3- ¿por qué me haces esto?

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— me beso — susurre para mi misma

— ¿quién te beso? ¿He niña? — preguntó mi madre mientras bajaba las escaleras

— ¡AY! — salte del susto

— ¿por qué te asustas? si la gorda aquí eres tú — dijo mi madre en un tono burlón — no, ya, ¿quién te beso?

— c-christian

— ¿y quieres que te crea eso?

— no, olvídalo — dije bajando la cabeza he intentando subir a mi cuarto

— ¿donde estuviste? — preguntó con un temple neutro poniendo su mano en medio impidiéndome seguir subiendo

— fui al cine... — me detuve y luego dije — con christian

— Carina había dicho eso, pero tenía que escucharlo de ti — se río y yo trate de pasar por su lado

— voy a mi cuarto, mañana me tengo que levantar temprano — le informe en un tono bajo

— ¿para qué? si mañana es domingo — pregunto curiosa

— voy a salir con christian

— wao hija, creo que ese chico si que te tomó lastima, porque para salir contigo... — sentía como se me humedecen los ojos con cada cosa que decía — hay que darle un aplauso al mejor impostor, ¿cuanto crees que te va a durar esta vez? Sabes que eres mala eligiendo a los chicos, no quiero que salgas lastimada otra vez, como siempre

— ESO NO ES CIERTO, ÉL ME QUIERE — le grite alterada

— Por Dios,  ¿quién te va a querer a ti? si bajaras un poquito de peso quizás y christian te dure un mes — dijo para subir las escaleras e irse furiosa

Subí las escaleras de golpe, ni siquiera mi mamá estaba ahí, desde que nos mudamos aquí es más distante de lo normal conmigo, a veces creo que mi mamá dejo de quererme después de subir de peso, tal vez si adelgazo un poco pueda verme de manera diferente y pueda quererme otra vez.

– no te engañes camila, tu mamá no te querría ni aunque fueses una super modelo – y esa era mi conciencia, mi conciencia se empeña en hacerme la vida imposible, recordándome todos mis errores a diario. Ni mi conciencia me quiere.

– ahora estas llorando como siempre

— AY, YA CALLATE, ME TIENES HARTA

– aparte de gorda, loca, porque estas hablando sola ¿sabes? Si fueras más delgada me agradaras, aunque pensándolo bien, me caerías mejor muerta

Ya me harte, entre a mi habitación de golpe y abrí la primera gaveta al lado de mi cama y saqué mi cuchilla y me hice una cortada en mi pierna derecha.

– wao, ¿ahora te cortas camila? que bajo has caído

— callate, callate, CALLATE, esto no está pasando, ¡ESTO NO ESTÁ PASANDO! — me decía a mi misma mientras sacudía mi cabeza para volver a cortarme

Hice algunas cortadas en mis piernas y algunas en mi vientre bajo, quería morir, cuando por fin tenía un momento de felicidad, se iba a la mierda en el segundo que ponía un pie en mi casa, estoy harta de todo...

Me levanté temprano, aún seguía en el piso de mi habitación con una cuchilla al lado y mis piernas con algo de sangre por las cortadas de ayer, me había quedado dormida en el piso de mi pieza, mire mi reloj y eran las 8:30 A. M. tomé mi teléfono y lo desbloquee, entro a whatsapp y tengo dos mensajes nuevos.

Whatsapp

Carina

Cari: oye, no me llamaste anoche para saber como te fue

Las Gordas También Tienen  Sentimientos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora