Capitulo 1

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Capitulo 1.

La tienda de mascotas "Magic Pet" se encontraba casi llena el día sábado.

El gran letrero con el nombre se alzaba frente a los azules ojos de Louis Tomlinson. Éste, con el labio entre sus dientes, aún dudaba acerca de entrar.
Su mente aún estaba debatiéndose entre entrar y cumplir su propósito, o dar media vuelta y volver a su departamento. 

Después de pensarlo durante varios minutos, para después soltar un largo suspiro, el ojiazul entró a la tienda. Inmediatamente, el típico olor de animal que existe en ese tipo de tiendas se hizo presente, provocando que el chico arrugara la nariz en disgusto. Se abrió paso entre todas las personas que se encontraban ahí, y se dirigió hacia el mostrador, donde una chica rubia se encontraba mirando hacia su celular. Ésta, al notar la presencia de Louis, alzó la vista y rápidamente le dirigió una ya muy practicada sonrisa profesional.

—Bienvenido a Magic Pet, mi nombre es Rachel, ¿en que le puedo ayudar?—le preguntó la chica al castaño.

—Si, emm... Verá...—Murmuró Louis en respuesta, tratando de recordar las palabras clave que le habían dado en la página web de la tienda—estoy aquí por mi hurón, lo trajé aquí hace una semana para que lo revisarán. 

—Permítame—contestó Rachel, dándole un guiño, mientras leía algo en su computadora por unos minutos. Louis bajó la mirada hacia sus gastados tenis y comenzó a dar pequeñas patadas al aire —Tú debes ser Louis Tomlinson, ¿verdad?

Después de un asentimiento con la cabeza por parte del ojiazul, la rubia salió del mostrador y, tras dirigirle a Louis un "sígueme", se dirigió rápidamente hacia una puerta blanca con unas pequeñas orejas de perro dibujadas en ella.

Louis siguió a Rachel a lo largo de un pasillo no muy iluminado, hasta que quedaron justo en medio de dos puertas, una con la palabra "hembra", y una con la palabra "macho".

—¿Niño o niña?—habló Rachel, haciendo que Louis lo pensara por dos segundos.

—Niño.

—Tenemos desde los trece hasta los dieciocho años, así que puedes decirnos una edad especifica o...

—No—interrumpió Louis —No busco edad específica.

—Bien, entonces escucha—Explicó la empleada —tienes que entrar ahí para escoger a uno, ¿de acuerdo? Tienes veinte minutos. Si te llama la atención alguno, solo vuelves y me dices quien, ¿bien?

Louis asintió por segunda vez en el día y, tomando un largo respiro, se dirigió a la puerta con la palabra "macho" y la abrió.

Al principio, Louis se quedó sin aliento ante la vista.

Era una habitación grande, pintada con un lindo tono verde pastel. En una de las cuatro paredes se encontraba un gran árbol pintado, y alrededor de este muchas manitas, como si niños pequeños hubieran sumergido sus manos en pintura y luego las hubieran puesto ahí, plasmando sus huellas. En la pared opuesta había un mueble con ganchitos, los cuales tenían correas de diferentes colores y palabras que Louis no alcanzaba a leer. Las demás paredes estaban solo pintadas del verde ya mencionado.

Alrededor de toda la habitación había todo tipo de juguetes, desde peluches hasta robots de plástico, además de computadoras y algunos instrumentos musicales. Mesas esparcidas en todo el cuarto con sillas amarillas. Pero eso no fue lo que más llamó la atención de Louis.

Desde niños hasta adolescentes se encontraban en toda la habitación. Lo interesante de todo esto es que todos tenían orejas de varias especies de animales en lugar de las de humano; y por supuesto, una cola.

Justo como Rachel le había dicho, Louis miró alrededor tratando de buscar un híbrido que le llamara la atención. Incluso se acercó a algunos y trató de conversar con ellos. Unos le correspondían hablando con el de temas triviales, otros lo ignoraban completamente, como si estuvieran acostumbrados a la presencia de extraños (lo cual era posible). 

Y luego estaban los más pequeños, los cuales no sabían hablar. Se limitaban a soltar maullidos y una que otra palabra, pero aún así Louis no los comprendía. Un trabajador, que al parecer se encargaba de cuidarlos, se acercó al ver la cara de confusión del chico, y le explicó que, debido a los genes y dependiendo de la especie, algunos híbridos aprendían a hablar hasta los dieciséis, e incluso había unas excepciones con híbridos más adultos. 

Después de quince minutos, el chico se dio por vencido al no encontrar a un niño que llamara su atención. Dando un cansado suspiro, se levantó de la pequeña silla en la que se encontraba sentado y comenzó a caminar hacia la puerta. Sin embargo, se detuvo al escuchar una risa que no había escuchado antes (o no había notado).

Se dio vuelta lentamente, tratando de encontrar al dueño de tan hermosa risa. Y fue ahí cuando lo vio.

Un híbrido se encontraba sentado en una sillita mientras jugaba con el pelaje de un pequeño oso de peluche. De vez en cuando maullaba hacia el osito, para luego reír y abrazarlo tiernamente. Louis lo vio detalladamente, prestando atención de más en sus rizos castaños y sus orejas de gato del mismo color que su cabello. No podía tener menos de diecisiete, tal vez dieciocho, lo cual le extrañaba, debido a su actitud infantil. Tras unos segundos en los que siguió observando al niño gato, El ojiazul decidió acercarse y hablar con él.

-Hola- saludo el chico, haciendo que el chico dejara en la mesa su oso para voltearlo a ver, y Louis notó sus brillantes ojos verdes-¿C-como te llamas?

El chico-gato abrazó su oso de peluche mientras inclinaba su cabecita hacia un lado y alzaba un poco sus orejas, como si estuviera procesando lo que Louis decía.

—H-Ha...—El ojiverde presionó aún más el peluche contra su pecho, para después soltar un maullido, provocándole escalofríos a Louis—Hazz.

—¿Hazz?— Repitió el ojiazul desconcertado, preguntándose qué clase de nombre era ese —¿Como estás, Hazz?

En respuesta, el pequeño híbrido volvió a sonreír mostrando sus hoyuelos y dos pares de colmillos pequeños, y comenzó a maullar sin parar mirando directamente a Louis, como si fueran amigos de toda la vida. Louis no entendía como no hablaba a pesar de su edad; sin embargo, era tan tierno y lindo, que solo le bastó un segundo para decidir que ese híbrido era el indicado para irse con él a casa. 

Y eso a Louis le causó tanta felicidad.

***

—Así que, ¿ya decidiste cual?—le preguntó con una sonrisa amable Rachel a Louis una vez que salió de la habitación azul.

—Si—respondió el chico con una pequeña sonrisa dirigiendo su vista a la puerta por la que acababa de salir—quiero al rizado de ojos verdes.

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NECESITO QUE LEAN
Hola!

Si están leyendo esto posiblemente o son nuevos, o les llegó notificación de que se volvió a publicar este capítulo. La razón es simple: este capítulo lo publiqué hace dos o tres años, cuando escribía por escribir y mis pensamientos eran muy diferentes a los que tengo ahora. Así que muchas cosas eran incongruentes o simplemente no me gustaban y me quitaban la motivación a seguir la historia. Ya era momento de cambiar esto así que en eso ando. Y es todo, si siguen aquí y están dispuestos a seguir leyendo, bienvenidos sean. 

SI YA LEÍSTE ANTES, NO ES NECESARIO QUE LEAS ESTO DE ABAJO.

Las actualizaciones serán lentas, trataré de hacerla con toda mi dedicación para que valga la pena la espera. Repito, serán lentas, perdonen si desaparezco cinco años pero esto no es algo a lo que me dedico 24/7, prefiero darles tarde capitulos largos pero muy bien escritos y buena trama antes que diario un capitulo horrible y de solo 100 palabras.

Y no quiero hacerla con mucho drama, quiero hacerla fluffy (ya saben, todo tierno) pero eso no significa que no habrá muajajajaja ahr.
Así que si te gusto dale a la Estrellita y comenta que te parece. Acepto criticas constructivas, no destructivas.

All the Love. <3 (me doy cuenta que todas las escritoras Larries escriben esto. >.<)
Karen fuera! :*

Magic Pet. |L.S| (EN PROCESO DE EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora