Salí por la puerta y fui decidido hasta estar frente a él.
Seguía sonriendome.
Dijo que no podríamos escapar, sabía donde estábamos viviendo y cuando menos me lo esperase ella desaparecería sin dejar rastro.
Cada vez sentía la adrenalina más alta, estaba comenzando a temblar y mi odio crecía.
El seguía riendo mientras decía que una prostituta no podía tener una vida normal, su pasado siempre la perseguiría.
Sin pensarlo dos veces puse el cuchillo frente su garganta, su sonrisa se disipo y yo apreté cortando su cuello.
El cayó al suelo. Me fui corriendo a casa nervioso.
YOU ARE READING
Sofía
Short StorySe encuentran por puro azar en aquel restaurante 24h en el que él trabaja en el turno de noche, y casi sin darse cuenta, como un acto reflejo, ofrece su ayuda a esa joven que parece tener problemas. Ella no tenía esperanza de futuro; él, ganas de of...