Capítulo 50

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Mi Competencia, Mi Amor.

Capítulo 50: (OMG YA Llegamos al 50 *-*)

Narra _________:

Marc me separó repentinamente, haciendo que lo mire con fastidio.

-¿Porqué esa inquietud porque le diga a todo el mundo que eres mi novia?-preguntó, mirándome.

-Porque sí Marc, no tenemos nada que ocultar, esto no es un amor prohibido.-le aclaré, mientras me sentaba sobre él. Con cada pierna al lado de su cadera.

-De acuerdo, mañana lo diremos...-accedió.

Me acerqué lentamente a él, y su respiración chocó con la mía. Cerré mis ojos y uní nuestros labios, deseando que todo esto no parara. Jugué un poco con el cabello, nuestros labios se rozaban de manera increíble, estimulándome, él succionaba mi labio inferior mientras que yo hacía lo mismo con los suyos. Subió una de sus manos hasta mi mejilla y la otra la depositó en el borde de mi short, acariciándome.

Lentamente se fue acostando en el acolchado, me acomodé sobre él. Y saqué mis manos de su cabello para deshacerme de su chaqueta, me estaba enloqueciendo, quitó un momento sus labios de los míos para sacarse por completo el abrigo y lanzarlo al piso. Inmediatamente tomé sus mejillas para atraerlo de nuevo y así besarlo, era demasiado adictivo para mí y su inconfundible forma de besar me estaba excitando. Introdujo su lengua en mi cavidad bucal, explorándola y desatando una guerra entre las lenguas.

Sus besos eran increíbles, magníficos y probablemente mi perdición. Comencé a subir su playera, mientras que él solo se dedicaba a acariciar mis piernas y devorar mis labios.

Logré deshacerme de su camisa, y bajé mis besos por su mandíbula y luego hasta su cuello. Donde comencé a brindarle pequeños pero mortales besos húmedos, entre cada beso hincaba mis dientes delicadamente o rozaba su piel con la punta de mi lengua.

Soltó el primer gemido, así que le di un corto beso en los labios y me alejé un poco para luego sacar el botón de su pantalón de su lugar y bajar el cierre, su respiración agitaba hacía que su trabajado abdomen bajara y subiera rápidamente.

¡Un Estúpido tono de celular nos asustó! Me miró confundido y cogió el celular que se encontraba en el bolsillo izquierdo de su chaqueta en el suelo.

-Hola, estoy en casa de ________.-dijo con el celular en su oído, lo miré y comencé a depositar pequeños besos en su mandíbula mientras acariciaba su abdomen.-¿Quieres que valla?-suspiró.

Pasó su brazo por mis hombros y comenzó a acariciar mi cabello.

-Está bien, ya voy.-dijo y cortó.

Bloqueó su celular y me miró.

-¿Te vas a quedar?-pregunté, aunque la respuesta ya era obvia. Estaba decepcionada.

-Debo ir, mi madre quiere que vaya con ella, porque tiene una "sorpresa".-dijo y asentí.

Estaba muy molesta, ¿Por qué no les decía que no podía ir ahora?

-Está bien.-dije en seco, me alejé de él y me recosté de brazos cruzados en la otra mitad de la enorme cama.

-¿Estás enojada?-preguntó y me negué.-Perdón amor, pero ella es insoportable, y si no voy estará molesta.-me explicó. Lo miré enfadada.

-Vete Marc, no me des explicaciones.-le dije, tomé su camisa y se la entregué.

Él se vistió y caminó hasta la sala de estar seguido por mí.

Se detuvo antes de llegar y volteó para verme.

-Hasta luego-habló y besó mi frente.

No hice nada más que mirarlo con pena y tristeza. Se marchó y cerré la puerta, subí para darme una ducha.

Si había algo que me calmaba era una buena ducha con agua tibia, salí y me peiné, me puse la ropa más cómoda que encontré. Bajé y encendí la televisión. Tocaron el timbre y abrí, la cálida imagen de Valentino sonriendo apareció.

-Hola Valen...Pasa-dije haciéndome a un lado y permitiéndole ingresar.

-Te traje esto.-dijo y me entregó una pequeña bolsita, la tomé y vi su contenido. Una crema.-Es para tus heridas, funciona con sólo dos aplicaciones.-comentó y reí.

-Gracias, no te hubieses molestado...-dije, tímida.

-No hay problema.-me respondió.

-¿Quieres beber?-pregunté y asintió.

Me encaminé hasta la cocina y regresé al living con una botella de tequila y dos vasos. Le entregué el suyo y vertí un poco de la transparente bebida en ambos vasos.

-Por tu recuperación y mi soltería...-chocó el cristal de su vaso con el mío.

-Salud.-dije y bebí el líquido, que a medida que pasaba por mi garganta la quemaba.

Nos miramos y reímos.

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¡Espero que les guste! OMG, el siguiente capítulo estará muuuy bueno.

Les doy un indicio... "_______ y Valentino Rossi ebrios y confesando verdades, y mucho drama y risas. Y un poco de salseo"

VOTEN Y COMENTEN. (Sería HERMOSO que los votos llegaran a 880) :)

Ya pueden encontrar la otra novela "93 Días contigo" en "mis obras".

<<TeaMMarc>>


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