—Las puertas de la empresa van a estar siempre abiertas para ti.—Dice, le doy un sorbo al whisky y dejo el vaso sobre la pequeña mesita.—No lo dudes.

—Gracias papá, pero sabes que no me interesa...—Me interrumpe y se acerca mi sin antes de darle un largo sorbo a su whisky.

—Puede que ahora no te interese, pero tienes un hijo ahora y necesitas dinero para correr con sus gastos y también para los tuyos ¿no?

Bajo la mirada por un momento, cuando Christopher nació mis padres dejaron de darme dinero aunque mi madre a veces igual me daba a escondidas de él pero sé que tiene razón. He trabajado duro y me ha costado demasiado ganarme ese sueldo que al final la mitad es para mi hijo.

Mi padre de todas maneras me costeaba la bencina del auto y eso se lo agradecía, era un peso menos para mi.

—Tienes razón.—Mi padre deja el vaso ya vacío sobre la mesita.

—Tenlo en mente, hijo.—Al oír esa última palabra siento un apretón en mi pecho, esta vez me llamo de esa mera sin ninguna pizca de molestia.

—Lo haré.—Asiente con la cabeza.—Bueno, ahora debo ir a buscar a Christopher.

Sin añadir nada más salgo de su oficina y voy en busca de mi mochila. Mis abuelos como regalo por el nacimiento de su bisnieto me regalaron un asiento de bebé para el auto.

"Otro peso menos ¿no?"

Si...

Hoy traeré a mi hijo conmigo, será la primera vez que estaremos los dos juntos aunque sea por unas cuantas horas.

Valentina.

Termino de empacar en el maletín de Christopher su cuarta mamadera con leche materna, unos cuantos pañales y por ultimo ropa limpia por si mi pequeño se llega a pasar a la hora de hacer popo.

Vuelvo a revisar que todo esté en su maletín y finalmente lo cierro dejándolo sobre la cama. Cameron llegara pronto a buscar a nuestro hijo, estuve de acuerdo con que hoy se lo llevara con él para pasar el día completo juntos.

Y hoy también le iba a dar la noticia de mi boda con Jonathan.

—Nena, tranquila que ya hablamos del tema.—Siento los brazos de mi novio rodearme la cintura.—Nos casaremos en dos semanas, tu madre cuidara a Christopher mientras tu y yo nos ausentamos por nuestra luna de miel.

—Lo hablé con mi madre y ambas estuvimos de acuerdo con que Cameron cuide a Christopher durante mi ausencia.—Digo.

Había hablado con la pediatra de mi bebé ayer en la cita, le conté sobre mi boda y de ausencia de una semana por mi luna de miel. Me dijo que sería bueno que un día antes de que me vaya me extraiga leche materna y poder congelarla para que Cameron le pueda alimentar.

Ya mi pequeño cumplirá sus tres meses y la pediatra me dijo que es bueno que nuestros hijos hasta los seis meses se alimenten de nuestra leche ya que provee de muchos nutrientes.

—Es su papá, sé que cuidara bien de su hijo.—Me sonríe y deposita un beso en mi mejilla.—Voy a ducharme para que después vayamos a ver el lugar en donde será fiesta ¿bien?—Yo asiento, Jonathan toma su bolso donde traía ropa y se encerró en el baño.

Me recuesto en mi cama con mi pequeño junto a mí, comienzo acariciar sus brazos y rostro con delicadeza. En ese momento mi madre toca la puerta pidiendo permiso para entrar.

—Hija, Cameron esta abajo.—Mi madre le hace una mueca graciosa a mi pequeño y deposita un beso en su pequeña frente.—Yo bajo el maletín del bebé, ve que te esta esperando.

Un Papá Rebelde.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora