Por lo general los que iban constantemente a aquel lugar eran ellos, Potts y Cash, los dueños, chicos y algunas de las chicas que vivían cerca de lugar que había crecido yendo al billar.

Pensó entonces que quizás algo había cambiado, ya que había estado saliendo hacia otros clubes y no había tenido tiempo de regresar al lugar que desde pequeño visitaba. Cuando piso el lugar se dio cuenta de que si había cambiado, y estaba lleno de personas, muchas chicas en poca ropa y por consiguiente hombres y chicos... muchos.

Camino sonriente hasta los hombres que estaba en el lado izquierdo de la barra.

-Hijo...-grito Potts al verlo.

-¿Que paso aquí Potts? esto se ve genial...-comento mirando el lugar.

Mesas nuevas, una pista de baile, piso nuevo, luces, habían arreglado el aire acondicionada que antes era un desastres y la barra de bebidas era increíble en forma de T invertida, el contraste era increíble, por fuera era rustico, pero al entrar todo estaba moderno. Todo estaba cambiado, mas no habían quitado el billar, más bien habían agregado mas mesas y se dio cuenta de que había expandido el local.

-Hablamos con tu madre y ellas nos hablo de renovar el lugar para llamar clientela, es una genio, nos asesoro y nos dijo todo lo que teníamos que hacer y lo hicimos, tenias algunos días sin venir, expandimos y remodelamos, aun falta colgar el letrero, es increíble, se supone abriríamos en unas dos días más, pero necesitamos dinero, tu madre nos hablo de hacer cosas nuevas...

-Eso veo... ¿Qué onda con las chicas en biquini? ¿Son las meseras?-a Potts se le unió Cash.-Cash ¿Cómo vas?-le dio la mano al hombre de cabello cano con rubio.

-Estoy genial...-respondió sonriente entregándole una cerveza.-Disfruta de beberla con libertad ,ahora vuelvo.- asintió y miro a Potts. Justin rio pegándole un trago largo.

-No, las chicas son participantes.- continuo Potts, abrió los ojos el rubio.-tenemos un concurso trescientos dólares al bikini más sexy, hicimos un montón de panfletos y lo regamos por las calles, ¿Quien no quiere trescientos dólares solo por ponerse algo? entonces eso llama a los hombres, tu madre es buena en todas estas cosas.

Minutos después estaba mirando nuevamente el local, le dio un trago largo a su cerveza, estaba emocionado, el lugar nunca se había visto tan lleno y genial, pero iba a extrañar las partidas con los chicos y esos dos viejos.

Iba a despegarse de la barra, cuando aquella mujer llego a su lado.

-Justin...-sus senos casi salían de aquella diminuta blusa dorada, tenia los labios rojos y su cabello rubio bien arreglado, en aquella mini falda azul eléctrico.

-Sofía.-dijo el asintiendo. La mujer le miro y sonrió coqueta, extendió los brazos y lo abrazo pegándole los senos, era hombre claro que le gustaba toda esa mierda. El no correspondió al abrazo, mas le gusto todo el manoseo de ella.

-Te he extrañado Justin... ¿Dónde estás metido chiquillo?-el sonrió y sus ojos se achicaron, el sabia como complacer bien a una mujer como ella.

Sofía Maxwell, treinta y cinco años y divorciada, una mujer que más parecía una muñeca para el placer, y había quedado como loca luego de que la follara por toda una noche, hacia algunos buenos meses. No la había llamado como le prometió, pero no era como esas niñatas que le molestaban, por eso le encantaba esa mujer. Era algo sin ataduras, solo por placer, nada de reclamos ni reproches.

Pidió una cerveza y ella pidió un Martini y se sentaron en la barra a hablar mientras ella le agarraba el pene que ya estaba duro entre los pantalones de tanto que paso sus manos por ahí.

-¿Quieres bailar conmigo?-pregunto en su oído a la vez que le mordía el lobuno. Asintió y cuando comenzaba a caminar hacia la pista a lo lejos vio como Potts sacaba el bate y corría, giro la cabeza y vio a Peter desaliñado y con la camisa abierta, tenía la cara contraída.

-Espérame.-dijo y salió hacia allí.

Cuando llego vio allí a Tarecen con el labio partido. Potts comenzó a amenazar a unos chicos y cuando miro allí estaba el tonto que había estado con ____ hacían algunos días, el universitario.

Pregunto y cuando Peter le explico que había pasado y que aun los demás querían guerra el solo dijo.

-Genial... ¿Dónde?-sonriendo con cinismo, una de las cosas que más le gustaban era pelear, cuando lo hacía rara vez fumaba, aunque por ello fumaba como loco, no lo hacía con frecuencia. Rara vez se le daba la oportunidad de hacerlo, por eso, mayoría de peleas las provocaba.

-A fuera.-dijo uno de los chicos que estaban con el universitario.

Justin salió de allí luego de que Potts le dijera que los machacara, esos viejos sabían que él podía con esos cuatro con uno de sus brazos amarrados, lo había visto pelear desde que tenía nueve años de edad, e iba con su madre, que antes de terminar su carrera, trabajaba allí los fines de semana cuando no estudiaba.

Ellos tres contra los cuatro universitarios, Justin se quito la chaqueta y miro a un lado, allí vio al chico y a una joven de cuerpo perfecto agarrándole el pecho. No tuvo que ver su cara porque sabía que era _____.

Se acerco un poco. Los chicos con él.

-El de la camisa azul es mío.-hablo Peter mientras miraba en rojo.

-Genial, yo quiero el de la camisa negra y al de cabello largo.-comento.

-Ian es mío.- Tarence hablo ido.

-_____, déjame terminar todo esto.-escucho que le decía Ian a ella. Sonrió con burla. No iba a terminar nada bien, eso lo sabía, Tarecen era un buen peleador. Terminaría mal.

-No Ian, esto no esta bien, vámonos a casa.-le rogaba.

-______.-la llamo Justin y ella se giro. Cuando lo vio palideció.

-No, por favor.-se le acerco a él y toco su rostro.-deja esto...

-¿Ahora quieres hablar?-ella miro a otro lado.-Estuve llamándote todos estos días ¿Dónde estabas?-hablo calmado. En sus ojos vio sorpresa y supo que era porque le estaba reclamando con aquella calma que luego sabría traería en una tormenta.

-Justin... hablaremos de eso en otro momento... ahora...

-Seguro, cuando termine con estos hijos de la gran puta, te irás conmigo.-ella no le reprocho y solo le dijo.

-Me iré contigo ahora, esto no vale la pena.- acuno su cara con sus delicadas manos.-Por favor...-le rogo. El sonrió con sorna.

-Bésame.-ella abrió los ojos y miro hacia tras, entonces lo beso, sin importarle nada, solo lo hizo. Cuando se alejo la miro.-Ahora ve allí y espérame, esto será rápido.

-¿Qué?-hablo incrédula.

-Niña, aléjate, quiero ver a mi hombre pelear.- Sofía se acerco y giro la cabeza de Justin, y le planto un beso carnal en sus narices, Justin sintió la lengua de Sofía entrando y se alejo de repente, los besos de esa mujer lo calentaba de mas, lo sabía, por eso se alejo, iba a pelear no podía estar centrado en otra cosa, miro al frente, su vecina, y esta ya no estaba frente a él.


En la oscuridad - Dirty sexUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum