Capítulo 1

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Jack:The Joker

Jack se removió adolorido en el piso de aquel sucio lugar, frunció el ceño y trató de acostumbrar su visión a la penumbra. Aquella habitación estaba apenas iluminada por la luz de la luna, que entraba por los vidrios rotos y sucios del ventanal que había delante de él.

No sabía donde estaba, pero tenía la certeza de como había llegado allí.

Otro cliente que lo follaba, le daba una paliza y se iba sin pagar. Para colmo, ese tipo había tenido la osadía de desnudarle y robarle su ropa. Por suerte, le había dejado su percudido sobretodo.

—Maldito hijo de puta- masculló

Se puso de pie a duras cuestas y sus huesos crujieron dolorosamente dándole la sensación de que muy pronto dejarían de sostenerle. Su cuerpo estaba inmundo, olía a semen, orines y su cabello era un amasijo entre esas sustancias y sangre seca.

Se llevó una mano a la cabeza cuando sintió un pinchazo agudo en la frente y se descubrió allí una herida. Apenas la tocó con los dedos, cuando el ardor le hizo gemir. A pesar de ello, no parecía ser profunda.

Colocándose su abrigo se dispuso a salir de esa casa, que parecía deshabitada hacía bastante. Empujó una pesada y destartalada puerta y caminó por un pequeño jardín lleno de malezas, hasta unas rejas que permanecían cerradas. Se trepó a ellas y al saltar no pudo evitar cortarse la pierna con una punta filosa.

–¡Genial!, Otra cicatriz para sumarse a las demás- se quejó indignado observando la cortadura que empezaba a sangrar.

Avanzó entre la gente que iba y venía por las calles de la ciudad, tratando de ignorar las miradas poco disimuladas que le dedicaban. Odiaba eso, que le prestarán esa clase de atención, porque sabía que no era solamente por la suciedad que tenía,- había muchos más indigentes en igual o en peor condición que él- sino que era por las notorias cicatrices en su rostro, esas, que le habían valido el apodo de aquel villano demente, enemigo de un hombre murciélago, mucho más desquiciado -en su opinión- que él.

"The joker", era así como todos le llamaban,  a causa de esas dos horribles marcas que salían de ambas comisuras de sus labios, hasta casi llegar a sus pómulos. Lo que nadie sabía, era la historia de las mismas, pero él tampoco la recordaba del todo.

Le habían contado que cuando era pequeño, su padrastro y otros hombres habían abusado sexualmente de él. Las cicatrices se las ocasionaron ese día, pero él no tenía idea de como se las habían hecho. Un cuchillo, tal vez, y él se vería en la obligación de cargar con ese fatídico suceso para siempre, sin la posibilidad de llegar a olvidar a pesar de que los detalles, se hubiesen disipado de su mente.

Siguió su camino hasta que se encontró con Marcus, su amigo de la infancia, quién junto a él, había sufrido la perversión de su padrastro y de muchos otros hombres más. Según lo que el joven travesti le había comentado, llevaba varios años en ese prostíbulo para menores, antes de conocerle.

Jack jamás olvidaría ese atardecer, que marcaría su vida para siempre, cuando su padrastro le había llevado a ese sitio con intenciones de dejarlo allí. Gracias a la buena acción de uno turistas, que se habían perdido, sus planes se habían visto truncados, y fue detenido.

–¡Marcus!- le llamó para que le viera y se acercó a él

–Cariño, ya te he dicho que no me llames así... Mi nombre es Hilari, Jack... ¿Dónde están tus pantalones? ¿Y tus zapatillas?

–Y mi remera... El hijo de puta que se fue conmigo, me dio una paliza y me robó la ropa

–Y, ¿Para que querría tu ropa?

Jack: The JokerWo Geschichten leben. Entdecke jetzt