Capitulo veintitres.

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La noche de Navidad.

-Papá, Estela, nos vamos - le decimos Anna y yo cuando nos despedimos de toda la familia.

-Tened cuidado, no bebáis, no os acostéis tarde... - dice mi padre.

-¡Deja a las chicas hombre! - le regaña mi abuela y todos soltamos una gran carcajada - pasadlo muy bien - nos guiña un ojo.

Nos despedimos con la mano una última vez y salimos de casa. Enciendo un cigarro y ponemos rumbo al lugar al que obligatoriamente tengo que ir todos los días.

-Si no quieres entrar no importa - le digo a Anna cuando hemos llegado.

-Estoy contigo Emily - dice con una sonrisa.

Asiento y entramos al cementerio, es Navidad tengo que venir a ver a mamá, a contarle el resumen de este año, es la tradición.

-Hola mamá - digo una vez que estoy frente a su tumba, pareceré una loca, pero contarle las cosas así me calma y me relaja, es como si estuviese aquí - esta es mi mejor amiga Anna, la novia del hermano del chico que me gusta - digo y reímos Anna y yo - estos días estamos un poco separados, pero es por la distancia, cuando volvamos a Sevilla todo seguirá bien. ¿Sabes? Estela ya me cae bien, aunque entre tú y yo no te llega ni a la suela de los zapatos mama, pero da igual. Feliz Navidad mamá, ojalá estuvieses aquí con nosotros, te echo de menos y te quiero mucho - digo al filo de llorar, Anna se percata y me abraza fuertemente.

-Eres enorme Emily - me susurra al oído y sonrió levemente.

-Basta de tristeza, ¡es Navidad! Vámonos que empiezan sin nosotras - digo saliendo del cementerio con prisa.

Hemos quedado Elena, Marcos, Jorge, Anna y yo, en pasar la NocheBuena en casa de Jorge ya que sus padres están de viaje de "enamorados" y aprovechando que no tiene hermanos pues eso.


...


Hoy es Navidad, me encantaría estar en estos momentos con Anna, y con ese vestido negro tan perfecto que lleva. Estos días sin ellas están siendo bastante complicados, ya que mi hermano se esta comportando muy raramente y casi nunca esta en casa.

Necesita tener a Emily cerca, si no, no creo que tarde en ser el Jesús de antes, cosa que nadie, menos Carmen, quiere.

-Jesús, ¿vas a salir esta noche? - le pregunto y asiente - pasalo bien - le digo.

-Emily y Anna también van a salir - dice.

-Lo sé, a casa de Jorge, yo confío en ellas - le digo.

-Ya bueno, Feliz Navidad Dani - me dice y se va.

-Feliz Navidad... - susurro cuando estoy solo.


...


-Abre esa - señala Marcos a una botella de Ron.

-Sí, sí - animamos los demás a Jorge.

Coge la botella y la deja encinas de la mesa.

-Antes de que nos emborrachemos, y no salgamos presentables en las fotos, hagámonos una ahora y después que empiece la fiesta - dice Jorge y todos le. damos la razón.

Saco mi móvil y le pongo con el temporizador en un mueble mientras todos sonreímos a la cámara.

-Genial - digo cuando la veo, la paso por el grupo que creamos ayer y la subimos todos a Instagram, que plagio - ahora ¡a beber! - grito emocionada.

Preparan las bebidas y mientras bailamos al ritmo del reggaeton que Jorge a puesto.

Cuando llevamos dos botellas más encima, se empieza a notar que nos quedamos sin fuerza hasta que Jorge prepara unos mojitos que nos suben la moral a todos.

Estamos todos bailando hasta que noto las manos de Jorge en mi cintura, me giro y le noto a centímetros míos, tengo intención de pararle pero estoy tan borracha que no puedo, él se acerca más a mí y parece que Anna no se da cuenta de nada.

-Para - le digo y no me hace caso - Jorge para.

-Te echaba de menos - susurra en mi oído bajando las manos a mi culo, ¡pero que hace!

-¡Jorge ya! - grito y se separa logrando que todos nos miren con sorpresa - creo que es la hora de dormir - digo para cambiar de tema.


...


29 de diciembre, 2015.

-Chicas, tenemos una sorpresa - nos dice Estela mientras comemos.

-¿¡Cual!? - chillamos al unisolo Anna y yo.

-Como os hemos traído hasta aquí, donde no tenéis a vuestros amiguitos - dice y alza las cejas - pasaremos NocheVieja en Sevilla con ellos - dice y Anna y yo nos levantamos de la silla a cual más loca, besamos a Estela y a mi padre.

La mañana después de Navidad hablé con Jesús y lo arreglamos todo, ahora estamos genial.

-¿Los padres de los gemelos se lo han dicho? - les pregunto a mis padres y niegan - pues que no se lo digan así les damos una sorpresa - digo sonriente - ¿cuando nos vamos? - pregunto.

-El treinta y uno por la mañana - dice mi padre.

-Si nos disculpáis, las maletas no se hacen solas - digo y subimos rápidamente a las habitaciones.

Nos ponemos el último disco de Pablo en Spotify y mientras hacemos el tongo cosa muy habitual, empezamos a hacer las maletas.

Volver a ver a Jesús tan pronto es genial.

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