Cuarto capitulo:¿Regresando a casa?

16 4 2
                                    

Unos días después de que Aome volvió, no había sucedido nada nuevo en la aldea. Todo había estado tranquilo hasta que llego el anciano Myoga con una noticia importante. En ese día los demás estaban descansando, ya que habían ayudado a los aldeanos y porque Miroku recibió un montón de golpes por parte de Sango por andar coqueteando con unas señoritas que pasaban de casualidad, excepto Inuyasha y Sol, quienes seguían entrenando.
-Oigan no creen que Inuyasha esta presionando mucho a Sol?- dijo Shippo mientras ellos volteaban a mirarlo.
-Por que lo dices Shippo?- pregunto Miroku, quién se sobaba la cabeza, la cual tenía como 4 chipototes.
-Desde el incidente con el pájaro gigante a estado entrenandola.- dijo Shippo.
Bien, como había mencionado, Inuyasha quería de que Sol aprendiera más a defenderse por sí sola. Aunque ella se pudo librar de la criatura, y de paso agarrar uno de los fracmentos de la perla, Inuyasha temía de que ocurriera otro incidente como ese o peor. Hubieran seguido entrenando, si no fuera que Inuyasha se dio una pequeña cachetada en la mejilla y Sol, pensando que otra vez contraatacaría, dio una patada voladora pegándole al pobre Inuyasha en el estómago, lo que le hizo caerse por la colina.
-Oh por dios!- dijeron todos, mientras salían corriendo así Inuyasha, quien veía Ramens girando sobre su cabeza.
-Inuyasha estas bien?- pregunto Sol preocupada.
-Inuyasha que te paso?- dijo Shippo.- Por un momento pensamos en que esquivarías, y de pronto "Pum" saliste redondando por la colina.
Inuyasha no respondió ya que seguía inconsciente, pero de su mano salió una pulga.
-Oigan chicos por aquí!
-Un mosquito!- dijo Sol apunto de aplastar al supuesto bicho, pero la detuvieron.
-Espera Sol, es el maestro Myoga, de quien te hablamos hace unos días.- explico Aome.
-El maestro Myoga es un mosquito?
-Que te crees niña, soy una pulga, digo digo- dijo molesto el maestro Myoga, mientras todos trataban de no reírse de su queja.
-Y a que viniste Myoga?- pregunto Inuyasha ya despertándose.
-Que encontré una especie de entrada extraña
- Extraña?- preguntó Aome.
- Si, síganme!-dijo el maestro Myoga mientras los guiaba al sitio, excepto Aome.
La entrada, antes mencionada, se encontraba en un árbol que pareciera ahuecado desde una parte media del tronco hasta el suelo. Solo que dentro salía una especie de energía color azul. Todos se encontraban asombrados ante eso. Sol decidió acercase, si no fuera que Inuyasha la detuvo. Si no fuera que Sol le dijo que no sentía peligro no la hubiera dejado ir. Encuanto entro, volvió a salir.
- El portal va hacia mi habitación.- dijo ella, mientras metía su cabeza devuelta al portal. Seguía siendo de noche, como si no hubiera transcurrido mucho desde que se fue.
- Entonces significa que puedo volver y venir, verdad?- preguntó ella.
- Al parecer- dijo el maestro Myoga.
- Aunque eso no explica el porque hasta ahora aparecio.- hablo Inuyasha.
- Será mejor investigar después- dijo Miroku.
- Ahora Sol tiene que volver- continuó Sango sonriendo, pero se le quito al ver al pevertido del monje otra vez con una de sus mañas y seguidas por un golpe de la exterminadora.
Al sacar la cara Sol se mostraba un poco triste. Pero al oír lo que dijeron se sintió un poco mejor. Antes de despedirse, les dio un abrazo a cada uno, excepto al maestro Myoga por obvias razones. Cuando le toco abrazar a Inuyasha, este no la quería soltar, aunque se fuera por poco tiempo la extrañaría.
- Descuida Inuyasha, ya oíste a Sango puedo visitarlos cuando pueda.- dijo ella con una sonrisa.
- Esta bien- dijo Inuyasha antes de dejarla en el suelo para que se fuera a su casa.
- Esperen!- todos voltearon a ver Aome sujetando la mochila de Sol.- Sol, tu mochila!- dijo ella acercándose con un poco de cansancio.
- Oh gracias Aome.- dijo Sol abrazando a Aome. Después se dirigió al portal, pero antes se despidió otra vez.- Adios chicos.
Ya con eso Sol entro al portal. Ya llegando a su cuarto, dejo la mochila aun lado de su cama y dando un bostezo se fue acostar. Pero antes de dormir, busco a su oso dentro de la mochila, pero al agarrarlo, vio que tenía algo pegado con cinta en una de sus brazitos. Era una botella con cristales de color rosa y morado pálido. Eran los fragmentos de la perla de Shikon. Júnto a estos venia nar nota que decía:
Pequeña Sol,
Te pido que cuidas los fragmentos de la perla hasta que vuelvas a regresar, ya que temo en que caiga en manos equivocadas. Solo te pido que no te tardes en volver, ya que los necesitare para regresar a casa.
Saludos, Aome.

Ya leída la nota, Sol puso los fragmentos en una cajita pequeña de color café que tenía para guardar algunas cosas. Y con eso se durmió tranquilamente.

S-L-S-L-S-L-S-L-S-L-S-L-S-L-S-L-S-L-S-L-S-L-S-L-S-L-S-L-S-L-S-L-S-L-S-L-S-L

Esta historia tambien esta escrita en fanfiction (y no la he completado en un año ^^¨). 


You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Feb 01, 2016 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Saga de Portales: InuyashaWhere stories live. Discover now