I See My Dreams In Your Eyes

Capítulo 6

"Alguien me puede decir qué pasó?" preguntó Marta. "Te lo explico, ven." dijo Álvaro y se fue con ella, dejándome sola con Blas.
"Dime la verdad." dijo. "La verdad sobre?" pregunté. "David." dijo. "Él y yo estuvimos juntos..." dije. "Cuándo?" preguntó. "Hace unos años ya." dije. No dijo nada, ni yo. "Me engañó con otra... Y desde aquel día no volvía a ser la misma hasta que... Hasta que conocí a ti." dije y le volví a besar.
Seguimos así unos minutos y cuando paramos por falta de aire, sólo nos abrazamos, mi cabeza apoyada en su pecho. Entraron Dani y Carlos. "Estás bien Vega?" preguntaron. Levanté mi cabeza y asentí con ella. Y detrás también entraron Álvaro y Marta. Yo seguía abrazada a Blas. "Blas, tengo miedo." le susurré al oído. "No tengas miedo. Yo estoy aquí contigo y hasta que yo estoy, nada ni nadie te va a poder hacer nada." dijo y me besó.
Unas horas pasaron y se fueron los chicos menos Carlos, ya que él se quedaba con Marta. Me fui a la habitación de Blas. Llamé la puerta y entré. Él estaba tumbado en la cama pero se levantó cuando me vio. Me besó y nos tumbamos en la cama, él encima de mí. Seguimos en esta postura unos minutos sin parar el beso. "Vega, tengo que decirte una cosa." dijo. "Dime." dije un poco asustada la verdad. "Mañana nos vamos a Londres por una semana." dijo. "Está bien." dije. "Segura? Es que te llevaría pero como tienes clases..." dijo. "He dicho que está bien." dije y le di un beso corto en los labios. "Es por sólo una semana y además ya sobreviví dos semanas sin ti." le dije. "Esto significa que hoy vamos a disfrutar." dijo y me volvió a besar. Me quitó la camiseta y yo la suya. Y así poco a poco nuestra ropa desapareció en alguna esquina de la habitación. En cuando me di cuenta que estaba desnuda a su lado me entró un poco de... Miedo? Me senté y apoyé la espalda en la pared. "Qué pasa?" me preguntó al ver qué hice. "N-no puedo." dije con la cara en mis manos. "Pero mi amor, no pasa nada." dijo y me abrazó desde el lado. "Me lo podrías haber dicho." susurró y besó mi frente. "Al principio me pareció buena idea pero no sé... De repente tenía... Miedo." dije apoyando mi cabeza en su pecho. "Es tu primera vez?" preguntó y yo asentí con la cabeza. "Pues lo siento por ser pesado." dijo. "No, no es tu culpa." dije. "Es que de repente me entró pánico porque nunca he tenido a un chico tan cerca y desnudo." dije y me reí un poco. A él también le escapó algo de risa. "Mira, aún nos espera mucho tiempo juntos, no? Hay tiempo para probarlo." dijo y empezó a acariciar mi pelo. "Esto espero." dije y le abracé. "Quieres ver una peli?" preguntó para romper el silencio que se ha formado. "Claro!" dije. "Tú ve a coger las palomitas y yo voy por la peli." dijo. Asentí con la cabeza. Pero antes de irme me puse mi ropa interior y la camiseta de Blas que me quedaba bastante grande. Bajé las escaleras y fui a la cocina. Allí estaba Marta. "Por qué llevas la camiseta de Blas?" preguntó mirándome con una sonrisa guarra y subiendo y bajando las cejas. "Quítate está sonrisa que no hemos hecho nada." dije riéndome de su cara, estaba demasiado graciosa en este momento. "Ay que buena mentirosa!" dijo. "Es la verdad!" dije. "Vale, vale." dijo y le volvió la sonrisa. "Pero ten cuidado, no quiero ser tía ya." me guiñó un ojo y se fue de la cocina. Yo encontré las palomitas en uno de los armarios y los puse en el microondas. Esperé unos 3 minutos y cuando estuvieron listas, las puse en una fuente y fui a la habitación de Blas otra vez. "Ya estoy!" dije. Me hizo un señal para que me siente a su lado en el sofá. Me acurruqué a él y él dio play a la película. Era una película de miedo. "Me odias o por qué has elegido esta peli?" pregunté. "Amo cuando te asustas y yo te hago sentir segura." dijo con una sonrisa provocada y le besé. "Pero es la última vez que veo una película de miedo, vale?" dije. Asintió con la cabeza y vimos la peli. Como la última vez, casi cada 5 minutos tuve que esconder mi cara en su pecho porque tenía bastante miedo. Pero no tuve que verla entera porque sin darme cuenta me dormí en medio de la peli.

La mañana siguiente...

Me desperté entre los brazos de Blas. Pero ya no estuvimos en el sofá donde, supongo que, me dormí. "Por fin te despiertas." dice Blas y me besa la frente. "Buenos días." dije. Seguimos aquí abrazados por unos minutos y entraron los chicos. "Blas, salimos en media hora!" dijo Carlos. "Tan tarde es ya?" preguntó Blas mirando la hora en su móvil. Enseguida se levantó. Fue al baño. Yo me levanté y di dos besos a cada uno y les saludé. Por mi suerte David no estaba. Entonces me fui a la habitación de Marta. "Buenos días!" dije y entré. "Buenos días, no quieres vestirte?" preguntó. "A dónde vamos?" pregunté. "Al aeropuerto tonta." se rió. "Ah vale, ya voy." dije y fui a vestirme. Entonces me recogí el pelo y me maquillé un poco. "Chicas, estáis listas?" preguntó. "Sí!" dijimos las dos saliendo de la habitación. "Vamos." dijo Álvaro. Fuera hubieron dos taxis. En el primero nos sentamos Marta, Carlos, Blas y yo. En el segundo se sentaron Álvaro, Carlos, Dani y David que ya estaba dentro. Llegamos al aeropuerto y casi nada ya estuvieron en el vuelo. Marta y yo nos despedimos también y fuimos cada una su casa.
"Mamá, papá, ya estoy!" dije y fui a mi habitación. Arreglé unas cosas para el colegio y después puse un poco de música, 17 años de Dvicio mi canción favorita, y me puse a leer un libro. De repente llamaron la puerta y entraron mis padres. "Vega, tenemos que decirte algo." dijo mi madre. "Qué pasa?" de su todo presentía que no es una noticia buena. "La cosa es que... Aparte de mañana ya no vas a ir al colegio." dijo. "Cómo que no?" pregunté totalmente confundida. "Nos han llamado del colegio y dijeron que allí estás demasiado poco exigida. Vas a tener clases con un profesor particular." dijo. "Pero no quiero!" casi grité. "La decisión es esta. Y no va a cambiar. Mañana a las 10 viene tu profesor y le vas a conocer." dijo y ambos se fueron.
Pero por qué me hacen esto? Lo primero que hice era decirlo a Marta.

Vega: Marta...
Marta: Qué pasa?
Vega: Aparte de mañana ya no iré al colegio
Marta: Pero, qué?
Vega: Mis padres quieren que tome clases con un profesor particular porque los del instituto les han dicho que será mejor para mí.
Marta: Joder... Pero nos quedan los fines de semanas juntas, no?
Vega: Claro, claro
Marta: Pues entonces no hay problema, eh?
Vega: Jajaja, no.
Marta: Venga, te tengo que dejar ahora, hasta luego!
Vega: Hasta luego

El día siguiente...

Me levanté a las 9 y fui a ducharme. Después de la ducha me vestí y me planché el pelo. A las 9:30 bajé para desayunar. "Buenos días." dije a mis padres. "Buenos días." dijeron los dos. Desayunamos los tres juntos y ya pasó la media hora y llegó mi profesor. "Buenos días señor y señora Sanchez!" dijo cuando mis padres abrieron la puerta. "Buenos días Edgar!" dijo mi padre. Yo poco a poco me acerqué y dije "Hola." dije. "Hola, supongo que tú eres Vega?" preguntó. Asentí con la cabeza. "Yo soy Edgar, tu profesor." dijo sonriendo. Tengo que admitir que tiene la sonrisa perfecta. Qué he dicho?
Se formó un silencio entre todos cual Edgar rompió. "Bueno, empezamos con las clases ya?" preguntó. "Vamos." dije y fui a mi habitación para coger mis libros, cuadernos, etcétera.
Fuimos al salón porque allí la mesa es más grande y la luz es mejor. "Por dónde empezamos?" pregunté. "Lo que tú prefieras." dijo. "A mí me da igual." dije. "Pues si estuvieras en el colegio ahora mismo, qué asignatura tendrías?" preguntó. "Mates." dije. "Vale, pues empezamos con mates." dijo. Saqué mi libro de matemáticas y empezamos a hacer ejercicios y todo. Una hora después hicimos una pausa y queríamos cambiar a hacer lengua pero al final decidimos que haremos cada día otra asignatura. Los lunes matemáticas, los martes lengua, los miércoles inglés, los jueves francés y los viernes educación física.
La verdad es que es un chico muy majo. Es rubio y tiene los ojos castaños. Y como ya había dicho, una sonrisa demasiado bonita. Me distrajo el sonido de mi móvil, alguien me estaba llamando por video-llamada. Vi mi móvil y era Blas. Lo iba a coger pero me paró Edgar. "Que no estás en el colegio no significa que puedes estar con el móvil." dijo y me lo quitó. "Devuélvemelo!" dije. "No, cuando haremos una pausa puedes estar con el móvil, ahora no." dijo muy serio. "Que me lo devuelves, joder!" dije casi gritando. "No, ahora sigue con el ejercicio." dijo y ya había colgado Blas. De mala gana me puse a acabar el ejercicio. Cuando lo acabé hicimos una pausa y me devolvió mi móvil. Vi que había varías llamadas y mensajes de Blas. Le llamé inmediatamente.

Vega: Hola
Blas: Hola mi amor, qué tal?
Vega: Bien, tú y los chicos qué tal?
Blas: Estamos super bien! Londres es alucinante! Por cierto, tenemos que ir una vez juntos jajaja.
Vega: Ojalá!
Blas: Te echo de menos...
Vega: Y yo... Cuando acabo de estudiar no voy a alejarme de tu lado! Estarás bastante harto de mí.
Blas: Seguro que no porque siempre me haces falta.
Vega: Te como! Mira, ahora tengo que seguir con la clase, luego te llamo.
Blas: Vale, hasta luego!

Puse el móvil en la mesa y seguimos con la clase hasta las 17 horas. Entonces se fue.
"Qué tal las clases con Edgar?" me preguntó mi padre. "Fatal. Quiero volver al colegio." supliqué. "Esto es lo que hay. No puedes volver." dijo mi madre. "No sé por qué me hacéis esto..." dije y me fui a mi habitación. Llamé a Blas pero no me respondía. Igual estarán grabando o algo. Entonces me puse a leer.
Unas horas horas después por primera vez entró mi madre a mi habitación. "Vega, ven a cenar." dijo. "No tengo hambre." dije sin mirarla. "A lo menos baja." dijo. "No quiero." dije y se fue.

Tres días después...

Hoy nos tocaba francés y la verdad es que el francés se me da muy mal. Espero que así cuando estoy sola lo pueda aprender. Llegó Edgar como todos los días a las 10. Enseguida empezamos. Y si estoy sincera me ayudó muchísimo. Es la primera vez que pillo algo del francés y es gracias a su ayuda. Y está empezando a caerme bien y creo que yo a él también. El primer día creo que en cada momento nos queríamos matar al otro porque yo era demasiado borde con él porque bueno quería ir al colegio. Pero bueno... No lo puedo.
Como todos los días se quedó hasta las 17 horas y se fue.