasta por el piso. No faltaban probetas y líquidos de varios colores con humo denso saliendo de ellos, jeringas muy grandes y objetos punzantes en estantes o sobre bandejas.

Lo segundo que pude asimilar fue el destrozado cuerpo de otro niño suplicante de misericordia, mi estómago se revolvió y vomité cerca de un bulto extraño, cuando logré distinguirlo llevé mis manos a mi boca ahogando un grito, un bebé putrefacto e incompleto estaba sobre miles de agujas chorreantes de una sustancia de color negro.

Chillé con pánico en mi interior, no lograba asimilar lo último, cuando me decidí a salir de ese infierno era demasiado tarde, el hombre me miró sonriendo retorcidamente mientras en su mano sostenía una jeringa.

12 Signos [Sin completar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora