Quédate Conmigo. (Segunda temporada de: Quiero que Regreses)

Capitulo 9

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Caminaba por los pasillos del hospital con mi bolso en mano y tía Cass a mi lado, ella fue muy amable al ir a recogerme, aún me encontraba muy débil pero el doctor creyo que sería más cómodo descansar en mi propia casa. Sin embargo, se formó un alboroto en la sala de espera qué nos puso nerviosas a las dos, casi nunca había ruido en ese lugar y qué la gente gritará y corriera por todos lados era muy extraño; seguimos caminando hasta llegar dónde nos encontramos unos robots en la sala, casi idénticos a Baymax, o al menos a su traje, eran de color negro, y sus ojos destellaban un color rojo intenso, como el robot cuándo no tenía su chip de enfemero. Me alarmé cuándo uno de ellos apunto a un niño, el puño de esté se abrió y de ahí salieron unos pequeños misiles que empezaron a disparar al azar, yo sin pensarlo dos veces solté mi bolso y me lancé al niño, lo sujeté entre mis brazos y caimos al piso, los demás se agacharon incluyendo a la tía Cass. El pequeño me abrazaba con mucha fuerza, asustado y aterrado, me dijo entre lágrimas. 

-Gracias. 

-¿Estás herido? -Le pregunté, revisandolo con cuidado.- 

Él negó con la cabeza y le sonreí. La tía Cass me señaló a los robots que destruían toda cosa en la sala mientras los ciudadanos corrían a esconderse, yo cargué al chico como pude pues como dije antes, seguía débil, pero no me importaba, me levanté y fui corriendo nuevamente a dónde era mi habitación junto a la tía Cass, pero los robots eran tan ágiles qué en poco tiempo nos lograron alcanzar, empujé a Cass hacía la pared y nos pegamos a ella cuándo la copia barata de Baymax lanzó su puño y explotó gran parte del piso 2. Comenzamos a correr nuevamente ahora con dos copias persiguiendonos, cuándo pudimos llegar a las escaleras Baymax entró por la ventana. 

-¡____, Tía Cass! -Nos llamó Hiro.- ¡Suban! 

Obedecimos a Hiro y nos subimos a la espalda de Baymax como pudimos, las chicas nos hicieron espacio y emprendimos vuelo antes de qué los robots dispararán contra nosotros. Ya lejos del hospital, vimos como la ciudad se prendía en llamas causados por los robots, a su vez, divise desde el cielo, 6 personas con máscaras kabuki de diferentes modelos, quedé impactada por tal escena pues destruían todo a su paso. Miré a Hiro confundida y él sólo desvio la mirada a otro lado, los chicos por su parte, miraban con horror aquella "guerra" que se efectuaba en la gran ciudad San Fransokyo. 

-¿No van a hacer nada? -Dije rompiendo el silencio.- 

-No sabemos que hacer, están esos robots, que cuando destruimos más, aparecen como si nada. Y están esos sujetos extraños que dicen ser los vengadores, qué tienen artefactos que robaron de la universidad, creados por los chicos nuevos. -Decía Gogo.- 

-Por ahora sólo debemos buscar refugio. -Respondió Hiro seriamente.- 

-¿Que pasará con los fallecidos? ¿Y. . . y la ciudad? ¿Planean dejarla así? -Me exalté un poco, alzando la voz.- 

-¡No tenemos más opción! ¡Debemos huir de San Fransokyo, no somos rivales para ellos! -Hiro de igual manera se exaltó.- 

-¿Huir? ¿A dónde irán? -La tía Cass preguntaba nerviosa.- ¡La navidad es dentro de 6 días, no pueden irse! 

-No será una gran navidad con tanta cosa, señorita Cass, probablemente todo ya esté destruido para ese día. -Dijo Honey sin muchos ánimos.- 

-¡Iré con ustedes entonces!

-No, tú te quedarás aquí Tía Cass, y nos mantendras informados de cualquier detalle ya sea grande o pequeño, correrás peligro con nosotros. -Le decía Hiro, tratando de aguantar la presión.- 

Baymax descendió hasta el Lucky Cat Café, dónde estaba Carl en la puerta esperando la llegada, la tía Cass se bajó de la espalda de Baymax y corrió hacía él a abrazarlo, el niño qué había salvado, se fue con ellos, le besé la frente y se lo dí a Carl, él cuál hacía preguntas como loco, Wasabi les dijo qué se escondieran en el sótano y que por nada del mundo salieran, Gogo les dejo su teléfono celular para que pudieran comunicarse y Hiro, solamente se despidió sin mucho ajetreo pues de seguro ya vendrían a buscarnos, sin más espera Baymax despegó hacía la salida de la ciudad, dejando a Carl, Cass y el niño en la ciudad qué estaba siendo destruida por desconocidos. 

Ya cerca de la salida, Honey rompió en llanto, Wasabi la abrazó mientras qué Gogo y Fred miraban con pena a la rubia, yo tragué sáliva y me mordí el labio, no comprendía que sucedía, pero lo qué si sabia era qué si no haciamos algo, probablemente acabariamos muy mal. Hiro miraba hacía el horizonte tipo ido, sus ojos marrones se encontraban vacios, sin ningún brillo, solamente observaban y ya, sin rumbo. Recordé qué mi abuela vivía a tan solo unas horas de la ciudad y lo mejor seria ir a escondernos allá. 

-Vamos a dónde mi abuela, Hiro. -Apoyé mi mano en su hombro, el sólo asintió.-

-Queda un poco lejos, pero es lo más seguro. 

-Dime, ¿vamos a volver? -Le pregunté, me asustaba su respuesta.- 

-Te quiero a salvo, sólo eso voy a decir. 

Abrí mis ojos como platos, ¿todo esto había sido causado por mí? ¿San Fransokyo estaba siendo destruida, sólo por mi culpa? 

Maldita sea. 

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De verdad, si tienen alguna inquietud, alguna queja o una critica construtiva les pido que me la dejen en los comentarios y me la hagan saber, sé que he preguntado mil veces si les gusta como va esta segunda temporada pero realmente me siento algo rara puesto que no sé. .  . tengo muchas ideas para esté fanfic pero como ya dije esté fanfic tiene pinta de que va a ser largo. Sin embargo si decido dejarlo corto se los diré. 

Esté capi es corto, (creo) puesto que para mañana haré el capi de navidad aunque será. . .  mmmm, triste. xD pensaba hacerlo hoy pero estoy como qué tipo FAIL de tiempo y bueh, les deseo unas felices fiestas a todas mis seguidoras y qué la pasen súper bien, que reciban muchos regalos (ojalá Santa me traiga un Hiro e_e) pero bueh, yo pedí un Baymax aunque estoy bien grande para pedir xD sin embargo lo voy a esperar e_e ¡Feliz noche buena y una feliz navidad a todas! Muchas gracias por estar conmigo en está historia y al apoyarme en esto pues sin ustedes está historia no estaría publicada y mi primera novela no seria un éxito. MUCHISIMAS GRACIAS. 

Sin más, me despido. 

"Amar a Hiro Hamada debería ser una religión"