Capítulo 4

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Los pasillos atestasdos de estudiantes me hacía imposible poder contemplar el panorama completo, las respiraciones en mi cuello me era perturbador e incomodo. Aquella risa risueña despertó cada parte de mi sistema auditivo, me inmuté buscando el origen de esa melodiosa carcajada encontrándome con aquella chica de cabello castaño, sus facciones eran más que perfectas y ¿Quién no querría besar esos deseables labios gruesos?

Ni siquiera sé lo que estoy pensando, pero no podía negar que aquella silueta era hermosa, apenas tenía un día en la universidad y ya se había convertido en la estudiante más deseable y con la que todos querían follar, y la verdad la idea no estaría mal.

Como pude empujé varios compañeros intentando sobrepasar esta multitud que se había creado de la nada, seguí luchando con los demás que se negaban a inmutarse. En menos de lo que esperé gracias a obra del no sé qué logré llegar al final del laberinto humano.

Estaba a menos de siete centímetros de ella, cuando un chico bastante conocido se cruzó por mi camino y mi campo visual. La mirada indescriptible de Dimitri destellaba un poco de duda e intriga, alcé una ceja esperando el reproche de éste.

—Oí que estuviste en la oficina del director —tomó aire para luego soltarlo—. ¿Ya te metiste en problemas otra vez?

—Estas peor que mi padre —solté una carcajada burlona al imaginar que Dimitri envejecería rápido, pero fue inevitable que mis entrañas se revolvieran con tan solo recordarlo a él... a mi padre—. No estoy en problemas ni nada de lo que tú crees, ahora si me disculpas tengo algo que hacer.

Me di media vuelta para continuar con mi camino antes de que Dimitri me interrumpiera, en dirección hacia la chica que me parecía completamente misteriosa. Con pisadas suaves llegué hasta ella robándome su completa atención, tomó varios libros de su locked para luego dirigir su vista hasta la mía. Una sonrisa juguetona surcó sus labios, instintivamente le devolví la misma.

Fundí mis manos en los bolsillos de mi chaqueta y me apoyé en uno de los casilleros, seguido le di una media sonrisa, ella imitó mi acción lo cual no le salió bastante bien, la verdad fue imposible no reírme.

—Hola —la calidez de mi voz se tornó ronca, pude sentir como mi garganta quemaba.

—Hola —una carcajada silenciosa emanó de sus labios rojos, incluso eso le salió sexy.

—Me llamo Jaxon —le extendí mi mano ésta la tomó en forma de saludo.

Podría jurar que tenía las palmas más suaves y tersas que había tocado en toda mi existencia, una ola de pavor recorrió todo mi cuerpo, sentía como mi garganta se secaba y me era casi imposible pronunciar palabra alguna.

—Yo me llamo Megan —su labio inferior fue capturado por sus dientes, eso era lo que faltaba para completar su imagen atractiva. La verdad creía que muchos de los estudiantes de aquí exageraban con lo hermosa que era, ahora me doy cuenta que no—. ¿No nos conocemos ya?

La confusión se dominó de mi imagen, si no mal recuerdo la última y primera vez que la había visto fue esta mañana en el salón de clases, si ya le hubiera conocido antes hubiese sido imposible no recordar tan hermoso rostro.

—Estoy seguro de que no —observé como ésta jugaba con sus manos para luego asentir—. El director me dijo que fuera una especie de instructor para ti y que te mostrara cada parte de la universidad.

Sus labios se curvaron en una media sonrisa, la calidez que ésta me brindaba era más que suficiente, mas en sus ojos destellaba algo indescriptible lo que más se acercaba era dolor, algo me decía que de debería de meterme en su vida, no simplemente para follar algo me incitaba a que lo hiciera.

Peligroso & Posesivo  •CANCELADA•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora