Sin salida: El reencuentro.

4:00

Terminé de empacar y me arrojé sobre mi cama, miré hacía afuera y vi como la nieve caía. Miré hacía mi reloj 4:00. Llegarían en mi en cualquier momento, Mayra entró y se acostó sobre mi cama.

— Hola... — Dije.

— Ahora no estoy de animo.

— Hola Haley, ¿Cómo has estado?

— Lo siento, es que todos se irán y yo me quedaré aquí... Sola. — Dijo poniendo cara de perrito castigado.

Me senté a un lado de ella.

— ¿Quieres ir?

— Sí, gracias, iré a empacar.

— Corre, llegarán en cualquier momento.

Ella salió como un rayo, sonreí interiormente y vi la foto que yacía sobre mi peinador, era de todos; Yo estaba sacando la lengua a una lado mío estaba Nate sonriendo de forma coqueta, a un lado de Nate estaba Maya, haciendo cara de pato y abrazando a Jordan, Jordan estaba a un lado de Maya sonriendo y poniendo cara de "serio" (según él), después estaba Kile rodeando con los brazos a Grace y Jordan, por último estaba Grace enseñando el dedo del amor y sacando la lengua.

Sonreí ante tal recuerdo, esa foto no la habíamos tomado una semana antes de entrar a la mansión, desde ese día ya no volvimos a ser los mismos, después de que salimos, algo cambió dentro de nosotros... Después nos graduamos y perdimos todo el contacto, con el único que seguía charlando era con Nate.

Me quité esos pensamientos de mi cabeza y comencé a cepillar mi pelo rojo, estaba muy emocionada, quería ver a todos mis amigos, además quería ver a Nate, además creo que estando juntos recordábamos a Jordan. Maya lo recordaba mucho y mientras Maya estaría cerca de nosotros él jamás moriría.

— ¿Puedo pasar engendro del demonio?

Voltee para ver a Liam en la puerta, Liam había sido mi mejor amigo desde que entré a la universidad, era alto, ojos cafés y cabello obscuro.

— Pasa Chango.

Él me decía engendro del demonio y yo le decía chango, lo sé somos los mejores amigos del mundo.

— ¿Lista para el viaje? — Me preguntó.

— Más que lista, estoy emocionada, ojalá pudieras venir.

— Sabes que mañana iré a mi ciudad natal.

—Lo sé...

Él sólo me sonrió.

Marta entró.

— Haley, ya llegaron por ti.

— Liam, puedes ir por Mayra.

— Claro.

Los dos salimos de la habitación, él subió un piso más y fui hacía la planta baja, estaban todos mis amigos, había cambiado demasiado, todos se estaban sacudiendo la nieve de sus abrigos.

— ¡CHICOS!

— ¡HALEY! — Gritaron todos.

Baje corriendo las escaleras y nos dimos un fuerte y cálido abrazo grupal.

— Los he extrañado.

— Nosotros también. — Dijo Maya, ella tenía sus mismos ojos azules, pero se había pintado las puntas de su pelo por un amarillo.

—Será mejor que nos vayamos. — Dijo Grace.

— Oh... Esperen, bajaré mis maletas... ¿Puede venir una amiga?