Un Papá Rebelde.

Capítulo 36.

Mi mente estaba solamente pensando en mi hijo, agradecí al cielo en que él estaba bien y que en estos momentos estaba al cuidado de la madre de Jonathan. Como pude les puse al tanto a mis padres de la situación y que llegarían pronto para poder acompañarme y claro, apoyar a la señora Miller.

Debo ser fuerte por Christopher...-Pensé.

Aparto las malditas lágrimas de mi rostro con mi puño, me levanto bruscamente del suelo al momento en que las puertas se abren y sale un doctor junto a una enfermera.

Todos nos acercamos pero siento como Jonathan me empuja hacia atrás, Madison me toma de la mano y la aprieta con fuerza.

Al ver el rostro del doctor supe que no habían muy buenas noticias, me aferro mas a la mano de Madison y ella me mira con el mismo temor en que estoy mirando al doctor en estos momentos.

-Familiares de Dylan Smith.-Los padres del chico se paran frente al doctor, Jonathan estaba al lado de ellos.

-¿C-como esta mi hijo?-Pregunta la mujer al borde la desesperación.

El doctor se saca la mascarilla y los guantes de látex.-Lo siento mucho, hicimos todo lo posible para salvarlo.-Mi corazón se detuvo por unos microsegundos, la señora cae de rodillas al suelo negando con la cabeza por lo que acaba de escuchar.

-¡Dígame que es mentira! Mi hijo no...¡mi hijo no!-El grito de la madre fue desgarrador.-¡Quiero verlo! ¡Dylan! Dy-dylan...-La madre del chico se desvanece en los brazos de su esposo y noto como Jonathan se afirma contra la pared.

Perder a un hijo de deber ser la sensación mas horrible del mundo, tal vez no entienda en como se deben sentir en estos momentos pero también vi a mis padres sufrir por la muerte de mi hermana mayor.

-¿M-mi hija doctor?-Pregunta la señora Miller y esta vez termino acercándome también parándome junto a ella.-¿C-cómo está?

-Debido al accidente sufrió un paro respiratorio.-Mi corazón se detiene y no logro respirar.-Logramos salvarla pero su hija ha quedado en estado de coma, debido a traumatismo craneoencefálico severo.-La madre de Valentina de pronto tambalea y logro a sujetarla, el sollozo que sale de su boca me parte el alma y comienza a llorar.-Esta conectada a maquinas en estos momentos ya que su cerebro no le está enviando la señal para respirar por sí misma, lamento decirle que es un cinco por ciento de probabilidad que ella sobreviva, estas veinticuatros horas son cruciales para ella.-La señora Miller se apretó la mano contra la boca, el doctor al decir eso se disculpa y se va.

Madison abraza a su novio y logro oír como llora en sus brazos, todo de pronto se me vino abajo, niego con la cabeza y voy corriendo detrás de la enfermera que estaba hace unos segundos con el doctor.

Las cosas no debían ser de este modo, no...no para ella.

Logre tomar la mano de la enfermera pidiéndole que por favor me dejara entrar a ver a Valentina, se negó en hacerlo pero me vuelvo a parar frente a ella impidiendo a que se vaya.

-Por favor señorita, déjeme verla...-Pedí, sintiendo la voz raspada como una cuchilla en mi garganta.-Po-por favor.-Logro decir.

-Lo siento joven pero no puede entrar a ver a la paciente.-Con desesperación llevo mis manos a sus hombros y ella nota lo desesperado que estaba.

-La mujer que esta ahí a dentro es la madre de mi hijo.-Sollocé.-Es la mujer que amo, ella es mi mundo y necesito que sepa que la amo más que a mi propia vida y que no voy a dejarla...-La enfermera me mira por unos segundos y suspira.-Por favor, necesito verla.

-Esta bien, pero sólo unos minutos.-Asentí y la seguí, me coloque un traje azul para poder entrar y una mascarilla. La enfermera me llevo a la habitación a donde habían traslado a Valentina.-Sólo unos minutos.-Volvió a repetir.

Al entrar no pude evitar que lágrimas se deslizaran por mis mejilla, a paso lento me acerco a la camilla en donde ella estaba, estaba conectada a una máquina, tenía unos cuantos cortes en su rostro y brazos, tenía un cuello ortopédico y un vendaje alrededor de su cabeza.

<<Parece tan pacifica...>>

Se ve tan frágil, me acerco a ella y con delicadeza tomo su mano.

No pude ser cierto, no puedes irte...

-Va-valentina.-Trago saliva.-Tienes que luchar ¿me oyes? No puedes dejarnos, tu hijo te necesita...yo te necesito.-Mi voz se quebró.-Las cosas no debían ser así, esta historia debía ser con un final feliz que tu fueras feliz.-Musito.-Te amo y prometo no fallarte, voy a cuidar a nuestro hijo.-Me bajo la mascarilla y deposito un beso en su mano.-Nunca deje amarte en estos tres años, no quiero que te mueras...no quiero perderte.-Hundí mi rostro en la sus piernas.-Por favor...no te mueras.

-Joven, debe salir.-Oí a la enfermera, asiento y me levanto soltando su mano con delicadeza.

Antes de salir me vuelvoa girar hacia ella, aprieto mis puños con fuerza.-Estoy decidido a esperarte.

¡Queda el ultimo capítulo!