Capítulo 16. Noche en la playa

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La puesta de sol era hermosa, yo estaba abrazada de Daniel era hermoso lástima que mañana se acabaran nuestras "mini vacaciones" y tendría que volver a la realidad. El mi jefe y yo su subordinada, pensado en eso, ¿que soy para Daniel?

—Daniel — él si giro hacia mi.

— ¿si? — acaricia mi cabello

—¿Qué somos?

—Como que, ¿qué somos?, personas Jenny.

—Tonto, ya sabes a lo que me refiero — él sonrió burlón —me refiero a, ¿qué tipo de relación tenemos?

—La que tú quieras, princesa

Lo fulmine con la mirada. ¿Qué es esa respuesta?

—Sabes que no me gusta que me digas así, Daniel responde

—Mi Jenny —toma mi mano y la besa — ya te dije, quiero relación seria contigo, así que...—sus ojos brillan como si una idea fugaz pasare por su mente—Jennifer Bennett me haría el honor de ser mi novia — él se colocó de rodillas en la arena, y me mostraba un anillo precioso, estaba muy emocionada con el corazón acelerado.

¿Cuándo lo compro?, así que ya lo tenía planeado. Casi lloro de la emoción

—Daniel, claro que sí, ¡quiero ser tu novia! —él se levanta y coloca el anillo cuidadosamente, lo abrazo y después nos besamos, el viento y el olor del mar, el momento todo se sentía perfecto.

—Así que oficialmente eres mía

—Ya le he dicho señor Hamilton que no soy de nadie no soy una propiedad—proteste, sé que lo hace por molestar.

—Tú puedes considerarme tuyo —dice con cinismo.

Me jala, hasta que nuestros cuerpos quedan tan cercas, que me es imposible no sentir su respiración. No sé, cuál corazón está latiendo más fuerte. Si esto es un sueño no me gustaría despertar.

—Mm, tentador pero resulta que tú tampoco eres una propiedad—señalo su pecho con mi dedo índice.

—Así de eso se trata yo puedo poner propiedades a tu nombre, ¿quieres la casa de playa de aquí?

— ¿Qué?, ¡no! —me moleste—no Daniel, no quiero ninguna propiedad.

Ya estaba dispuesta a irme, él me retiene

—Yo sé Jenny, pero cuando seas mi esposa. Serás dueña de todo lo que me pertenece aunque en mi corazón ya eres la dueña hace tiempo.

—Ese es lo único que me interesa señor Hamilton su corazón. Además, ¿quién dijo que nos vamos a casar? apenas somos novios

—Señorita Bennett, me está rechazando—dramatiza

—Que presuntuoso señor Hamilton dar por hecho que seré su esposa por el hecho de haber aceptado ser su novia

—Ya te convenceré — empieza a besar mi cuello

—Aquí no

Observamos y casi no había nadie, solo éramos como cinco personas en la playa, Daniel me toma de la mano y empezamos a alejarnos de las personas.

—¿Dónde me lleva señor Hamilton?

—Esa es otra sorpresa

Después de caminar unos diez minutos diviso una especie de tienda, había una fogata y unas mantas en la arena, había una cesta.

— ¿Y esto que es? - pregunto asombrada

—Es la sorpresa, y bien ¿quieres cenar? — asiento y me dejo guiar por él

Nos sentamos en las mantas era como un picnic nocturno, de la canasta saca un vino, unos cubiertos, una ensalada cesar, verduras cocidas y un pollo a la plancha, empieza acomodar y adornar nuestro platos y en unas copas sirve el vino.

—Que detalle, señor Hamilton — aun no salía de mi asombro

—Esto y más te mereces mi Jenny

Empezamos a cenar, las estrellas en el cielo se miraban espectaculares y el mar era increíble todo esto me parecía un sueño, después de cenar metió todo en la canasta y empezó a sacar una bolsa de malvavisco.

—¿Asamos unos?

—Claro — le arrebate la bolsa

—Mi gorda Jenny — le saque la lengua a modo de respuesta, estuvimos asando malvavisco por un tiempo

Entramos a la tienda ya no se sentía tanto frio adentro, me abrace a Daniel, y lo empecé a besar se sorprendió por ser yo la que tomaba la iniciativa

—Jenny si sigues así... no podre contenerme

—No importa, yo quiero

Nos empezamos a desvestir y nos besábamos con mucha lujuria estábamos enamorados y eso es lo que importa, el con sus labios recorría todas las partes de mi cuerpo, besaba y acariciaba mis senos y yo estaba excitada del placer que solo Daniel sabia darme, la noche iba a ser larga y el amor de Daniel y mío es para siempre.

***

—Despierta Jenny

—Mmm...No quiero

—Vamos arriba dormilona — se me abalanza y me da un beso

—Eso no es justo, es hacer trampa — me queje

—Es que hoy es nuestro último día y quería que lo disfrutara al máximo

— ¿Hay más todavía? —pregunté curiosa. Daniel no deja de sorprenderme.

—Si señorita Hamilton y el día apenas comienza arriba — me ayuda a levantarme

Me visto y Daniel no deja de verme

— ¿Qué? ya me has visto desnuda

—Pero no me canso de verte

—Pervertido

Ya cuando estoy vestida salgo de la tienda y ya hay varias personas en la playa, no sé porque me sonrojo como si supieran lo que hicimos ayer, la mantas y la canasta no están y un grupo de personas están quitando la tienda, en una camioneta no estás esperando el chofer de Daniel.

—Vamos Jenny — le sonrió, el me jala y me besa

—señorita Bennett si me sonríe de esa forma no podre contenerme

—Daniel, no eres un niño

— ¿A no? —me saca la lengua

Entramos a la camioneta y la tienda ya no estaba pero el recuerdo de esa noche iba a quedar impregnado en mi memoria para siempre.

—Hoy nos espera un gran día ya verás mi gorda Jenny

— ¡Que no estoy gorda!

—Bueno...mi glotona Jenny

—No está mejor gorda

Él se carcajea

—Tú ganas, gorda Jenny

—Presuntuoso

—Adorable — y nos besamos sellando la pelea.

Legalmente adorable (LTFL #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora