Capítulo 64

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Mi Competencia, Mi Amor.

Capítulo 64:

Narra __________:

Valentino saltaba de un lugar a otro, intentando explicar algo. Estaba enojado.

-¡Si tú no me molestas, yo no te voy a molestar! – le gritó a Lorenzo.

-Cálmate, yo simplemente quería ver tu moto – aclaró el mallorquín.

-Mi moto, es igual que la tuya. – bufó el rubio y se perdió en los boxes.

-Es un odioso... -mencionó Jorge, rodando los ojos.

-Bueno, Él siempre ha sido así cuando se trata de su moto. – avisé e intenté marcharme.

Me sujetó del brazo deteniéndome.

-Tu y Yo tenemos cosas que solucionar – recordó quedando frente a mí.

-¡No! – dije en un tono frío.

-No te me resistas... - pidió mientras sujetaba mis dos muñecas.

-Es que... - pensé una mentira - ¡Estoy embarazada! – vacilé zafando de su agarre.

-¿Qué? – preguntó mirando mi estómago.

-Bueno, me enteré esta mañana – continué con mi "pequeña mentira piadosa"

-Pues, no pareces embarazada – habló, preocupado, o así lo captaba yo.

-Pero lo estoy... Si me permites – dije siguiendo a Valentino.

Caminé hasta donde estaba mi rubio amigo y me senté a su lado.

-Espero que Jorge sea tan bueno como aparenta, si no lo mato a golpes – hablé sin mirar mucho a Valen.

Su silencio me incomodó, le presté más atención y noté su tristeza. Estaba callado, más de lo común. Tenía la mirada perdida en un punto invisible en el suelo.

-¿Pasa algo? – pregunté desconcentrada.

-No voy a ser padre – habló sin mirarme.

-¿Eh? – hablé aún más confundida que antes.

-Linda, abortó – dijo esto en un tono frío, estaba dolido y tal vez deprimido.

-¿No te preguntó? – cuestioné un poco furiosa. ¿Cómo se atrevía? ¿Terminar con la vida de otro ser humano sólo porque están en un problema? ¿Dejarse llevar sin pensar bien las cosas? ¿Hacer tremenda cosa sin consultarle a él, el padre?

¡Era la cosa más tonta que podía hacer una mujer en este caso! Ella debía preguntarle a él y estar muy segura de lo que iba a hacer.

-No, ella me dijo que estaba asustada y cansada – me explicó, para luego dejar caer su cabeza en mi hombro.

-No quiero ser injusta, pero es una tonta importante. – hablé calmada, o eso intenté hacer notar. No podía alterarle más las cosas. Acaricié su cabello y jugué una y otra vez con los rizos dorados que se le formaban.

Estuve media hora así con él, disimulando que no veía las lágrimas que caían de sus ojos.

Valentino se marchó y yo lo hice cuando la lluvia caía sobre la ciudad española. La siguiente carrera era en Austin, y debería viajar así que este era el momento perfecto para preparar mi maleta.

Entré a mi casa y me quité la chaqueta mojada, al igual que a mis botas las dejé en el cesto de ropa sucia, fui hasta el living y Marc en el sillón casi me mata del susto. Di un brinco y luego llevé mi mano a mi cabeza intentando recuperar la calma.

Mi Competencia,Mi Amor|Marc Márquez y Tu|En Edición|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora