Capítulo 8

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"Qué tal en Londres?" pregunté. "Muy bien! Hemos acabado el disco ya!" dijo Blas ilusionado como un niño pequeño. Seguimos hablando de su viaje a Londres.

Pocos meses después...

Me han operado la pierna otra vez y puedo ya moverme libre. Estaba recogiendo mi habitación y me llamó Blas.

Blas: Hola mi amor!
Vega: Buenos días!
Blas: Oye, hoy puedes quedar?
Vega: Ya quedo con Dani!
Blas: Y por la noche puedes?
Vega: Claro! Mis padres se van a alguna cena con unos amigos y pues estaré sola.
Blas: Bien! Te recojo entonces?
Vega: No hace falta, preguntaré a Dani si me puede llevar, no te molestes.
Blas: Vale, hasta luego!
Vega: Adiós!

Terminé de recoger mi habitación y me vestí para salir a casa de Dani. Me puse unos leggins negros y una camiseta blanca con zapatos negros. Cogí mi móvil y bajé.
"Mamá, me voy ya! Adiós!" dije. "Adiós, pásalo bien cielo!" dijo y me fui. Cuando salí de casa ya vi a Dani en su coche esperando. Vino a recogerme porque vive bastante lejos. Podría ir en metro pero tardaría más o menos una hora y media. Abrí la puerta del copiloto y me senté. "Hola!" dijimos los dos y nos abrazamos. Empezó a conducir. "Qué tal estás?" preguntó. "Muy bien y tú?" dije. "Bien, bien." dijo y hablamos un poco. "Oye, te importa si viene un amigo?" preguntó. "No." dije. Dani y yo quedamos mucho para jugar Fifa juntos. Ya que los dos estamos obsesionados con el fútbol nos hemos hecho inseparables porque nos entendemos bastante bien.
Tardamos más o menos media hora en llegar a su casa.
Aparcó el coche y subimos a su piso. "Tú enciende la tele y la Playstation y yo voy por bebidas." dijo. "A sus ordenes señor!" dije y hice pose de soldado. Ambos nos reímos. Él se fue a la cocina y yo al salón para preparar todo. Cuando lo hice y me senté en el sofá, volvió Dani con las bebidas y unas cositas para comer. Justo cuando se tumbó a mi lado en el sofá, sonó el timbre. Dani se levantó otra vez y fue a abrir la puerta. Volvió con su amigo y su amigo era Edgar. "Bueno, Edgar esto es-" "Hola Vega!" dijo y me abrazó. "Hola!" dije y le sonreí. "Os conocéis?" preguntó Dani un poco confundido. "Sí, Edgar es mi profesor." dije. "Ah vale." dijo.
Nos tumbamos todos en el sofá y empezamos a jugar Fifa.

Unas horas después...

Seguimos jugando Fifa, o sea no hemos parado. Es bastante divertido jugar con estos dos.
A las 20 horas al final decidí irme, ya que quedo con Blas.
"Bueno, me tengo que ir chicos!" dije y me levanté. "Ya? Son sólo" Dani mira su reloj "las 8!" dijo. "Sí pero es que voy a quedar con Blas por la noche." dije. Entonces me miró con una cara pervertida. "Eres tonto!" dije riéndome. Todos nos reímos. "Venga, yo te llevo." dijo Dani. "Yo puedo llevarte también porque voy por el mismo camino." dijo Edgar. "Tengo que ir a la casa de Blas, no te molestes." dije con una sonrisa. "Que no me molesta!" dijo también sonriendo. "Pues vale." dije. Nos despedimos de Dani y nos fuimos a donde Edgar había aparcado su coche. Nos sentamos en el coche. Le dije la calle y fuimos a la casa de Blas. A Blas le escribí un mensaje y le dije cuánto tardemos en llegar. Me dijo que me esperara en el portal.
Edgar y yo hablamos en todo el camino. Aparte de la vez que estuve en el hospital, nunca he estado fuera de las clases con él. Cuando hay clase es una persona muy aburrida y seria. Pero fuera es una persona demasiado divertida con la que te lo puedes pasar realmente bien.
Llegamos y aparcó el coche. Los dos bajamos del coche. "Muchas gracias por llevarme!" dije y le abracé. "No hace falta que lo digas." dijo y me sonrió. Ay, sigo muriendo cada vez que me sonríe con esta sonrisa. Pero este pensamiento se borró de mi cabeza cuando vi a Blas acercándose a nosotros.

Narra Blas

Pasaron los veinte minutos y bajé al portal. Desde lejos vi que llegaron y bajaron del coche. Me acerqué para saludar también a Dani. Pero cada vez que me acerqué más, pensé que no era Dani. "Hola." dije. Vega me abrazó y me besó. "Hola!" dije. La solté y me giré para ver quién era. Me sonó su cara. Me di cuenta de que era el profesor de Vega pero no podía pensar su nombre. "Te acuerdas de él? Es Edgar!" dijo. "Ah, sí, sí me
acuerdo." dije. "Bueno, vamos?" pregunté pero creo que ha sonado más como un orden. "Vamos!" dijo y se despidió de Edgar con un abrazo. "Adiós!" dijeron los dos y nos fuimos. No dije nada hasta que entramos en mi piso. "Qué hacía él aquí?" pregunté y tengo que admitir, he sonado muy borde. "Me llevó a tu casa porque tuve el mismo camino, así Dani no tuvo que ir todo el camino." dijo. "Y le has llamado para que te recoja o qué?" pregunté bastante fastidiado. "Estuvo allí también. Es un amigo de Dani." dijo. "Te molesta tanto que me haya llevado o qué?" preguntó cuando no dije nada. "La verdad es que sí." dije cruzando mis brazos. "Y puedo saber por qué?" preguntó molestada. "Porque me canso de que pases tanto tiempo con él! Siempre cuando quiero quedar contigo me dices lo mismo, 'tengo clase con Edgar', 'está aquí Edgar'. Edgar, Edgar, Edgar. Me canso, vale? Y quién sabe qué hubiera pasado después del abrazo si yo no habría llegado." dije.

Narra Vega

"Lo único que es, es mi profesor, nada más, vale? Yo ni siquiera sabía que él iba a venir a casa de Dani ni que ellos se conocen. Y le he abrazado porque así lo hacemos siempre cuando nos saludamos o despedimos. Tú abrazas a miles de chicas y yo no digo nada. Quizás a mí tampoco me gusta que te abracen? Pero vamos, flipo con que piensas que iba a pasar algo más aparte de que nos abracemos, flipo Blas. Me tienes tan poca confianza? En serio?" dije con un poco de tristeza. "Es que... Me pongo celoso muy fácil... Lo siento por haberlo dicho..." dijo y me abrazó. Unas lágrimas se me escaparon. "Estás llorando?" me preguntó cuando creo que oyó mis suspiros. Tomó mi cara entre sus manos y me secó las lágrimas con sus dedos. "Es que por un momento tenía mucho miedo de perderte..." dije. "De esto no te tienes que preocupar." susurró y me besó lentamente. Seguimos el beso durante varios minutos hasta que paramos por falta de aire. "Te quiero." dijo y puso su frente en la mía. "Yo más." dije y me volvió a besar. Cuando paramos otra vez me sonrió. "Creo que es mejor si vayamos a la habitación. Donde está una cama." dijo y me guiñó un ojo. "Vamos." le di un beso corto y le agarré el brazo y le arrastré a su habitación. Nos tumbamos en la cama, besándonos. "Nunca te he visto ir tan rápido a la cama." dijo. "Es que tengo unas ganas." dije y le guiñé un ojo. "La enana está madurando?" preguntó riéndose. "Oye, a mí no me llames enana." dije haciendo la enfadada. "Después de esta noche seguro que no." dijo y me besó como si no hubiera un mañana. Paramos otra vez. "Qué calor, no?" preguntó. "Te ayudo." dije y le quité la camisa y la tiré a alguna esquina de la habitación. Él deshizo mi camiseta y mis leggins. Yo abrí el botón de sus vaqueros y bajé la bragueta y le deshice de sus vaqueros. La temperatura siguió subiendo y poco a poco también desapareció nuestra ropa interior.

I See My Dreams In Your EyesWhere stories live. Discover now