Date por muerto James

¡¡ES BROMA, NO?!!

-El señor Weasley tiene razón, si estos jóvenes están aquí ahora, es porque probablemente vinieron a evitar muertes innecesarias, ahora si me permiten ¡¡Qué pase el siguiente!!- habló por primera vez el director desde que mini Fred había subido a la tarima.

Apenas mini Fred bajó de la tarima, subió una jovencita que al quitarse la capucha dejo ver a una chica pelirroja muy parecida a cierta azabache de la mesa Griffyndor

PAM!

-¡¡RON!!, despierta- dijo una muy asustada Hermione

-Deja que nosotros nos encarguemos-dijeron a la vez los gemelos, por lo que todos los que estaban cerca de Ron se alejaron.

-AGUAMENTI- gritaron ambos, en seguida un enorme choro de agua cubrió a su hermano menor, haciéndolo reaccionar

-QUÉ DEMONIOS LES PASA??- gritó para sorpresa de todos Hermione, que al darse cuenta que todos la miraban sorprendidos se ruborizó.

-Tranquila, ese par siempre hace lo mismo, después de un tiempo uno se acostumbra, cierto Ginny?

La mencionada asintió.

-Bueno, parece ser que hoy nadie piensa dejarme hablar y estaría muy agradecida si por lo menos trataran de comportarse en lo que me presento, que mala educación-gritó la pelirroja.

-Seguro que es tu nieta mamá-aseguraron todos los Weasleys varones.

-Es obvio que es su nieta tarados, que no vieron el horrendo tono rojizo de su cabello- gritó una Slytherin.

Al momento toda la familia Weasley y un encapuchado se levantaron de sus asientos y apuntaron con su varita a la serpiente.

-Vuelve a hablar a si de ella y desearas no haber abierto la boca.

-Señor Filch, sería tan amable de acompañar a la señorita Parkinson fuera del comedor?- ordenó el profesor Dumbledore.

-Querida hablarnos de ti, muero por conocer a toda mi futura familia- dijo orgullosa Molly

-Gracias abuela, bueno mi nombre es Rose Weasley, mis padres son Ronald y Hermione Weasley...

-¡¡ES BROMA, NO?!!, mi Won Won con esa rata de biblioteca, ja, que buena broma hija-dijo la odiosa de Lavender al tiempo que Hermione salía corriendo del comedor llorando

-Eso te pasa por estúpida, cierto Won Won?- dijo con su chillón voz

-El estúpido soy yo, no se como nunca me di cuenta de esa voz tan chillona que tienes-dijo Ron enfadado

Ron estaba a unos pasos de las puertas del comedor cuando algo, o mejor dicho alguien evitó que saliera en busca de su futura esposa.

-Ronald Weasley -dijo Mc Lagen negando con la cabeza- sabías que esa chica me tiene loco y que haces casarte con ella, OK, eso sonó raro, pero, aún así me las vas a pagar- cuando termino de hablar se lanzó hacia Ron, pero, Dumbledore fue más veloz.

-Petrificus totalus-dijo el director y el chico quedo paralizado- señora Pomfrey, podría llevar al señor Mc Lagen a la enfermería y por favor que no salga de ahí- lo último lo dijo guiñando un ojo a la enfermera, lo que hizo que ella se sonrojara

Una vez el comedor estuvo en calma de nuevo Ron no pudo contenerse más y salió en busca de la chica a quien amaba secretamente.

Él iba caminando cerca de los alrededores del castillo, pero, después de unos minutos se dio por vencido y se sentó en un árbol cerca del lago negro, cuando de pronto escuchó unos sollozos detrás de un arbusto

-Mione?-preguntó deseando que fuera ella

-Largate Ronald, ve a ver si Lavender no te necesita- dijo fríamente

-Estoy aquí porque tú me necesitas, si Lavender me necesita, pues que consiga a otro porque yo ya estoy harto, harto de ella, harto de como te trata y sobretodo harto de ver a Mc Lagen tan cerca tuyo y no poder darle un golpe como lo merece por tan siquiera mirarte

-Qué?- preguntó dejando de llorar

-Te quiero, y fui un estúpido por no darme cuenta antes, se que te cause dolor, el día que te vi llorando con Harry y de pronto cuando tú me viste y me lanzaste a esas aves descubrí cuan mal me ponía verte así, esos días que no podía estar contigo me sentía la peor persona del mundo y aún me siento así y me seguiré sintiendo una basura hasta que no me perdones. Así que Hermione, perdonas a este estúpido que tanto te quiere?

-Claro-y ambos se fundieron en un tierno abrazo, Ron esperaba un beso, pero un abrazo era suficiente por ahora y justo cuando menos lo esperaba ella le dio un corto beso en la mejilla antes de tomarlo de la mano para dirigirse nuevamente al comedor, solo que ahora no iban como mejores amigos, sino algo más.