Para ti, Abigail.

Parte 10

A partir de esa noche todo cambió.

Quería estar todo el tiempo contigo, quería que sólo me hablaras a mí, y quería que solo te fijaras en mí.

Esa sensación iba aumentando, hasta que un día no pude contenerla más.

La primera clase de esa mañana era ética, por lo que estábamos en la misma aula.

Ésta era una de tus clases favoritas ya que no teníamos que hacer nada y te pasabas la clase hablándome.

Ese día en concreto, me contabas cómo reaccionaron tus padres la primera vez que te pillaron borracha.

Mientras hablabas, yo no me fijaba en tus palabras, me fijaba en tí. En tu manera de expresarte, en la forma en la que arrugabas la nariz cuando contabas algo que te había molestado, o en cómo buscabas mis ojos esperando encontrarte con ellos, y cuando lo hacían, mirabas rápidamente hacia otra dirección.

Me encantabas.

Cada detalle, cada manía mueva que te encontraba era aún más genial que la anterior.

¿Por qué no podía dejar de pensar en tí?

¿Por qué me ponía nerviosa al hablar contigo?

¿Por qué cuando nuestras pieles se rozaban sentía que una corriente de electricidad recorría todo mi cuerpo?

¿Por qué deseaba estar todo el día junto a tí?

¿Por qué?

"¿Me estás escuchando?" preguntaste sacándome de mis pensamientos.

"Ah, no, lo siento, yo... voy al baño, ahora vengo" y salí de la clase rápidamente.

Iba andando por el pasillo en dirección a los baños, pero una mano cálida me sujetó el brazo.

"Oye, ¿te pasa algo conmigo? Esque desde esa noche en el pub estás un poco rara y no se si es por lo que pasó, pero si es por eso, lo puedo olvidar y hacemos como si nada hubiera pasado..."

No, no, no. Yo no quería eso. Yo recordaba esa noche como la mejor noche de mi vida. No quería olvidarla.

Y no, no me pasaba nada contigo.

Bueno, si que me pasaba. Pero, ¿te lo debería de contar?

"Yo..." comencé a decir "no quiero olvidar esa noche. A mi me gustó lo que pasó. Y me encantaría que volviera a pasar."