Tres meses después Megan ya se había mudado a casa. Era increíble llegar todas las noches, cenar juntos y después dormir, aunque a veces estábamos tan cansados que solo dormíamos pero era perfecto.
Mi madre dejo de insistir con Marianne al enterarse que su padre estaba casi en la ruina. Había hecho malas inversiones y eso sumado a los caprichos de su hija lo habían dejado sin dinero. Se decía que Marianne estaba buscando algún heredero estúpido que cayera en sus garras y poder seguir con su estilo de vida. No podía importarme menos.
Mi padre apareció dos veces en la empresa y una vez en casa cuando cenábamos con Megan. Le habían embargado sus bienes y estaba viviendo en un departamento alquilado hasta que se resolvieran sus conflictos. Ni Megan ni yo sentimos pena por él. Se busco lo que le sucedía.
Susan y Donovan se conocieron la noche que festejamos nuestro compromiso. Habían iniciado una tormentosa relación amor- odio. Megan y yo nos manteníamos al margen de sus discusiones dejándoles claro que éramos imparciales.
Mi madre se metió en un problema al ser denunciada por la fundación por usar dinero para gastos propios. Tuvo que devolver compras por 100 mil dorales y le embargaron joyas y tapados de piel. Estaba devastada pero era su problema no dejaría que nada empañara mi felicidad con Megan.
Habíamos hablado de la boda pero ella no quería nada grande. Entonces se nos ocurrió algo loco. Las Vegas.
Se lo dijimos a nuestros amigos y a Claire que ya había aceptado cenar un par de veces son Steven y se veían muy bien juntos. Los invitamos el primer fin de semana largo a acompañarnos a Las Vegas y estar en nuestra loca idea de casamiento.
Había un fin de semana largo justo antes de navidad y Megan alquilo todo un piso del hotel Luxor para nosotros y nuestros amigos. Una semana antes nos casamos legalmente en el ayuntamiento. Fue simple y hermoso ambos vestidos con jeans zapatillas y camisetas blancas. Ahora solo faltaba la parte divertida.
Viajamos en un vuelo privado entre risas y conversaciones sobre ropa y zapatos las chicas y con Donovan, Daniel, Steven y Eric que era uno de mis colaboradores más cercanos. Jugamos al póker. Daniel estaba más relajado conmigo incluso simpático. Supongo que le toco aceptar que Megan y yo íbamos en serio. A demas habia recibido un llamado de su ex novia Alice diciendole que volveria a Nueva York en pocas semanas y eso lo hizo tener una nueva mirada. Megan me conto su historia y parece que aun habia amor alli.
Llegamos a Las Vegas y en el hotel nos trataron como reyes. Obviamente el dinero es un gran motor para la amabilidad. Esa noche cenamos y fuimos al casino. Las chicas tuvieron más suerte que nosotros pero nos divertimos juntos. En la noche le hice el amor apasionadamente y no podía sentirme mejor.
Al otro día averiguamos los trámites que hacían falta para casarnos. Luego nos separamos, con los hombres fuimos a comprar trajes invitación de Megan obviamente y las chicas se fueron a un día de spa o como se llame eso y luego e compras.
Cuando Megan bajo la escalera en la noche me quede sin respiración. Siempre se veía bella pero hoy estaba deslumbrante. Su vestido era sin espalda y se volvía rosa hacia abajo como si flores cayeran por la falda. Estaba preciosa. Me sonrió cuando bajo la escalera y le di la mano.
Las chicas estaban hermosas y los hombres elegantes. Caminamos hasta la capilla en medio de los fotógrafos. No podíamos esconderlo mas y no nos importo. Donovan filmaba y Susan tomaba las fotografías.
La ceremonia fue corta y divertida y luego de intercambiar anillo bailamos abrazados al ritmo de Love Me tender, un Elvis de imitación muy bueno nos oficio de padre. Cuando volvimos al hotel Megan nos sorprendió a todos. Había alquilado el salón más pequeño, contratado comida y un dj. Bailamos, nos reímos, filmamos y nos fotografiamos. La noche terminó con todos bailando al ritmo de música brasilera. Y la sonrisa de Megan fue mi mayor felicidad.
El amor nos había esquivado la primera vez. Cuando volvimos a vernos renació. Y eso nos devolvió la vida.
