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ChanYeol espera con paciencia. Sabe que en cualquier momento por aquella puerta pasará una de sus personas favoritas. Sabe que el joven Byun, encargado del almacén vendrá en cualquier momento. Ya sabe a lo que viene, y ChanYeol hoy, tiene una respuesta.

Después de mucho pensar, de retractarse, de volver a pensar y repetir el ciclo miles de veces, encontró una respuesta que le favorece a ambos. Tal vez a uno más que al otro, pero al final ambos tienen lo que quieren. El jefe Park piensa en darle lo que el muchacho de cabellos platinados quiere, pero todo tiene un precio.


¿Cuál es tu preció, Byun BaekHyun?


Por otro lado, detrás de la puerta, intentando controlarse, y verse lo más tranquilo posible; está BaekHyun. Respirando hondo y diciéndose a sí mismo: “Si se puede. Tal vez hoy es mi día.”  Y vaya que tiene razón. Toma una bocanada de aire, y decidido, gira la lustrada y brillante perilla de la puerta de la oficina de su jefe. BaekHyun ya no toca antes de entrar, porque sabe que el hombre tras esa puerta lo espera. Así como BaekHyun ya sabe cual será la respuesta que le darán allí dentro.

ChanYeol está sentado en su silla de cuero color negro, dándole la espalda a quién sea que entre por la puerta. Pero internamente está esperando el momento en que la puerta haga ese rechinido que suele hace cuando alguien entra. BaekHyun rueda la perilla con la mano temblorosa, aunque es un cliente frecuente en esa oficina aún se siente nervioso al estar frente aquel hombre. Su jefe es muy alto, y da la impresión de ser muy frío. Su vocabulario es muy extenso, hay cosas que BaekHyun no entiende algunas veces, tiene una mirada penetrante, y un aura de seriedad magistral. Su jefe es un hombre digno de respetarse, con sólo verlo te sientes cohibido.

De repente, ChanYeol sonríe. Pues aquel rechinido por fin se hizo presente, y eso es como música para sus oídos. Luego un par de pasos acercándose hasta volver al silencio. BaekHyun ya está frente a su escritorio, mirando aquella silla moverse con levedad. ChanYeol sólo espera que el joven hable, y sólo así podrá empezar con su cometido. BaekHyun aclara su garganta para llamar la atención de su jefe, y lo logra; pues ve como la silla se mueve un poco más y después se gira por completo.

—Señor Park, buenos días.— BaekHyun habla casi en un murmuro.

—Buen día joven Byun, ¿Qué se le ofrece?— era ridículo de su parte preguntar cuándo ya sabía la respuesta pero aún así, debía seguir con su teatro.

—Usted lo sabe señor. Vengo a discutir con usted... ¿Ya me dará aquel ascenso, más horas extras o una mejor paga?— pregunta BaekHyun con la voz fastidiada, casi desganada.

—Lo estuve pensando... Creo que ya es hora de que seas algo más aquí... Pero estás consiente de que nada es gratis, ¿Verdad?— ChanYeol por fin dio la cara; y volteó la silla para poder ver a su empleado. —Toma asiento por favor.

BaekHyun obedeció, y con timidez se sentó en la otra silla que era realmente cómoda. Pero ni la comodidad de aquella silla podían hacer que evitará pensar en eso que escuchó salir de los labios de su jefe: “Lo estuve pensando”.

BaekHyun se sentía tan feliz y animado de sólo oír esas tres palabras, pues su mente automáticamente empezó a crear miles de fantasías donde ya podría gastar dinero sin preocuparse de que se quedaría sin el. Pero la voz ronca y áspera de su jefe lo sacó de sus pensamientos bobos.

—Lo... lo siento Señor Park...— pidió disculpas por no prestar atención. —S-sí... losé, nada es gratis. ¿Me dará una oportunidad, Señor?— preguntó con un ligero tono de felicidad en su voz.

—Más que eso joven Byun. Usted será mi asistente personal, ¿Le agrada la idea?— ChanYeol se levantó de su silla y rondó al rededor de su lujosa oficina y esperó una respuesta detrás de BaekHyun.

—Señor Park... ¿Usted está hablando en serio?— BaekHyun no podía creerlo. Simplemente no podía. Su jefe le estaba dando todo en bandeja de plata y él solo debía decir que . Pero BaekHyun tenía un mal presentimiento de todo esto.

—Sí, muy en serio. ¿Aceptas, Byun?— ChanYeol sonrió desde atrás de BaekHyun, el contrario ya casi estaba cayendo en su juego, y si decía que sí, ya no habría vuelta atrás.

BaekHyun lo pensó por un momento. Casi fueron años para el hombre de traje. Pero al final BaekHyun dió una respuesta. ChanYeol no podía estar más feliz, había obtenido lo que quería, y también BaekHyun había obtenido lo suyo, eso que tanto anhelo desde hace mucho tiempo, ahora ya lo tenía. Sólo le restaba hacer lo que su jefe le dijera, después de todo sería su asistente personal.

MI JEFE ✧ CHANBAEK *。Where stories live. Discover now