¿Las promesas?
No creo en ellas, es simple.
Recuerdo el día en que unimos nuestras manos y dijimos que prometíamos estar juntos por siempre.
Recuerdo cuando te dije que te entregaba mi corazón con la condición de que me prometieras nunca dejarlo caer. Lo prometiste...
¿Algún día una promesa se ha cumplido?
No nunca.
Ya el amor no es igual al de antes.
Fuerte, duradero y completo, así como el de los padres.
Ahora solo es amor de un mes.
Algo de sexo, un poco de cariño y adiós que te vaya bien.
El amor que yo quiero dar no es ese.
Es mucho más.
Es amor para siempre.
Pero ya veo que el siempre, lo rechazan.
Sé que Dios tendrá algo bueno.
Algo que valoré lo que una vez fui y lo que hoy soy.
Prometer es una perdida de tiempo y en eso yo ya no creo. Mejor ahórrala porque si haces una promesa más te seguirás fallando a ti
y que ¿me falles y te falles?
No, esa no era.
YOU ARE READING
El diario de una chica con el corazón roto
Teen FictionCuando pequeña soñaba crecer. Le hablaba al universo en las noches de mis planes, de mi futuro esposo e imaginaba la vida como una burbuja de felicidad...
