Capítulo 2: Mikey's

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—Dejemos de hablar del culo de mi hermana, por favor —pidió un Chase mortificado por la situación—. ¿Podríamos hablar de la fiesta de esta noche mejor?

—Bien, ¿cómo se supone que iré?, ¿crees que mamá dejará que vaya con ustedes? Apenas los puede ver, ¿recuerdan? Ella los odia —comenté, sin poder evitar sentir una pizca de orgullo por mis chicos que se habían ganado el odio de mi desagradable madre.

—Eso es pan comido, Dylan, solo relájate, ¿de acuerdo? —Sawyer, quien estaba en el asiento junto a mí, pasó su brazo encima de mis hombros y me apretó cariñosamente contra él.

Bien, esto era algo habitual entre nosotros; un abrazo fraternal, por así decirlo, al igual que con West, entre amigos. Sin embargo, algo había cambiado dentro de mí, estas extrañas sensaciones que comenzaba a sentir alrededor de estos chicos me estaban preocupando.

¿Qué carajo me habían hecho Katia y Lana en New Orleans?

Se suponía que solo sería un cambio físico, estoy segura de que en mi agenda de verano no existía siquiera escrito:

"Volverme una chica idiota que le gustan los chicos idiotas".

No poder estar alrededor de ellos y actuar normalmente, no estaba en mis planes para nada.

Aunque una parte de mí, bastante, bastante profunda en mi interior, se encontraba consciente de que no sería "Uno los chicos" para siempre. Solo que estaba alargando el momento, hasta posiblemente... se fueran a la universidad, lejos, tal vez.

Le respondí a Sawyer con una sonrisa forzada.

—Sorpréndanme entonces —les dije antes de que las hamburguesas llegaran y le dedicara toda mi atención a mi bebé con extra queso.

Mierda... cómo había extrañado Mikey's.

***

Luego de que Chase y yo dejáramos a los chicos en Mikey's —ya que no queríamos tener que discutir con mamá—, nos dirigimos finalmente a casa. Estaba tratando de evitar el momento a toda costa; a decir verdad, aún no quería tener que ver a mi madre. No quería escucharla en cuanto me viera.

¿Por qué simplemente no viví con papá?

Nuestros padres se divorciaron cuando tenía diez años. Y no los culpo. La verdad no tengo ni una puta idea de cómo se casaron, los dos son realmente diferentes, son como el agua y el aceite. Incluso peor, si eso es posible.

Mi madre es una obsesiva-compulsiva que siempre viste de las mejores marcas y se preocupa por su imagen como si su vida dependiese de ello. En cambio, mi padre, es bastante agradable, liberal y humilde, por eso es que nuestra relación va mucho mejor, además de que está bien con el hecho de que sea amiga de Sawyer y West.

Explíquenme, ¿desde cuándo un padre común acepta que su bebita este todo el tiempo rodeada de chicos?

Mamá fue tan insistente que el juez le dio la custodia de nosotros dos, ya que nuestro hermano mayor Marcus tenía dieciocho en ese entonces. Síp, soy la única genéticamente chica de la familia.

Casi nunca vemos a Marcus. Su trabajo como publicista en una empresa en Seattle, limita nuestros encuentros a ocasiones especiales como Acción de Gracias y Navidad, así que son meses de espera para poder pasar tiempo con el único hermano que siempre ha estado al tanto de mi estado de única chica de la familia.

—¡Oh, querida!

Ugh, aquí viene.

Esa chillona voz me sacó de mis tranquilos pensamientos.

—Mírate, qué hermosa te ves. —Ella se acercó para abrazarme, lastimando mi mejilla con sus grandes aretes de diamantes—. Me encanta la nueva tú.

—Sigo siendo yo, querida madre —le comenté, sonriendo con hipocresía—, la misma y vieja Dylan.

Su sonrisa se fue desvaneciendo de su trabajado rostro hasta que sus labios formaron una dura línea recta. Esa expresión la conocía; estaba intentando no comenzar algo conmigo.

—Estoy jodidamente cansada, así que debería tomar una siesta antes de salir esta noche —anuncié, quitándole mi equipaje a Chase de sus manos.

Mi madre me miró con horror al escuchar la palabra con "J", tanto que Chase y yo no logramos aguantarnos la risa.

Me encantaba hacerla enojar. Era como mi deporte favorito, además del fútbol americano.

—¿Salir esta noche? ¿A dónde se supone que irás? —preguntó, recuperándose de mi ataque pasivo mientras cruzándose de brazos.

—Tendremos una noche de hermanos, madre —Chase se acercó a mí para rodearme los hombros con su brazo—. Solo Dylan y yo, para celebrar su regreso a la ciudad.

Ella nos miró con suspicacia.

—¿Cómo estoy segura de que no estarán con esos tontos que tienen como amigos?

Mis manos se hicieron puños en cuando escuché el ofensivo comentario de mi madre. Por suerte, Chase se percató de esto y me dio un disimulado apretón en el hombro en un intento de calmarme.

—Estaremos en Mikey's toda la noche, puedes simplemente preguntarle a Breenan si estábamos ahí. Sabes que él no te mentiría. Hoy es noche de karaoke.

Me encantaba que mi hermano fuese un experto en mentir, yo necesitaba ese don.

Con tan solo una llamada al amable dueño de Mikey's, Breenan, para decirle que le dijera a mamá que estuvimos todo el rato ahí, él se lo diría sin chistar. No era la primera vez que lo hacíamos mentir por nosotros.

Estaba en el top cinco de nuestras personas favoritas, sin dudas.

—Bueno, no lleguen tarde. Yo estaré jugando Bingo con mis amigas en el Club, así que no sé a qué hora llegaré, ¿de acuerdo? —Entonces, ella simplemente tomó su bolso, se echó una mirada en el espejo y luego se dirigió hacia la puerta—. Bienvenida de vuelta, Dylan.

Le sonreí como despedida y en cuanto desapareció de nuestras vistas, explotamos en risas.

—Eso fue bastante fácil —comentó Chase divertido—. Ahora, prepárate hermanis, esta noche será larga.

Y yo no podía esperar.

She is One of the Boys [Versión borrador] [Disponible En Papel]Where stories live. Discover now