17 de diciembre 1:56 a.m.

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Salí por la puerta y fui decidido hasta estar frente a él.

Seguía sonriendome.

Dijo que no podríamos escapar, sabía donde estábamos viviendo y cuando menos me lo esperase ella desaparecería sin dejar rastro.

Cada vez sentía la adrenalina más alta, estaba comenzando a temblar y mi odio crecía.

El seguía riendo mientras decía que una prostituta no podía tener una vida normal, su pasado siempre la perseguiría.

Sin pensarlo dos veces puse el cuchillo frente su garganta, su sonrisa se disipo y yo apreté cortando su cuello.

El cayó al suelo. Me fui corriendo a casa nervioso.

SofíaWhere stories live. Discover now