Capítulo 23 - ¿Esa es ella?

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— ¡AYUDA! —grité en nada más que volví a tener oportunidad, como si hubiese vuelto a revivir-¡POR FAVOR!

Me senté sobre la cama y poco después me volví a desplomar, al mismo tiempo que una brisa fresca acompañada de un sonido corría por la habitación.

— ¿Lía? —la abuela abrió asustada la puerta—¿Te encuentras bien?

La miré como si jamás en mi vida la hubiese visto y después de comprobar que todo aquello era real-o eso creía-me levanté corriendo de la cama a abrazarla.

—¡Abuelita! —empecé a sollozar mientras ella me acariciaba el pelo para calmarme—Pensé que jamás te iba a volver a ver...

Unos segundos después, una puerta se volvió a abrir y una silueta apareció por detrás de nosotras

—¿Pero qué ha ocurrido? —preguntaba Robert confundido por haberle despertado.

—¡Abuelito! —me despegué de la abuela para abrazar al abuelo, oliendo el tan típico olor familiar a tabaco suyo—¿Todo esto es real, verdad? Decidme que sí, por favor...

 —S-sí, cariño—replicó con un deje de preocupación—¿Por qué no lo iba a ser?

...

Después de haberles explicado con detalle aquel extraño sueño o más bien pesadilla, se quedaron atónitos.

—Bueno...todos hemos tenido algún sueño extraño, Lía—intentó restarle importancia Amanda mientras se sentaba al lado de mí en el borde la cama.

—¡Qué no, abuela! -apreté mis puños —¡Que parecía real, te lo juro!

—Yo no te digo que no...

—Es que parecía aquellos finales...—recordé, dejando la palabra en el aire. Pero fue en vano.

— ¿Alternativos?—intervinó el abuelo, que estaba mirando por la ventana mientras fumaba un cigarrillo —El otro día creo que hicieron un artículo sobre eso en la empresa...Vidas alternativas de los sueños o algo así.

— ¿Y eso qué es? —le preguntó Amanda con cierta intriga en su tono de voz.

—Pues...es como si hubiese pasado algo que cambia tu vida drásticamente hasta el punto de desordenarla por completo, como si vivieses otro tipo de vida a partir de un tiempo "x", como en el sueño de Lía —tragó saliva—Si nosotros nos hubiésemos estrellado con el coche aquel día, aquellas serían las consecuencias más probables.

—Creo que también lo hacen llamar el efecto mariposa...—contesté con instantaneidad, ya que me acordé del nombre de la película. La había visto el año pasado en clase y según el profesor, la moraleja era que escogiésemos con cuidado las decisiones importantes, ya que nos pueden cambiar la vida por completo.

—O tal vez contenga un significado oculto, pero es muy rebuscado—añadió el abuelo mientras apagaba el cigarrillo y cerraba mi ventana.

A continuación, nos quedamos todos en silencio y miré mi reloj de pared, ya que a saber que hora era.

— ¿Son las cinco de la mañana? —pregunté con la boca abierta mientras que los abuelos dirigieron su vista hacia allí.

—Al parecer...—bostezó la abuela, contagiando a Robert —Las citas con tus sueños están un poco a deshora, ¿no?

Los tres nos empezamos a reír por aquella pequeña broma y finalmente nos fuimos a acostar.

—¿Crees que te verás con fuerzas para el entrenamiento? —apagó la abuela mi luz mientras que me dejaba entreabierta la puerta.

Aguas Secretas©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora