Best Friends

12.Buenas noches princesa.

Eran las 11:40pm. Ya con el pijama puesto estaba bajo mis sabanas hacia un frío infernal, estaba esperando a Jacob cuando de repente llega.

Aveces pienso que tiene una escalera para subir tan fácil a mi recámara.

—Buenas noches princesa.

—Buenas noches Jacob.

—Y bueno ¿es hora de dormir no? —dice.

Lo miro y sonrío.

—Claro, solo te espero a ti.

Sin muchos preámbulos quita su ropa y queda en bóxer, prende el aire de mi cuarto con demasiada confianza tanto que diría que vive en mi casa apaga las luces y se coloca a mi lado.

—Linda pijama —Dice.

Me pongo roja como un tomate no sé que me está sucediendo cada vez que Jacob me hace un cumplido es como de inmediato y ya parezco un pequeño tomate.

—Gracias —Digo con cierta timidez.

—Si es muy linda pero se vería más linda fuera de ti, tú que dices.

Y me planta un corto beso en mi cuello, con delicadeza quita mi pijama y mi sostén.

—Andas muy calentón Jacob —Río.

—Por decir eso te toca castigo pequeña Kathe.

—¿Que tipo de castigo? —preguntó.

—No se tal vez si te digo esta frase sepas.

Se acerca a mi oído y susurra.

—Duro contra el muro princesa.

—A ver si el señor Jacob cumple lo que dice.

—Ya veras, luego al final me dices si cumplo o no. Ahora quiero que te pares y te pegues a la pared reglas del juego, esto es hasta que yo decida.

—Va. Mrs Grey. —Digo en tono burlón.

Ya en la pared Jacob me carga y me besa apasionada mente mientras me besa aprieta mis senos y tira de mi peson luego baja su boca hasta ellos y empieza a besarlos  ya cuando va a parar me muerde.

—Auch —gimo.

—Perdona, princesa pero esto apenas comienza.

Y pasa su mano sobre mis mejillas, me baja y me pega sobre la pared.

—Ahora voltéate y recuerda las reglas del juego.

Hace un camino de besos en mi espalda, hasta llegar a mi cintura, llega hasta mis bragas y los baja con su boca.

—Lista Kathe.

—Eso creo —Digo.

Sube lentamente y mientras sube pasa sus dedos por mis piernas eso provoca un escalofrío en mi. Y lo peor es que Jacob se dio cuenta.

—Valla valla aún no empezamos y ya la pequeña Kathe anda como una regadera. —Rie y me besa.

Me vuelve a pegar contra la pared y empieza a azotar mis nalgas.