-Lo prometo – mi voz raspa en la garganta, mamá asiente y besa mi cabeza, hace lo mismo con Ayden y nos arropa para ir a trabajar.

La segunda vez que despierto ya hay luz natural entrando por la ventana, mi hermano sigue dormido, salgo con cuidado de la cama para volver a mi habitación, por el pasillo veo la puerta abierta de Jake, me asomo buscándolo, pero no hay rastro alguno de su paradero.

En mi mesita de noche hay un gran vaso con agua y las pastillas que debo tomar, papá dejó una nota diciendo que me amaba y que esperaba encontrarnos de una pieza al volver. Tomo la medicina mientras reviso mi celular tengo mensajes de mis amigas preguntado lo que había sucedido.

Jane: ¿Qué tal tu primera cita con el amor de tu vida?

Jane: ¿Por qué tu amor verdadero está en una fiesta con Rosie Williams?

Jane: Tus estúpidos hermanos lo arruinaron de nuevo.

Jane: Addie, sabemos que algo sucede, Jake también está en la fiesta, en muy mal estado.

Mel: Kyle nos contó todo, ¿cómo te encuentras?

Ese último mensaje me hace rodar los ojos, ignoro todo lo que Jane preguntó y respondo en nuestro chat grupal.

Addie: Sigo viva, es una historia larga, ¿pijamada, hoy?

Jane: estaremos ahí en una hora.

Jane: quiero todos los detalles.

Jane: yo decidiré que cabezas rodaran.

Mel: por favor, Jane, deja de ver las series de tu madre.

Jane: que aburrida.

Me di prisa en ducharme y ponerme algo cómodo, aun con el cabello húmedo bajé a la cocina a preparar algo rápido de comer, pasé por las habitaciones de mis hermanos para ver si necesitaban algo, Jake seguía sin aparecer, Ayden roncaba sonoramente y Jade estaba alistándose para ir a casa de los Salvatore, con las gemelas.

Leí el resto de los mensajes de anoche, tenía unos cuantos de Nate disculpándose y tratando de explicarse, quería responder a sus textos, pero no encontraba las palabras para explicar cómo mis sobreprotectores hermanos lo habían orquestado todo

Estaba por reescribir mi mensaje cuando llamaron a la puerta.

- ¡Jane solo han pasado treinta minutos, espero que no...! – pero no era mi mejor amiga – Kyle – no puedo evitar la sorpresa en mi voz, y tampoco el leve reproche al verlo.

-Buen día, mi dulce canario – una bonita sonrisa se dibuja en sus labios y debo abofetearme mentalmente para dejar de mirarlo hipnotizada.

-Por favor, no me digas de esa forma.

- ¿Por qué no?

-Porque no me agradas – me cruzo de brazos creando una barrera invisible entre él y mi corazón iluso.

-Es una lástima – se inclina sobre mi cuerpo, sujetándome por la cintura evitando que retroceda – yo podría hacerte muy feliz, si tu quisieras.

-Pues no quiero – me mantengo firme en el límite que había establecido con él, con mi dedo índice lo hago retroceder, el me suelta de inmediato - ¿Qué haces aquí?

-Vine a devolverte algo que te pertenece – estoy por preguntar de que habla, pero mi hermano mayor prácticamente se desploma sobre mí.

- ¡Princesa! – me hace tambalear, pero Kyle me ayuda a sujetarlo antes de que los dos terminemos en el suelo.

No hace falta poner demasiada atención para darse cuenta de lo ebrio que se encontraba, sus ojos enrojecidos casi no podían mantenerse abiertos y estaba balbuceando palabras inentendibles, Jake no era un buen bebedor, solo se alcoholizaba de esa forma cuando algo malo sucedía.

Como nuestra pelea de anoche, me siento un poco culpable por eso, pero no completamente, él tenía parte de culpa y así era como decidía expiarla.

-Le daré una ducha y lo pondré a dormir, me quedaré a cuidarlo por unas horas – el pelinegro no espera por mi respuesta, sube las escaleras arrastrando a mi hermano mayor.

[...]

Mis amigas pasaron el fin de semana en casa, tuve que relatar con lujo de detalle toda la odisea con mis hermanos, Kyle y Nate, por suerte mi alocada mejor amiga decidió que no rodarían cabezas por esta vez, su compañía me hizo olvidarme de mi infortunio en el amor, grabamos una canción que habíamos estado preparando, vimos películas y terminamos con todas las golosinas de la casa.

-Jade, se molestará mucho por eso – digo viendo como Melanie se termina la última rebanada del pastel de fresas.

-Prometo comprarle uno para ella sola – tiene la boca llena cuando habla, sus mejillas se ven infladas, y sus ojos rasgados se cierran cuando habla, se ve adorable, así que no puedo evitar sacarle una fotografía - ¡No te atrevas a publicar eso! – me amenaza con su tenedor.

-No podrás detenerme – le muestro la imagen y salgo corriendo, sabiendo que ella vendrá detrás de mí.

Nos correteamos por los pasillos de la casa, hasta terminar en la estancia, donde Jake y Kyle veían una serie animada, nos ven pasar correteándonos y recibimos quejas cuando obstaculizamos su visión, rodeamos el sofá donde están sentados y Melanie decide jugar sucio.

- ¡Jane! – grita pidiendo refuerzos.

-No me metan en sus asuntos – casi sonrío triunfalmente, la castaña prefería terminar su helado antes de correr detrás de nosotras.

- ¡Jake está buscándote! – vuelve a gritar, mi hermano rueda los ojos y yo abro la boca indignada tratando de decir algo, pero Jane aparece antes de que pueda decirle que es mentira.

La castaña me empuja para quedar de frente a su amor platónico, su acción resulta en mi tropiezo sobre Kyle Salvatore, él intentó detenerme, pero solo ocasionó que nuestras cabezas chocaran, nos quedamos quietos unos segundos para procesar lo que ha pasado, Melanie aprovecha para quitarme el celular.

-Es demasiado tarde – digo frotando mi frente, ignorando que seguía sobre las piernas del pelinegro, el rostro de Melanie se pone colorado y sonrío victoriosa.

- ¡Se lo enviaste a Noah! – pasan unos segundos, la mirada de mi mejor amiga cambia, baja el celular con lentitud y sonríe malévolamente, ahora temo por mi seguridad física.

-Kyle, espero que estes preparado para recibir todas las fotos vergonzosas de Addie de los últimos seis años.

-Me encantaría – su voz me recuerda que sigo entre sus piernas, me pongo de pie en un salto.

-No lo harías – ignoro por completo al pelinegro y amenazo a mi amiga con el dedo índice, ella pone esa expresión tierna, la misma de cuando hacia travesuras de pequeña – Melanie Salvatore – advierto.

-Kyle...

- ¡Melanie! – chillo horrorizada cuando levanta su celular, ella da media vuelta y sale corriendo, reanudando nuestro juego de persecución.

Siempre NuestrosWhere stories live. Discover now