✨Capítulo 1

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Esta sería mi último día en el set de mi nueva película. Trabajaríamos duro en las últimas escenas. Estaría aquí el autor del libro que adaptábamos, así que sería importante.

Caminé a través de los largos pasillos oscuros, oyendo sólo el sonido de mis tacones en el piso.

Estaba nerviosa, sí. Pero sabía controlarlo perfectamente.

—Extrañaremos esto, ¿mmh? —un chico del set me habló.

—Bastante. — fui sincera.

—¿Qué extrañarás más? Yo creo que las sillas. —saltó en su silla de grabación graciosamente, haciéndome soltar una pequeña risa.

—Sí, creo que también las sillas. —reí.

—Dame, dame ese celular. —se levantó haciendo un gesto con la mano. Le pasé mi celular y él me tomó una espontánea foto en mi silla de grabación.

Reí al ver lo que había hecho mientras él me tendía el celular de vuelta.

Vi la foto y decidí publicarla en mi Instagram.

____hudson: Último día de grabación... 😢💕 -foto en multimedia-

—Ya casi me toca. —me despedí y caminé hacia las cámaras.

Antes de entrar a la grabación en sí, puse mi cara neutra y me adentré en mi papel.

Carlota... ¡No puedes hacerme esto!—gritó mi coestrella.

¡Sí que puedo! Vete de aquí, Damián. —Lágrimas cayeron sobre mis mejillas, e intenté hacerlas lo más creíbles posible.

¡Es nuestro hijo! ¡No puedes arrebatármelo! —Ahora él lloraba.

Oh, lo estábamos haciendo muy bien.

¡No es mi hijo! ¡No lo es! ¡Es sólo un error! Y... ahora mismo voy a remediarlo. —Tomé el brillante y puntiagudo cuchillo encima de la mesa, y me lo clavé en el estómago falso.

Bien, muy dramático.

Seguimos con la escena unos segundos más. El líquido rojo caía por mis piernas.

Terminamos de grabar la película, después de tantos meses.

Me acercaron una toalla y me sequé el sudor.

Me ayudaron a deshacerme del gigantesco estómago cubierto por el líquido rojo y atravesado por el cuchillo.

—Mierda, _____.—escuché a la pequeña mujer rubia que tanto me había ayudado en el set todos estos meses. —Tienes sangre en la blusa.

—¿Qué? De seguro el líquido traspasó...

—¡No, joder! Es tu sangre. Sangre de verdad. —Terminó de sacarme la barriga falsa, y me subió la blusa. —Te has enterrado el cuchillo.

¿Cómo? Joder, torpe _____, torpe, torpe, torpe.

Todos los del set se volvieron a verme con cara de preocupación.

—¿Dónde carajo está Carmen? —gritó uno.

Sí, la enfermera serviría.

Intenté pararme, pero salió más sangre de mi estómago.

Carajo. ¿Cómo no me di cuenta?

Ahora recién el dolor comenzaba a aparecer. O quizás siempre estuvo ahí, sólo que la adrenalina lo tapaba.

Problem Child ➳ j.bOnde histórias criam vida. Descubra agora