Capitulo uno: Una fiesta, un encuentro, una amenaza.

13.5K 479 22
                                    


- ¿Sabes? - me mira con atención - Te quiero mas que la siestOLEEE, ¿Te la creíste no? - río y ella rueda los ojos. - apaga la luz y despertame en tres horas — vuelvo a taparme con la gran colcha.

- Levanta tu culo de esa cama o te arrastraré hacia el colegio en pijama. - amenaza cruzada de brazos mirándome con una ceja levantada.

- Por fin termino y tengo que ir de nuevo a verme la cara con esos hipócritas. - miro sus ojos azules con súplica. - solo diles que estoy enferma y luego buscaré los papeles.

Todos son amigos de todos, pero cuando sucede algo de lo que se pueden burlar, lo hacen.
Al ver sus risas mientras tú lloras, te dañan. Te humillan.

Sophie era mi mejor amiga, la conocía desde pequeña y tenía toda mi confianza. Podía hasta poner mis manos en el fuego por ella. Los rumores no afectaban para nada en nuestra amistad.
Thomas, mi primer novio. Juraba que el era el amor de mi vida. Ya saben, una estupida adolescente de 15 años  que pensaba que todas las personas eran buenas.
Un día fui a visitar a mi mejor amiga, pues siempre estábamos juntas y me había parecido extraño que ese día no me llamara. Al subir a su cuarto me encontré a ellos dos, montados como caballos en celo, gimiendo y riéndose. Como si fuese lo más normal estar traicionándome.
El estupido creía que lo perdonaría Mientras ella se reía de mi con sus amigas, desde ese día pude ver en su mirada el odio que ocultó todo ese tiempo y yo no me daba cuenta. Todos en el colegio se reían de mi, pues yo era la que negaba todos los rumores de ella, mientras me golpeaba donde más dolía.

Los amigos quieren que estés bien, pero nunca mejor que ellos.
Cuanto más creemos conocer a una persona, más fuerte es el golpe.

- Es solo una fiesta Marou, ¡nuestra fiesta! - exclama irritada por mi negatividad.

Annie me enseñó a confiar en ella, es como mi hermana. Sus padres son las personas más buenas en la tierra y estoy agradecida con todos ellos.

- Chocolate, pochoclos, netflix, cama, tu, yo, nuestra propia fiesta. - guiño un ojo tratando de convencerla

- Hazlo por mí Marou. - bufo y me levanto de la cama con mala cara, haciendo que ella sonría como el gato de Cheshire.

               •••

- Annie, esto es muy pequeño - digo tratando de bajar el vestido azul marino exageradamente corto.
No estoy en contra de los vestidos, pero si estoy en contra cuando son muy pequeños o cuando hay viento.
Levanto mi mirada hacia ella, que me observa con una sonrisa y la cabeza ladeada.
- Si no te conociera tan bien me asustaría. Saca esa cara de violador - ríe.

- Pareces una niñita - Se acerca y me rodea con sus flacos y largos brazos. - Pagaría para verte así cada vez que salimos.

Me separo y repaso mi mirada por su cuerpo.
Maquillaje en su rostro, sus ojos algo chinos delineados y sus labios color rojo.
Un vestido mínimo, resaltando su piel suave y bronceada con unos tacos altos que en efecto, sus piernas se ven todavía más largas.

- Me imagino que no vas a bailar - digo mirándola, posicionándo mi mano en mi cintura. - ¿Tienes un short bajo eso?

- Ya calmate, pareces mi mamá. - dice despreocupada agarrando las llaves de su auto. Para luego salir por la puerta del apartamento, moviendo sus caderas exageradamente.

Estas niñas rebeldes de ahora.

Luego de unos pocos minutos llegamos al estacionamiento del instituto. De lejos se podía escuchar la música tranquila y cómoda dentro de el.

Evolet +18  [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora