Capítulo 23.

75.5K 4.5K 341
                                    

Valentina

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Valentina.

—De que es lo que quieres hablar.—Dice, me senté frente a él mirándolo.

Respire profundo antes de hablar, ya hable con mi madre de que pronto volveré a casa con mi hijo. Sé que está muy emocionada porque podrá estar más cerca de su nieto, pero presiento a que Cameron no le gustara la idea de que yo me vaya de aquí de New York.

Pero ambos sabíamos que así iban hacer las cosas apenas naciera Christopher y yo la verdad si quiero largarme de aquí, no quiero seguir siendo una carga para Jonathan ni para nadie más, aunque él me diga que no es así pero de todos modos yo quiero regresar a mi hogar.

—Volveré a California, volveré a casa con mi madre.—Fui directo al grano, Cameron se quedó en silencio por unos segundos y de pronto se levanta.

—¿Te iras?—Asentí, su rostro se volvió serio.—Dime que esto es un jodida broma.—Frunció el ceño.

Meneo la cabeza y me levanto también.—Recuerda que yo estaría aquí solo hasta que naciera nuestro hijo, no entiendo por qué te haces el sorprendido si sabes que las cosas iban a ser así desde un principio.

Soltó una risa llena de ironía y puede notar como estaba controlando las ganas que tenia de gritarme quien sabe que cosas.

—No te llevaras a mi hijo.—Mas que molesto parecía dolido por mi decisión, este toma las llaves de su auto pasando por mi lado y se va cerrando la puerta de un portazo que me hizo reaccionar.

No puedo dejar que se vaya en ese estado, sin importarme en cómo estaba vestida salí detrás de él llamándole pero me ignoro.

—¡Cameron no te comportes como un idiota!—Le grité, este se detiene al lado de su auto y se voltea a mirarme molesto.

—¡¿Es que no entiendes que no quiero estar lejos de mi hijo!?—Subió el tono de su voz.—Ni tampoco de ti—Al oír eso no pude evitar bajar la mirada.—Esto es una mierda.—Se subió a su auto y le pedí que se bajara para poder hablar pero este hizo oído sordo y se fue dejándome ahí parada.

Maldición.

Fui en busca de mi bolso y me subo al auto para ir detrás de él, no puedo dejar las cosas así. Por suerte logre ver el auto de Cameron he intente llamarlo pero me mando a la mierda.

Ya estaba oscureciendo y comenzaba hacer frió, será mejor apurarme para volver al departamento. No sé cuánto tiempo me la lleve siguiendo a Camero y por un momento creí que lo había perdido pero rápidamente vi su auto doblar al mismo callejón donde una vez salió herido.

¿Siempre viene aquí?—Me pregunté.

Me quedo en mi auto por un rato pensando si debía ir o no, vuelvo a llamarlo su celular con la esperanza de que me responda pero no lo hace. Conozco a Cameron y sé que cuando está molesto es capaz de hacer cualquier estupidez y cuando me refiero a una estupidez es meterse en problemas.

Un Papá Rebelde.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora