Parte 10

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Advertencia: Este capitulo tiene muchas faltas ortográficas, ya que no tuve tanto tiempo para editarlo. Se le recomienda discreción.

Aiden me miraba, esperando una respuesta a lo que había ocurrido. No quería decirle nada acerca de Evan, no quería que lo encerraran por mi culpa.

-¿Por qué lo hiciste?.-Pregunto con su profunda voz.

-Es muy largo de explicar.

-Tenemos todo el tiempo del mundo, comienza a hablar.-Exigió.

Suspire y lo mire a los ojos: -Mi vida apesta, ya nada esta bien, las cosas con ese acosador se pusieron intensas, mi cordura no es la mejor que digamos, ya ni siquiera puedo dormir o socializar, creo que directamente estoy muerta.

>>Estaba harta de ver lo que se había vuelto mi vida, estaba harta de todos esos feos recuerdos y estaba harta de todo lo que tiene que ver con hospitales o grupos de ayuda. Cuando volvía de el grupo de apoyo, un hombre de la calle se me acerco diciendo que tenía la solución de mis problemas. Obviamente no le creí y lo mande al diablo, pero el hombre no se rindió y me entrego una bolsa con algo blanco.

-¿Y tu simplemente tomastes drogas de un desconocido y las ingeriste porque si? ¡Te es estas volviendo loca!.-Grito enfurecido.

-Cierra la boca, Aiden.-Lo calle.-La cosa fue que me hizo el monologo de Blancanieves; toma esto y todos tus problemas se irán, todo será mejor y estarás más feliz que nunca, bla bla bla, y claramente, como imbécil, acepte.

-Nina, ¿acaso te volviste loca? ¡Quién sabe de donde saco esas cosas! ¡¿Con qué las habrá preparado o a quién se las habrá comprado!?.-Siguió gritándome. Okay, esto ya me esta hartando.

-¡Usa tu cabeza Nina, tienes que pensar antes de actuar como idiota...!

-¡Aiden, cierra tu puta boca de una maldita vez, joder! ¡Me provocas jaqueca!.-Y allí, explote.- ¡Tu eres el maldito imbécil, que vive pegado a que yo este bien y nada más! ¡No estoy bien y probablemente jamás vuelva a estarlo!.

Y entonces, me miro con la mayor expresión de decepción que nunca antes hubiera visto. Y eso, me mato.

-Yo, lo sient...

-No, ¿sabes qué? Vete al diablo, Nina-tomó su chaqueta y camino asía la puerta.-Intento siempre hacer lo mejor para ti y tu solo me pagas con problemas y gritos, yo no quiero eso, ya no más.

Abrió la puerta y salió dando un portazo. ¿Qué mierda acaba de pasar?.

<<Pues, creo que has tirado a la basura lo  único de amor que tenías en tu vida, idiota>>

Una lagrima se deslizo por mi mejilla ante tan duro pensamiento. Era verdad, lo había arruinado, pero creo que era lo mejor, no se puede mantener algo serio en momentos como este. Limpie rápidamente las lagrimas que caían sin control por mis ojos, no dejare que ningún hombre me vuelva a hacer llorar.

El teléfono comienza a sonar, yo solo lo observo desde donde estoy, sabiendo que quien esta detrás del teléfono, es mi acosador. Camino lentamente hasta el teléfono y lo tomo.

"Número privado".

Por supuesto que si.

-¿Qué quieres?.

-Ah, Nina, que bueno que sepas que soy yo.-Habla con su siniestra voz, aquella que me pone la piel de gallina.

-Si, bueno, dime que es lo que quieres.-Le corto el rollo.

-Bueno, pensé que como extrañabas tanto a tu novio, yo podría hacerte compañía.

Luego de que dijo eso, las luces se apagaron. Mierda, aquí vamos otra vez.

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