Narra Alan
Era un día como cualquier otro, ya había pasado un tiempo después de la muerte de Chris y su hermano, pero los chicos siguen algo abrumados. Jos nos contó todo lo que pasó, con lujo de detalle, Chris era un buen chico, tenía miedo, Como Todos Alguna Vez lo hemos sentido en algún Momento de Nuestras Vidas, es algo inevitable, Como la muerte.
Cody y yo seguimos planeando nuestra boda, la cual, por cierto, está muy cerca, las ideas crecen, como mis nervios. Los chicos están felices por nosotros, pero yo me siento completamente fuera de lugar, no me malinterpreten, estoy muy feliz, pero tengo la extraña sensación de que algo va a salir mal, y lo que menos quiero, es que alguien salga herido.
-Entonces que dices? –peguntó Cody esperando una respuesta de quien sabe que pegunta, yo lo mire algo distraído.
-Me parece perfecto –dije esperando que lo que sea que le dije "si" fuera algo bueno. El rió y anotó algo en una pequeña libreta.
-Perfecto, usarás vestido para la boda –dijo mordiendo su labio para no soltar una gran carcajada, yo lo mire asustado, me niego a ser yo el que use vestido el día de nuestra boda.
-NONONONONONO! –dije con un tono alto pero con algo de diversión.
-Eso creí –dijo riendo –Era broma... que pasa contigo Alan? Porque estás tan distraído? –dijo tomando mi mano, ahí fue donde yo me sentí mal por no ponerle atención a lo que decía, me golpee mentalmente y apreté su mano.
-No tienes de que preocuparte... solo estoy cansado –sonreí de la mejor forma que pude y bese su mejilla –lo mejor será que me vaya a dormir... -me levante de mi lugar dispuesto a irme, pero me detuvo tomando mi brazo, voltee a verlo, al momento de mirarlo sus labios se estamparon contra los míos, su beso era algo nervioso, con temor de no ser correspondido, como si fuera la primera vez que me besaba.
Correspondí su beso con dulzura, mostrándole todos mis sentimientos, tome su mejilla con una mano y con la otra, tome su cadera y lo pegué más a mí. Al separarnos, bese su nariz tiernamente y le susurre al oído.
-Te amo –y me fui sin esperar respuesta.
Al llegar a la habitación solo mire por la ventana que estaba ahí, la Luna estaba hermosa, sonreí, bien dicen que la Luna es la mejor confidente de los enamorados. Cuantas veces le pedí a esa preciosa Luna ayuda para encontrar a la persona que amaría, ahora solo le pido que todo salga bien el día de la boda.
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El tiempo no se detiene en ningún momento.
Los días se pasaron volando, tan solo faltaban unas cuantas horas para nuestra unión matrimonial, yo ya estaba más que listo, conmigo se encontraban Jos y Freddy, aun me parece gracioso ver como estos 2 están mucho más nerviosos que yo. Estábamos ya en camino a la iglesia, donde, supongo, ya estarán esperando algunos, si no es que la mayoría de los invitados.
Al llegar, todos me felicitaban, pero yo solo estaba esperando a un par de personitas, busque entre todas las personas, pero no los veía por ningún lado.
-Que guapo usted señor Navarro –escuche la voz de una de las personitas que estaba esperando, sonreí y voltee a verla, estaba tan hermosa, y el, estaba tan guapo, no recuerdo la última vez que los vi vestidos de esa manera.
-Muchas gracias señorita Karen, está usted muy preciosa, y usted, señor Iván, está muy guapo –sonrieron y nos abrazamos. Al separarnos, Iván fue el primero en hablar.
