1. California

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Mi cuerpo estaba exhausto. El cambio había sido extraño. Gia me había enseñado mi habitación después de ir a buscarme al aeropuerto. Quería llorar. No era mi cama, no eran mis muebles, no era mi casa y no era mi mundo. Mi habitación era espaciosa y tenía unas hermosas puertas de vidrio que permitían el paso hacia el balcón. Toda la habitación era colorida, pero no exageradamente, de hecho, lo colores hacían de la recamara un lugar pacífico. De todas formas, por muy cómoda que se sintiera, por muy grande que fuera el armario y la cama, no era mi habitación. Existían cosas que jamás podría manejar a mi antojo, pero deseaba con todo mi ser poder manejar esto. Hoy comenzaba mi segundo año de universidad y aunque se supone que debería estar "feliz", no podía sonreír. Mis padres necesitaban sacarme de Moscú lo antes posible. Cada vez que lo pensaba, me daban escalofríos. Me obligaron a dejar mi hogar, mis amigos y mis estudios sin siquiera decirme la verdadera razón detrás de su discurso de "es por trabajo". Como siempre, en cada una de las decisiones que ellos tomaban, solo yo era la única perjudicada y no era la primera vez que me sacaban de un país. Yo había nacido en Cuba, era una niña feliz y un día, mis padres decidieron mudarse a Rusia por una oferta de trabajo, alejándome de todo lo que conocía. Qué porquería.
-¡Peyton, es tarde!
Sacudí mi cabeza para alejar esos recuerdos que tanto daño me provocaban y enfoqué la vista en mi prima. Gia estaba estudiando la misma carrera que yo en la Universidad Estatal de California, lo cual era bastante agradable. De hecho, yo tenía mucha suerte al tenerla como compañera de cases, considerando que anteriormente yo había estudiado casi dos años diseño de modas en Moscú. Desde muy pequeña había desarrollado un increíble talento para el arte. Crear cosas era para lo que yo vivía y mi meta en la vida era ser una diseñadora reconocida a nivel mundial. Con el tiempo mis esperanzas fueron decayendo y decidí estudiar una carrera que se involucrara con el negocio de mis padres, así que terminé postulando para entrar a la facultad de negocios.
«¿Vale la pena realmente dejar todo atrás?»
Basta, basta, basta. Todo saldrá bien. Mi teléfono comenzó a vibrar el en velador café junto a la cama. Mis manos temblaban porque sabía perfectamente quienes eran.

Emm
Ten un excelente primer día y jamás olvides que te amo, rata. No me reemplaces, por favor. Eres lo único que tengo :( PD: todos configuramos nuestros teléfonos con el horario de California. 07:48

Jajaja, son un amor. Sabes que jamás podría reemplazarte. Te amo más y gracias por el apoyo, pecosa❤️. 07:49

Mi estómago se contrajo. La necesito. La quería aquí ... conmigo. No me importaba perderlo todo con tal de estar con mi mejor amiga enfrentándonos juntas al mundo entero como en los viejos tiempos. Las lágrimas amenazaron con escaparse del borde de mis ojos y simplemente dejé que sucediera. No podía seguir ignorando o tratando de esconder el hecho de que esta separación dolía, y mucho. Mi celular vibró nuevamente, pero no era Emma. Tenía que ser fuerte, no era factible llorar cada vez que ellos me escribieran. Tomé una profunda bocanada de aire.

Matt
No sé qué jodida hora es realmente, pero mi reloj mundial dice que en Long Beach ya casi es hora de que te vayas a la universidad. Ten un buen día, ratón❤️. 07:48

Reí al leer aquel apodo. Jamás lo olvidarían. Todo empezó en la secundaria cuando un horrible ratón se coló en el salón de clases. Era una de mis fobias. Cuando se subió por el pantalón de mi compañero y saltó hacia mi cabeza ... me desmayé. Emma y Matt estaban a mi lado cuando volví a abrir los ojos. Ellos me salvado de romperme la cabeza contra la cerámica del piso.

Gracias por preocuparte, Rubio. 07:49

Sonreí nostálgica. Por lo menos aún los tenía, a la distancia, pero los tenía. Tomé mis pertenencias y caminé fuera de la habitación, decidida a enfrentar esta etapa de mi vida y superarla. Hoy no habría desayuno, pero confiaba en que podría comprar algo en el camino o en el casino de la universidad. Mi celular volvió a vibrar. Sonreí sabiendo de quién se trataba.

Between lovesWhere stories live. Discover now