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-Kirstie. Kirstie, despierta.- gruñí cuando sentí a Nathan tomar mis mejillas.-Kirstie, joder.

-Auch.- chille. El río, diciendo alguna excusa estúpida.-No, no. Tu no jalaste mi cabello.

-Nena, hay problemas.

-¿Que paso?- me acomode otra vez entre las mantas, queriendo fundirme con estas.

-Mm, hay fotógrafos afuera.- musito. Me tense hasta que recordé que mama había contratado a varias revistas para tomarnos fotos.

-Mi mama...

-No, no, esa chica ya estuvo aquí, tomo algunas fotos de nuestra fogata, de la tienda y se fue. Estos son unos diez que están allí afuera, murmurando mientras esperan que salgamos.

-No jodas.- me levanté de golpe, por lo que la manta se salió de mi cuerpo y el subió las cejas, mirando de reojo mis piernas.-Vale, vale, mis ojos. Aquí. El rio, pero levantó las manos inocentemente.-Llamare a mama para que arregle esto.- gruñí. Busque mi celular en la maleta de Nathan. Abrí mis ojos como platos, y como última opción, lo busque en mi sostén.-Nathan.- chille.

-Lo se, lo se, lo siento.- se rasco la nuca y luego pasó la mano por su cabello.

Nota: Nathan se ve increíblemente bien ahora. Bueno siempre. Pero su cabello está muy, muy desordenado y tiene ese look de...

-Kirstie.- frunció el ceño.-Te estoy hablando.

-Si, Uhm, yo...eh, si.- cerré la boca antes de que salieran más balbuceos y hice un puchero.-¿Que estabas diciendo?

-Debemos salir antes de que se cansen de esperarnos, y decidan hacer algo.

Asentí, de acuerdo con el y nos levantamos -'Levantarnos' me refería a estar agachados, ya que la tienda no nos permitía más -

-Espera, Nathan, no voy a salir con esto.- señale el mini-short y el recorrió de nuevo mis piernas. Me acerque a el y le di un golpe en la mejilla.

-Mierda, Kirstie.- gruño y asintió, buscando algo en su pequeña maleta -Creo que compraría uno así. Joder, es tan pequeño y tiene tantas cosas- Me daré la vuelta, ponte esto.- dejo en mis manos un pantalón de chandal color gris.

-Okay. Pero cierra los ojos.- murmuro algo y tapo sus ojos con las manos.

Intente no mirar como sus músculos se tensaban cuando me dio la espalda, y quite rápidamente el bendito short. Me puse arrastrando me de nuevo el pantalón largo y también puse los botines en mis pies. Hice una bola con mi jean ajustado y la remera y toque su espalda.

-Ya.

-Vale- se dio la vuelta y empezó a meter de golpe todo en su pequeña maleta. Intente no pensar en las consecuencias que traería todo esto. Todo. Tanto que me vieran con ropa no tan tipo Jenner, que compartiéramos tienda.-Entonces, mi auto esta a unos metros. Simplemente sígueme.

-Tienes que correr.-mire mis botines e hice una mueca.-Corres, pero no me sueltes de la mano.- Nathan alzo las cejas, una sonrisa apareciendo en sus labios.-E-es porque, eh, no quiero, no me quiero caer, ¿Vale? Deja de mirarme así.

Río y puso una camisa blanca con cuello 'V' en su torso desnudo. Se calzo los zapatos y trato de arreglar su cabello, desordenandolo mas.-Déjalo.- tome sus manos y las aparte, dejando su cabello desordenado, justo como estaba.

Deje de mirar su cabello castaño y baje la mirada a sus ojos, que también me miraban. Su mirada bajo a mis labios, e ignore que mi respiración se hacia irregular, casi que temblaba.-Eres muy hermosa, Jenner.- susurro. No respondí, seguía medio drogada, feliz de que el lo estuviera también conmigo.

Cuando sentí que estaba acortando la distancia, gire mi cabeza, y sus labios chocaron con mi mejilla. Moría por sentirlos un poco al otro lado.

-No-murmure. Escuche su suspiro y lo sentí, en mi cuello. Para mi sorpresa, dejo un beso en esa parte, antes de alejarse con una sonrisa. Me tense, casi derritiendome allí mismo y aclare mi garganta, arreglando mi cabello.-Vale. Mejor vayámonos ya.

-Si- Puso su maleta al hombro y desde ya tomo mi mano, apretándola.-Bueno, ¿Algún consejo profesional antes de lanzarnos a esta locura?

-No levantes la mirada.

Y el asintió. Y bajo la cremallera. Y yo suspire.

Nos arrastramos fuera, y entendí a lo que se refería. No eran diez. Eran mínimo unos veinte paparazzi, y todos apuntaron hacia nosotros apenas nos vieron. Sentí los flashes en mi rostro, pero me concentre en los zapatos Nike de Nathan. Le dio un apretón a mi mano y jalo de ella, para que lo siguiera.

Paso su brazo por mis hombros, y me junte lo mas que pude a su torso. Los paparazzi nos gritaban millones de preguntas, exclamaciones y hasta pude escuchar una que otra mala palabra.

Nathan caminaba, apartando las pocas hojas que se metían en nuestro camino. Llegamos al auto muy pronto, el abrió la puerta para mi, y entre, casi cayéndome en el intento. El le dio la vuelta al auto, los paparazzi acercándose mas. Entro a mi lado y murmuro un bajo 'Maldición', y comenzó a conducir fuera de allí.

Todo fue silencio unos minutos después. Yo solo mirada por la ventana, todos los arboles y las casas que se veían a lo lejos. Cuando el silencio era casi insoportable, el lo rompió:

-Demonios, eso fue...¿Siempre son así?- gire y su rostro tenia el ceño fruncido.-Que molestos.

Molestos es poco, colega.

-Si, siempre son así.- fruncí los labios. El miro un segundo hacia mi mueca y la regreso al camino.-Ya creo que me estoy acostumbrando.

-Si, claro.- dijo riendo, lo mire confundida y el me señalo su móvil.-Desbloquealo. Presione el botón de arriba y una imagen mía, la otra vez que estaba en los edificios de E! y saque el dedo hacia los fotógrafos.

-Oh, mierda. ¿Porque tienes esto? ¿Aquí?- Tiene mi puta cara como foto de bloqueo en su puto iPhone.

-No lo se. Me hace gracia.

Oh, bueno, gracias.

Lo que quedo del camino me dedique a desbloquear y bloquear su móvil, varias veces. Me di cuenta que ya estábamos cerca de mi casa y tantee la parte de atrás, en busca de mi bolso. Lo encontré y lo puse en mis piernas, jugando con mis uñas.

-Entonces- frunció los labios, cuando estuvimos en frente de mi casa. Abrí la puerta y saque las piernas, volteando a verlo.-¿Nos volveremos a ver?

Mi rostro tomo un color carmesí y puse un mechón detrás de mi oreja, mordiendo mi labio.-No-no lo se. Eh, ¿Si? Tal vez. Si tu...Si. Osea, bueno.

El sonrió, pasando la mano por su cabello. Bueno.

-Cuando tu quieres, muñeca.- se acerco a mi, dejando un beso en mi mejilla, demorándose mas de lo que debería. Quiero decir, son las diez de la mañana. No me he bañado. Tampoco cepillado. Ni siquiera me quite el poco maquillaje que llevaba ayer. Y si me sale algún grano, juro que lo...-Nos vemos luego.- Salí de su auto, medio atontada y cerré la puerta, caminando hacia la puerta de mi casa.

Gire la cabeza y el alzo la mano, despidiéndose y sonrió, siguiendo su camino. Suspire como idiota y abrí la puerta, con ganas de dormir en la bañera.

Mientras subía las escaleras, quitándome la liga del cabello y los pantalones -No había nadie a esa hora- me detuve de golpe. Mi celular.

¡Mi celular!


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Andrea Gon, te ignorare jaja

I Lof Yu <3






«La Tercera Jenner»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora