~CAPÍTULO 23~

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P.O.V. SHAWN

Al parecer habían acatado muy bien las órdenes.
Había más de cien lobos en el campo de entrenamiento.

-¡Alpha!- Dijeron al unísono. Fruncí el ceño extrañado pero lo dejé pasar por alto.

-Estamos reunidos para ir a la manada Water Lake, donde tienen secuestrada a mi mate. Iremos allí, atacaremos a la manada y saldremos de allí en nuestra forma de can. ¿Entendido?- Tenía mis manos detrás de mi espalda, mientras daba paseos mirando a cada uno de los hombres.

-¡Entendido!- Gritaron.

-No hay tiempo que perder- Me transformé en lobo y todos lo hicieron después de mi.

Moví un poco mi cabeza indicando el camino.

Comencé a correr sintiendo otras más de cien pisadas detrás de mí.
...

Llegamos, el viaje había sido corto. O eso pensaba yo.

Me giré para ver a los lobos, jadeando de cansancio.

~Podéis descansar un cuarto de hora~

Todos se tumbaron debajo de los árboles, mientras yo planeaba el ataque.

*Un cuarto de hora después*

~Atención, éste será el plan~

_ _ _ _

~¿Entendido?~ Pregunté después de haber dicho el plan de ataque.

~Entendido~ Dijeron todos.

Me eché a un lado, viendo como desfilaba cada uno de los guerreros, adentrándose en la manada.

El último guerrero entró. Y de los más de cien lobos que había, entre ninguno de ellos estaba mi padre. Y eso me dolió bastante, pues él se había negado a salvar a mi mate.

Gruñí.

Corrí hacia ellos. Una vez enfrente de la entrada, todos llevaron a cabo el plan.

~Pero...~ Espetó uno.

~Aquí no hay nadie, Alpha~ Terminó de decir otro.

~¿Cómo?~ Corrí y yo mismo pude comprobar que estaba solo, no había nadie de la manada Water Lake.

~¿Y ahora que hacemos?~ Observé todo el lugar con atención. En busca de algún rastro de vida.

~Buscad bien, es imposible que no haya nadie en una manada~ Asintieron y salieron corriendo.

Yo corrí hasta el calabozo o prisión. Intenté hacer el más mínimos ruido posible. Terminé de bajar las escaleras, que me había costado bastante bajarlas en mi forma de lobo.

Inspeccioné cada una de las salas que había. Hasta dar con la última. Moví un poco mi cola por la esperanza de que Skyla estuviera ahí.

Me asomé, y allí estaba Skyla. Sentada en un rincón con sus rodillas en el pecho.

Moví mi cola, estaba muy feliz.

Ella no se había dado cuenta de mi presencia. Hasta que alzó su cabeza, oliendo el aire.

Nuestros ojos se encontraron.

-Shawn- Corrió hasta las rejas.

Lamí sus manos y un poco de su cara.

Empecé ha hacer movimientos de juego y a tirarme en el suelo viendo como ella reía.

-Shawn creí que no vendrías a por mi- Gemí triste.

ShawnWhere stories live. Discover now