Desendiente Pura...

Capitulo 2. El regalo de Hinata

(POV. Naruto)

-¡¡Qué diablos!!!

-¡¡Naruto!!!, ¡¡eres un completo idiota!!

-¡¡que hiciste Sakura!!

-¿¿No me dijiste que temprano??

-¡¡Diablos... me quede dormido!! y...¿¿Tenias que romper mi puerta??

-¡¡Eso te lo ganaste tu!!, ¡¡Tengo media hora tocando como loca!!

-¡¡Auch!!, ¡¡perdón!! ¡¡ya suéltame!! ¡¡por favor!!

-Levántate y cambiate, ¡¡Rapido!!

-¡¡¡Auch, mi oreja!!!, ya voy...

-¡¡¡Quiero tu sucio trasero allá afuera en menos de cinco minutos, Naruto!!!

-¡¡Ya voy!!

Tal vez cometí un enorme error al pedirle ayuda a Sakura, ahora mi puerta y yo estamos destrozados...

¡¡Diablos!! ¡¿dónde está mi chaqueta?!... ¡¡Noo!! ¡¡quedan dos minutos!!, ¿donde esta?¿donde esta?, aqui esta!!

-Listo Sakura

-En serio eres un idiota... ya vámonos...

-¡Espera!, ¿y mi puerta?

-Ese es tu problema, apurate, Naruto...

-ok... -_-

Lo único que ahorita se me ocurre es ponerla sobrepuesta... ok... así parece que no esta rota!!

-¡Naruto!

-¡Ya voy!

Tuve que correr un poco para alcanzarla, creo que Sakura es muy bipolar...

Pasamos por muchos locales y Sakura me dio muchas ideas, pero nada me gustaba, creo que ninguna iba de acuerdo con la personalidad de Hinata. Sentí que no lograría comprar algo bonito...

-¿Naruto?

-¿Que pasa Sakura?

-Creo que ye te di muchos ejemplos de lo que le puedes regalar a una chica, pero no te decides por nada, y pues... yo tengo que irme ya...

-¿qué?, pero... ¿por qué?

-¿Ya te diste cuenta que hora es?, son las tres de la tarde... y la fiesta empieza a las 6...

-Pero faltan tres horas...

-Lo siento Naruto, pero tengo que arreglarme.

-No crees que tres horas son mucho?

-¿qué te pasa?, sabes acaso cuantas cosas tiene que hacer una mujer para verse bien?

-Pero tu te ves bien asi como estas...

-Si, pero... am...

-ah... ya se... es por Sasuke, verdad?

-¡¡¿Qué?!! No claro que no, es solo que... me quiero ver bien... además, ¡¡no tengo porque darte explicaciones!!

-Ok... no te preocupes, gracias por tu ayuda...

-Lo siento Naruto...

-No te preocupes- dije sonriendo.

-Bueno... adiós

-Adiós, te veo al rato

-Vale

Entonces mi gran ayuda se había ido... seguí caminando un rato, de pronto vi una tienda de antigüedades, lo que había en el mostrador me llamo la atencion asi que decidi revisar para ver si podía encontrar algo perfecto...