He's my Exodus

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Se acercaba la hora. El ensayo estaba acabando por hoy y Baekhyun se encontraba cada vez más nervioso. Y no por el próximo comeback y demás promociones; sino por Chen. Incluso su bello se erizaba al solo pensar en si esa misma tarde, al finalizar de nuevo el entrenamiento y a la misma hora que el día anterior, sucedería lo mismo; o más. El caso es que la ansiedad de no saber qué hacer en aquella situación, lo estaba envolviendo como Chen lo había hecho con su...
Baekhyun se tropezó y cayó al suelo, ruborizado al recordar esa sensación, esa desbordantemente maravillosa sensación. Y hablando de desbordar...
Volvió a resbalarse justo cuando se estaba levantando, tapándose la cara del calor en sus mejillas, las cuales no era lo único que se le acaloraba en el momento. No podía permitirse eso ahora, estaba con todos en la sala. De repente, una mano tocó su hombro, justo tenía que ser él.
-Eh Baek, ¿estás bien? -preguntó Jongdae riéndose con esa sonrisa deslumbrante-.
-Alguien está muy despistado hoy, me han dicho...-bufó Kai, regañándolo aparentemente. Pero luego sonrió maliciosamente -...no andarás con rollos de faldas, ¿verdad Hyung?-concluyó riéndose.
-¿¡Q-qué!? ¡Ni hablar! ¿De qué demonios hablas? -se enfadó al instante, por el agobio de la situación.
-Tranquilo hombre, no pretendía molestarte tanto...-se disculpó con otra sonrisa pervertidora más, ladeada. -Bueno -secándose el sudor- me voy ya, debo liberar tensiones. ¿¿¿Kyungsoo??? -yéndose de la sala.
Sin Baekhyun haberse percatado, ya todos los demás se habían marchado.
Sí; se encontraba de nuevo a solas con Chen.
Se levantó de manera violenta, delatado por el temblor de su pierna derecha. Chen se quedó observándolo impasible, en silencio pero fijamente. Como quien acecha a su presa.
-¿Qué? -habló Baekhyun en un tono agresivo, temblándole una ceja acorde a su pierna.
Jongdae estalló en una carcajada, divertido por la expresión, de ninguna manera imponente, de Baekhyun.
El centro de las burlas tembló más, pero ahora hervía de ira. Estaba harto de que jugaran así con él. De que Chen jugara así con él. Se dio la vuelta dispuesto a salir corriendo de la sala de baile, no soportaría un minuto más de aquella humillación.
Pero el origen de su enfado y tembliques, lo agarró del brazo.
-Baeeeeeeekhyun -pronunció despacio y en tono apenado, pero sonriendo.
El nombrado se safó del impedimento y continuó con pasos firmes. Pero Chen no desistió y volvió a agarrarlo; aunque no de la misma manera.
Esta vez se lanzó sobre su espalda, tirándolo al suelo e incrementando, por lo tanto, su enfado.
-¿Qué te crees que estás ha...? -comenzó ardiendo en ira, pero enfriando su tono de manera progresiva.
Chen lo abrazaba por sus hombros, suavemente.
-Eh...-susurró al oído de Baekhyun-no te enfades...-dijo en tono tristón, aniñado. Parecía mentira que tan sólo apoyarse en él así, sin ejercer fuerza alguna, pesara tanto en Baekhyun como para cambiar automáticamente su actitud.
Ante este silencio, Chen se impacentó y decidió dar más de su insorteable aegyo, abrazándolo esta vez por la cintura.
-Baeeeeekhyun -volvió a pronunciar despacio, poniendo morritos y apoyando su barbilla en el cuello del ahora aparentemente mudo. Quien al momento recordó que Chen no sólo le había provocado tembliques y enfados...
Baekhyun tenía un problema bastante grande, y tenía que arreglarlo pronto.
Se deshizo del abrazo de Jongdae bruscamente, dándose la vuelta y así enfrentándolo. Vaciló durante un momento ante la mirada espectadora del recién rechazado, y luego precipitó sus manos a la camiseta sudada de Jongdae, tirando hacia él y besándolo en los labios. Realizó este acto con una confianza que desde luego sorprendió a Chen, pues además sus labios se movían con destreza y pasión sobre los suyos. Y obviamente esto lo estaba sometiendo a los deseos de Baekhyun. Pero eso no era ni por asomo suficiente para domesticar a un tigre.
Chen se apartó de Baekhyun empujando su pecho, ahora era él el sorprendido.
¿Qué estaba haciendo mal?
-No te preocupes, pequeño. Es tan sólo que yo soy indómito. -respondió fríamente, como volviendo a leer la mente de Baekhyun. Como la última vez que algo iba a ocurrir. Como la última vez que, de hecho, algo sucedió.
Baekhyun se percató de esto, e inmediatamente temió saber lo que venía después. ¿Realmente era tan difícil someter a Jongdae a deseos que no fueran los suyos propios? ¿O...?
-Eres tan naturalmente sumiso, que me es imposible siquiera controlarme -respondió de nuevo Jongdae a sus pensamientos, aunque esta vez con una voz aterciopelada y comenzando a atacar el cuello del menor con besos lentos y algunas ligeras mordidas. Lo cual hizo enrojecer a Baekhyun, añadiendo el hecho de que había vuelto a conocer sus pensamientos. Sobra decir que éstos ahora se encontraban borrosos, turbándose conforme Chen iba deslizándose por su marcable cuerpecito. Era Jongdae ahora quien agarraba la camiseta del menor.
Tiró de él con brusquedad, quedando unos pocos centímetros entre sus rostros. La mirada de Jongdae penetrando en la de Baekhyun no necesitaba explicación; simplemente iba a pagar su osadía. Era una mirada agresiva, casi parecía contener ira ardiendo en sus ojos, dejando a Baekhyun completamente absorto, como sumergido en otro mundo del que ya no podía escapar.
Sin embargo, esa aparente molestia no era más que un pretexto para justificar el capricho insaciable que sentía por poseer a Baekhyun.
Se relamió los labios, saboreando la esencia del ligeramente mayor. Luego, sin aguantar más sus impulsos, abrazó la cadera de éste en un movimiento violento, apretándolo contra él, haciéndolo parecer tan asustado como sorprendido. Aun así, Baekhyun no parecía oponer resistencia alguna.
Chen continuó pues, aproximándose a su rostro, para virarle el cuello con la otra mano y besarle el borde de la mandíbula sutil y lentamente. Casi imperceptible y a la vez tan sensitivo. Subió furtivo hasta el lóbulo de su oreja, mordisqueándolo certeramente mientras su mano se deslizaba por el cuello de Baekhyun, y la otra, férrea, apresándolo contra su cuerpo.
-Delicioso -articuló susurrando Jongdae apartando ni dos milímetros sus labios de la piel de Baekhyun. Quien estaba tan ausente de este mundo que tan solo apoyaba su cabeza en el hombro del menor, como aceptando inevitablemente que había fracasado en su intento de cambio de papeles.
Sí, seguía odiando que Chen jugara de esa manera con él. Pero a la vez le embriagaba tanto...
Pensando esto, cerró los ojos con fuerza y se mordió el labio. Pero una caricia repentina lo despertó de su ensoñación, ¿siquiera había estado despierto todo este tiempo? En ese momento recordó la presión contenida bajo su vientre, volviéndose a morder los labios con vergüenza.
El enrojecido intentó huir de los brazos de Chen con todas sus fuerzas, apartándose para salir de ellos, pero éstos lo aprisionaban aún más. Se dio la vuelta para ejercer más fuerza, lo cual fue más que inútil. Es más; para cuando se dio cuenta su fuerza se había anulado y se encontraba en una posición bastante comprometida.
Chen suspiró en su oído, mientras continuaba abrazando sus caderas aunque esta vez apretándolo más contra él, contra sus propias caderas. Fue un claro suspiro de excitación, era normal teniendo la retaguardia de Baekhyun completamente apoyada en su miembro, tras unos pantalones que contenían una reciente erección.
Chen como siempre tan fogoso.
El rostro de Baekhyun se mostró descompuesto; había entrado en la boca del lobo, y no sabía si tener miedo o...bueno, ya tenía miedo, así que no quedaba otra opción que tragar saliva como lo hizo, sonoramente.
A lo que Chen volvió a suspirarle en el oído, acercando de nuevo su aliento y voz provocativa. Su calor.
Y sí; también acercó su erección al trasero del indefenso Baekhyun, apretando sus caderas.
-Mi sumiso...¿ya no mueves las caderas como el otro día? Es...una pena...-habló entrecortado por la excitación, relamiéndose como un tigre hambriento con un jugoso filete ante sí. -me gustaba tanto verte prendido. -concluyó antes de empezar él un movimiento reprimido de caderas. Parecía no importarle el temor del que estaba agarrando, quien hizo un último esfuerzo por huir, pero no hizo más que incrementar la erección de Chen...y la suya propia, quizás. No quería admitirlo. No otra vez. Esta vez no movería las caderas ni se permitiría a sí mismo dejarse llevar por el extasís, se prometió ésto interiormente.
Una risa juguetona lo despertó de su breve epifanía.
-Tan callado...-en tono decaído- ¿acaso has olvidado lo que yo provoco en ti? -soltó ahora una gran carcajada en el oído de Baekhyun, lo cual lo desorientó ligeramente; no podía negar que su risa sonaba como un canto celestial.
-Nah...dudo que puedas olvidarlo. Y si no...me ocuparé de que no se te vuelva a olvidar, pequeño despistado mío. -pronunció lo último en un susurro y mordiéndole el lóbulo de la oreja con fuerza, parecía que quisiera marcarlo.
Sin aviso alguno, lo empujó hacia delante; sin soltarle las caderas, claro.
Hasta llegar al suelo, en el cual quedaron de la misma manera que antes pero de rodillas. Esta vez Chen besó su espalda, de manera suave.
Pero, a ver, era Jongdae. Mucho tardó en venir lo que hizo después.
Empujó con su propio pecho aún más a Baekhyun hasta que quedó sobre él, y la barbilla del otro en el suelo. Acarició sus caderas mientras con sus propias rodillas abría las de Baekhyun, quien no decía ni una palabra, y tampoco pensaba hacerlo. No estaba dispuesto a dejar que lo oyera gritar, de nuevo.
Chen volvió a pegar su bulto contra el culo de Baekhyun, sometiéndolo completamente contra el suelo. Restregando sus caderas.
-Ah...-un suspiro orgásmico por su parte, ronco y casi insonoro. Soltó una mano y la llevó a la boca de Baekhyun, primero acariciando sus labios y luego simplemente tapando su boca. Sabía perfectamente que pretendía permanecer callado, e iba a seguirle el juego si tan hábil creía que podía ser. El ahora incomunicado se limitó a respirar y cerrar fuertemente los ojos, como aguantándose el matarlo o viol...
Se enrojeció al pensar en ese deseo. Aunque más bien quería ser violado por él.
Con este pensamiento enrojeció hasta casi parecer echar humo por sus orejas, se enfureció consigo mismo y la pago con la mano de Chen, mordiéndola ferozmente.
-¡¡¡Daah!!! -gritó el agredido.
Le dio la vuelta violentamente a Baekhyun.
-¡Oye! ¡Mald...! -gritó encolerizado inicialmente, hizo una pausa, y recuperó cierta serenidad. Aunque aún en tono violento, dijo: -¿Qué crees que estás haciendo?
Baekhyun resopló aún enfadadísimo, aunque ya no sabía ni si era consigo mismo, con Chen, o con el mundo por haberlo hecho tan jodidamente sumiso, bipolar y a merced de un idiota que creía poseerle con solo mirarlo.
-No soy idiota...tú me amas -sonrió pícaramente, y se abalanzó sobre los labios del aún ruborizado, quien mantuvo los ojos expectantemente abiertos ante semejante juicio.
No tenía tiempo ni espacio personal para pensar en si lo que acababa de afirmar Chen cabría parte de verdad o no. Pues éste estaba dispuesto a demostrárselo.
Aumentó casi de golpe el ritmo de los besos, a los cuales Baekhyun tan solo respondía, comenzando a perder el control que tanto trabajo le había costado mantener. Con una pierna, Chen volvió a abrir las de él, pegando ahora ambas protuberancias.
-A-ah...-gimió muy bajo Baekhyun, esperando no haber sido escuchado. Pero así fue; y estaba sentenciado por ello.
Continuó besándolo con más y más dureza, provocando que sus labios se hincharán, pues a Chen le encantaba morder a su pequeño y testarudo hyung. Se hartó, y prácticamente le arrancó los pantalones.
Jongdae era delgado, pero su fuerza animal repentina, realmente atemorizaba un poco.
También dejó sus pantalones atrás, pero estaba tan ansioso que se los dejó por los tobillos junto con los bóxers. Baekhyun aún los llevaba, a Chen le gustaba ver cómo se notaba su bulto bajo la tela, aunque más le gustaba sentir su miembro directamente, pero ya se sabe que es un gatito juguetón.
Le besó por todo el abdomen, subiendo a su pecho y lamiendo sus pezones, por lo cual el sometido soltaba algún que otro orgasmo, aún contenido.
Dándole un último beso en el cuello y en los labios, volvió a darle la vuelta.
Esta vez gimió sonora aunque roncamente, Chen, al contacto entre su miembro desnudo y latente con el cada vez más próximo trasero de su ansiado Baekhyun.
Rompió sus bóxers, no aguantaba más.
Jugó primero con el miembro del otro, mojándolo con su propia saliva. Como le gustaba meter sus dedos en la boca de Baekhyun...sus dedos rodeados por esos labios tan tiernos y acariciados por esa lengua que escondía un placer apresado. Quería liberarlo.
No, decir eso era poco; quería hacerlo suyo.
-Eres mío. -dijo en un susurro que resultó casi un rugido incitador, para justo después meter su miembro en el pequeño culo de Baekhyun. Casi sin esfuerzo, pero con algo de dolor para él.
Pronto subió el ritmo de las embestidas, los gemidos de Baekhyun le pedían más y más y más y... Solo de pensarlo se le caía la baba. Le embistió despacio y profundamente.
Y luego lo puso a cuatro patas.
Baekhyun se apoyaba fuertemente contra el suelo, sobre el que dejaba su agitado aliento, sin ya poder contener más gritos de placer. No pensaba que le gustara tanto tener a Jongdae dentro...
Ya no enrojeció al pensar esto, solo quería que siguiera haciéndolo suyo, aunque necesitaba más y más y más...
Chen se mordía tan fuertemente los labios que sentía que estaba a punto de rompérselos, esos labios rosados tan perfectamente esculpidos. Esos que habían sido besados por Baekhyun. Los mordió más fuerte al pensar esto.
Sonaba el choque. Una explosión orgásmica. Gritos, extasís, Nirvana.
No había manera de explicar el placer que estaban culminando, y culminó con la esencia de Chen dentro de Baekhyun, y la de Baekhyun en la mano de Chen.
Salió de él despacio; estaba agotado, pero no quería. Luego abrazó a Baekhyun por detrás, como lo había hecho anteriormente, susurrándole aún jadeante:
-¿Ves? Te lo dije; eres mío.
Baekhyun mantuvo el silencio, una oleada de sentimientos lo ahogaban en ese momento. Jongdae lo abrazó más fuerte. Esto lo convenció.
-Bueno...t-tú lo has dicho. -viró la cara y Chen rió, abrazándolo aún más posesivamente. No quería que se fuera de su lado, jamás.





ChenBaek: PlayboyWhere stories live. Discover now