Capítulo 1: ¿Debería confesarlo?

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—¿Lily, qué tanto piensas? Llevas como quince minutos perdida en otro mundo.— Hannah tomó suavemente a la pelirroja por el brazo sacudiéndola. Tal vez logre que vuelva a la realidad.

—A ver, déjame adivinar. ¿Estabas pensando en Potter?— Preguntó Elizabeth ofreciéndole un trozo de chocolate. Lily se quedó contemplando a sus mejores amigas con un gran sonrojo en sus mejillas. ¿Qué iba a hacer? No podía ocultarlo para siempre pero definitivamente este no era el momento adecuado para confesarlo. Negó suavemente mientras observaba los árboles pasar rápidamente por la ventana intentando evitar el tema.

—Vamos Lily, no somos tontas. Hemos estado sospechando de que hay algo que no sabemos.—Masculló Hannah al mismo tiempo que comía chocolate. Lily suspiró pesadamente. No quería hablar de ese tema en este momento, no estaba segura de sus sentimientos ni mucho menos en que pensar. Necesitaba tiempo a solas para meditar todo. Era inevitable buscarlo con la mirada al escuchar su nombre.

—También sabemos que es importante para ti, por lo cual es importante para nosotras. ¿Somos amigas, no? Puedes confiar en nosotras para lo que sea. Respetaremos si no quieres contarnos ahorita.

El grupo de los merodeadores estaba a unos cuantos compartimientos adelante. Estaban comiendo dulces que habían comprado del carrito de golosinas. James estaba sentado al lado de la ventana teniendo a su lado a Peter. Sirius dibujaba corazoncitos con las iniciales "J" y "L" sobre el vidrio empañado sonriéndole pícaramente a James.

—¿Quieres detenerte ya? Me estás comenzando a molestar. —Mencionó James suspirando irritado luego borró los corazones de la ventana y se cruzó de brazos.

—Anda James, ¿Cuánto tiempo más seguirás así? Luces como un completo idiota.— Comentó Sirius imitando la pose de James en modo burlista. El azabache rodó los ojos intentando ignorar a su compañero pero este seguía de necio. Le seguía haciendo la misma pregunta una y otra vez. Remus por otra parte, estaba echándole una ojeada a un libro de cobertura azul oscuro que tenía entre sus manos. Peter se había retirado en busca de más golosinas para el viaje.

James sacudió su cabeza suavemente observando a través de la ventana. No tengo nada que confesar susurró para sí mismo. Estaba confundido en muchas cosas, pero sí estaba seguro de una cosa; él estaba enamorado de la pelirroja. Por más que lo intentara se le dificultaba demostrarlo. No podía evitar ponerse nervioso al saber que está cerca, pero lógicamente tendría que mostrarse seguro para poder impresionarla... ¿Impresionarla? ¿Acaso el famoso James Potter trataría de conquistar a una mujer, cuando tiene miles a sus pies? En parte le agradaba ser popular pero por otra le gustaría tener una compañía estable, lo cual no sería fácil de obtener.

—¡Ya estamos por llegar!— Exclamó Peter mostrando bolsitas con diferentes tipos de confites. Le entregó una a cada uno sentándose en el espacio sobrante. James lo que más quería en este momento era llegar a su dormitorio y descansar. Su cabeza daba vueltas y tener un Sirius que no dejaba de molestar no ayudaba para nada. Se alegró al escuchar eso de Peter mientras se metía un caramelo a la boca.

El tren estaba reduciendo su velocidad hasta detenerse por completo, muchos de los estudiantes estaban viendo a través de la ventanas saludando a Hagrid con las manos. El gigante los recibiría como solía hacer todos los años, también guiaría a los de primero hacia el castillo por el lago, donde habita el calamar gigante. Este método para llegar es más lento que ir por carrozas pero así le daría tiempo a los otros estudiantes de llegar primero para recibir a los nuevos alumnos, que pronto se les asignaría una casa de acuerdo a sus principios, pero eso no sería elección de ellos si no del sombrero seleccionador. Este viejo sombrero café siempre sabía cual era el lugar adecuado para cada uno.

Ahí estaba el grupo de los guapos merodeadores esperando por una carroza, los cuatro hablaban animadamente y cada cierto tiempo soltaban carcajadas. Se estaban divirtiendo mucho al parecer, seguramente deben estar planeando las bromas que le realizarán a Quejicus. Lily y sus amigas estaban detrás del grupito de Potter, Hannah y Elizabeth estaban hablando sobre los profesores y sus asignaciones favoritas también de los chicos atractivos de otras casas. Por lo tanto, Lily miraba hacia un punto fijo en silencio, tenía muchos asuntos en que pensar pero lo más importante era en que debía seguir intentando ser muy buena estudiante. Por un segundo la avellana mirada de James se posó sobre Lily con ternura, observaba su delgada figura, su pelo rojizo irresistible y sus ojos esmeraldas. Los ojos más bonitos y profundos que James ha visto. ¿En qué estabas pensando James? Por supuesto que Evans no está interesada en ti, te llama egocéntrico, egoísta, infantil y fanfarrón, entre otras cosas. Potter sacudió su cabeza intentando quitarla de su mente centrando su atención de nuevo en la conversación de sus compañeros.
—Como decía... deberíamos hacer una broma que demuestre lo patético que es.— Afirmó Sirius mientras asentía suavemente con su cabeza. Remus y Peter escuchaban con detenimiento a Black sin pestañear.

James se volteó encarando a la pelirroja, lo cual provocó que ella se sonrojara suavemente. —¿Qué quieres Potter?—Preguntó ella intentado sonar fría quitando su mirada.

—¿Quieren venir en la misma carroza que nosotros?— Sirius observó a James pícaramente.

—¿Con que intentando dar el primer paso?— El azabache pellizcó con fuerza a Black en el brazo para que se callara de una vez fulminándolo con la mirada.

—¿Y ahora que hice?— Murmuró un poco molesto cruzándose de brazos y mostrándole la lengua.

—Miren, se acerca la carroza.—Dijo Remus para disminuir la tensión entre los dos muchachos. El primero en montarse fue Peter seguido de Remus y Elizabeth, luego Hannah y Sirius y de últimos James (quien le ayudó a Lily ofreciéndole su mano) y Lily. Entre todos comentaban sobre sus vacaciones, ninguno de los jóvenes mencionados anteriormente  se imaginaban lo que les esperaban en este año escolar.

Si Tan Solo Supieras || JilyWhere stories live. Discover now