Megan

8.2K 734 11
                                    


Seis meses habían pasado desde que Joseph y yo habíamos empezado desde cero. Me sentía absolutamente enamorada de él. Tan dulce, tan romántico, tan salvajemente apasionado. El no entendía porque no había comprado una casa o un piso y seguía alquilando pero tenía mi secreto. Estaba esperando que todo se tranquilizara con su empresa y me iría a vivir con él. No valía la pena comprarme algo cuando estaba enamorada de esa casa. Las noches que no pasabamos juntos me mandaba dulces mensajes. Lo sentia tan seguro en este amor. Que cuando todo cayo sobre mi me destrozo.

Estaba en la oficina y acabábamos de almorzar todos juntos cuando Lilian mi secretaria me trajo un sobre.

_ lo dejaron hace un momento en recepción una chica con aspecto extraño_ dijo y salió de mi despacho.

Me siento y abro el sobre y mi respiración se atasca en mi garganta. Son fotografías de Joseph en primer plano teniendo sexo con Marianne. Siento las lagrimas agolparse en mis ojos y no puedo respirar. Daniel entra a preguntarme algo cuando me ve y deja todo para acercarse a mi

_ Meg que sucede..._ dice cuando ve las fotografías_ bastardo_ dice furioso y una nota cae de entre las fotos. "el siempre estuvo conmigo solo te utilizo por tu dinero"

Tomo aire y fuerza. Le envió un mensaje tranquila preguntándole a Joseph si puedo pasa por su oficina y responde que no hay problema y un te amo. Bastardo. Me arreglo y tomo el sobre guardando las fotografías y la nota

_ Meg no es buena idea que lo enfrentes lo va a negar todo_ dice Daniel preocupado

_ quiero que me lo nieguen en la cara y terminar con esta mierda de una vez_ digo enfadada y tomando mi cartera y salgo

_ Lilian por favor cancela mis reuniones de la tarde tengo algo urgente que atender_ ella asiente y salgo hecha una furia. Conduzco como Alma que lleva el diablo ganándome alguna multa seguramente pero no me importa.

Llego a la oficina de Joseph y la secretaria me mira extrañada. Ni si quiera le respondo cuando me pregunta si tengo cita la zorra sabe que es mi novio o lo era. Entro a la oficina de golpe y el está sentado con unos papeles, me sonríe pero de pronto nota mi mirada y se queda serio

_ Meg que...._ no lo dejo hablar y le doy una bofetada tirándole las fotos a la cara

_NIEGAMELO, NIEGAMELO MADITA SEA NIEGAME QUE ME ESTABAS USANDO TODO ESTE TIEMPO_ le grito furiosa

_ CLARO QUE LO NIEGO ESAS FOTOGRAFIAS DEBEN SER VIEJAS MEGAN HACE MESES QUE NO ESTOY CON ELLA INCLUSO ANTES DE VERTE DE NUEVO_

_ NO TE CREO MALDITO BASTARDO, ALEJATE DE MI NO VUELVAS A HABLARME JOSEPH PORQUE TE DESTRUIRE HARE TU VIDA UN INFIERNO_ le digo dandole otra bofetada y elq ue no se defienda me pone peor_ MALDITO SEA EL MOMENTO EN QUE TE DEJE ENTRAR DE NUEVO A MI VIDA FUISTE MI PEOR ERROR_ le grito y salgo de la oficina hecha una furia. Mi teléfono empieza a sonar y veo su nombre en la pantalla, lo apago y lo guardo. Tengo demasiada agenda para romperlo por sus llamadas.

Llego a mi casa hecha un mar de llanto. Me tiro en mi cama a llorar, me siento destrozada, usada, engañada. Me siento una idiota por haber confiado en el. Susan llega en la noche y solo me abraza. Daniel le debe haber contado todo últimamente salen mucho a cenar.

Al otro día quiero quedarme en la cama pero me niego a dejarme caer por él una vez más. En mi teléfono descansan cientos de mensajes y llamadas de Joseph yo solo lo ignoro.

Hago mi trabajo concentrándome lo mejor que puedo pero de vez en cuando las lagrimas se atoran en mi garganta. Daniel trata de hablarme del tema pero lo ignoro.

Llego a mi casa lo más tarde posible y veo a Joseph parado en la puerta. Lo ignoro y lo siento gritar mi nombre. Subo al mi departamento lo más rápido posible y trabo las puertas con las cerraduras de seguridad porque no recuerdo si le deje la llave. No quiero verlo ni oírlo. Mucho menos sentirlo cerca. Me doy una ducha y tomo dos pastillas para dormir y aun así mientras las pastillas hacen efecto lloro desconsoladamente. Hay algo peor que el sentirte traicionada y con el corazón roto. Es sentir que se lo has permitido.




RenacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora