Capitulo 2.

18.3K 1.2K 39
                                    

—Y, chicos, dígannos todo sobre su relación —dijo la madre de James. Nos volteamos a ver él y yo, no sabíamos que decir. Afortunadamente nos salvó la campana.
—Madre, padre, se nos acabó el tiempo. Nos tenemos que ir —dijo James mientras me sujetaba de la cintura y me intentaba jalar.
—Fue un placer, señor y señora Wright. 
—Lo mismo digo, querida —dijo su padre mientras se despedía educadamente de mí.
—Bueno, esperamos verte en nuestra casa para la cena y así podernos conocer mejor —Dijo Victoria sonriendo mientras me daba un abrazo y un beso en la mejilla. Pensaba en decir que no cuando James me dio un rápido beso en la mejilla y me dijo.
—Paso por ti a las seis, cariño.
El corredor se empezaba a llenar de gente así que era el momento perfecto para huir.
—Perdonen pero se nos hace tarde para inglés — dije tratando de ser sumamente educada como ellos pero creo que soné muy cortante.
—Aceptamos tu disculpa, se pueden retirar —dijeron al unísono, eso en cierto modo fue muy inquietante.
Di media vuelta y comencé a caminar. Estaba cometiendo un gran error, no podía seguir con eso.
Con mis libros en mano me dirigí a el salón de inglés, en el trayecto recordé que estaba con James en esa clase además de química, biología, español, matemáticas y literatura.
Cuando entré al salón la clase ya había comenzado.
—Why are you late? —me dijo la maestra con un tono impaciente. No sabía qué decir, no iba a sonar muy bien "lo siento, estaba lidiando con los padres del chico que me pidió que fingiera ser su novia cuando yo no quiero siquiera involucrarme con él"
—I'm so sorry, teacher. Is my fault, I distracted her for a minute. —Era James que se encontraba detrás mio viendo a la maestra con unos ojos pícaros y seductores. La maestra por obvias razones nos dejó pasar sin siquiera una llamada de atención.
—Amy, necesitamos idear un plan perfecto a cerca de nuestra relación —Me dijo James mientras yo intentaba trabajar.
—Entiende que no hay ni habrá ninguna relación entre nosotros.
—Pero... Amy, por favor. Haré lo que quieras.
—¿Por qué no simplemente eliges otra chica, una que te quiera ayudar?  —dije.
—Porque ya te presenté a mis padres, además habrán besos, mejores que el de hace un rato.
—Con más razón no te quiero ayudar.
—Cualquier chica moriría por una oferta así de mi parte. —dijo alzando una ceja.
—Tal vez, pero yo no soy cualquier chica.
—Waldorf, ¿qué tengo que hacer para que me ayudes? Solo será cuando estemos con mis padres, será menos de un mes antes de que se vuelvan a ir. ¡Por favor!
Básicamente así fue toda la clase, cuando ésta se acabó salí corriendo a  buscar a Emma y a Tyler, mis dos mejores amigos. Emma era rubia con ojos azules, alta y esbelta, la viva imagen de la perfección, ella no era popular pero lo era más que yo, obviamente, ¿cómo no lo iba ser? Era muchísimo más guapa. Tyler, el sí era popular, era uno de los mejores jugadores del equipo; sumamente guapo, con cabello negro, tez bronceada, musculoso, alto y ojos color miel. Él siempre había sido mi amor  platónico pero él jamás se había fijado en mí, me consideraba algo así como su "hermana menor". Cuando los encontré estaban juntos así que corrí a ellos y les dije que había ocurrido algo muy extraño. Les expliqué todo. Emma me dijo que lo hiciera, que le sacara provecho: "no todos los días el chico más sexy de toda la escuela te pide que le ayudes a fingir ser su novia" no paraba de decir. Tyler por el contrario me dijo que no lo hiciera, que aunque no me gustara, me iba a terminar lastimando. Yo ya no sabía qué pensar así que les dije que nos veríamos  en cinco minutos en la cafetería, tenía que ir por mi dinero a mi casillero. Cuando llegue a éste noté que James estaba bloqueándolo.
—Waldorf, no me pienso ir de aquí hasta que aceptes ser mi novia.
—No.
—Entonces jamás me iré de aquí,
—Pues quédate ahí y muérete  de hambre.
—¿No necesitas todo lo que está en tu casillero?
—¡Ay! Muévete —dije mientras intentaba moverlo con todas mis fuerzas pero no funcionó. Él era más fuerte que yo. Comenzó a reír por mi intento fallido de moverlo
—¡Ya! Me rindo, acepto —Esbozó una sonrisa de satisfacción y se movió de mi casillero, en ese momento noté que éramos el centro de atención de todos los presentes. Tomé mi dinero y cuando pretendía alejarme él me tomó de la cintura y me jaló al lado contrario.

¡Hey, tú! Finge ser mi novia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora