Enséñame a besar ©

001. El día después del caos

001

El día después del caos.

Domingo.

Mal día.

Horrible día.

¡Catastrófico día!

¿Qué puede ser peor que salir con el chico de tus sueños —en realidad, literalmente soñé con él — y que todo salga horrible? Solo tienes una alternativa posible; pasar todo el día en tu cama y convertirlo en un drama. Y créeme, soy una maravilla para eso, puedes preguntarle a cualquiera.

Sé que es muy reina del drama ahogarme en un pozo de autocompasión, pero no tengo ánimos suficientes para salir de mi habitación, porque, en serio, ¿Qué pasó ayer? Estaba por convertirse en una noche realmente perfecta y Jackson se comportaba como todo un caballero. Me fue a dejar a casa y no muchos chicos siguen haciendo esas cosas, ¿Un caballero a los dieciocho? Por favor, eso no ocurre todos los días, sobre todo porque a los dieciocho los chicos no están concentrados en tratar a las chicas como... bueno... personas. Las chicas se convierten en una clase de objeto o premio y la caballerosidad deja de existir en sus hormonales cabezas.

Realmente pensaba que él era un hombre distinto. No es que yo sea una chica muy diferente a las demás, de hecho, soy bastante normal. No tengo gustos ni hobbies raros o muy interesantes tampoco. Mi mejor amiga Jamie es mucho más femenina que yo y debo admitir que me gustaría poder maquillarme como ella, o poder armar un conjunto de ropa tan increíble como los que luce. Me interesa la ropa y el maquillaje, simplemente no soy genial en eso. No me gusta el deporte... ni siquiera tengo mucha resistencia, pero lo intento. Me interesa la escuela, pero tampoco me destaco en mis calificaciones, Nicholas –mi mejor amigo– es mucho más responsable que yo y siempre ha ayudado a Jamie y a mí a estudiar. Como dije, soy una chica bastante... promedio y no me destaco en nada. Básicamente soy muy aburrida.

Entonces... ¿Qué estaba diciendo? Ah, sí, la cita.

Fuimos al cine. De regreso, nos tomamos de la mano y entrelazamos nuestros dedos como en una película. Yo obviamente no estaba preocupada de las manos, estaba preocupada por que íbamos caminando hacia la puerta de mi casa y si pisaba una piedra me iba a caer de bruces contra el suelo por esos estúpidos tacones que Jamie me prestó. Quería verme bien, así que Jamie me prestó su mejor look para mi cita, un vestido de verano color rosa palo y unos tacones no muy altos de color plateado. Todo podría haberse ido al desastre por muchas cosas, pero claro, no fueron los tacones los que causaron la catástrofe.

¡Ah, ya verá Jamie cuando se lo cuente! Ella estaba segura de que él se sobrepasaría, me drogaría, me llevaría a un estacionamiento abandonado y luego... bueno, cosas horribles que afortunadamente no pasaron. A Jamie no le gustaba para nada Jackson, decía que era el típico hombre macho alfa, que se cree mejor que todos.

En fin, obviamente lo que Jamie pensaba no fue lo que pasó ¡Fue mucho peor! — Bueno, no peor, estoy siendo dramática de nuevo y muy irresponsable en mis afirmaciones, lo siento — ¡Es que fui humillada en la puerta de mi casa! ¿Cómo esperan que reaccione? Y que nadie se atreva a decirme que exagero, porque créeme, fue muy humillante.

Así que ahí estábamos, en la gran despedida, en la que en las películas es el momento exacto para que el chico se acerque y te bese antes de entrar a tu casa y bueno... Eso es lo que hizo Jackson ¡Pero fue una desgracia!, ¡Y estuve esperando el maldito beso todo un mes! No paraba de contar los días desde que me había invitado a salir, ¿Y es así como recibo mi primer beso? Disney me ha estafado.

Quiero decir... Jackson es lindo, no es el chico más lindo del planeta, pero sí el más lindo de la escuela, y, aunque no es el tipo que te quita el aire con tan solo mirarlo, tiene esa confianza alrededor de él como si fuera su aura y eso lo hace bastante atractivo. No es solo porque esté obsesionada con el prototipo de chico alto, rubio y de ojos azules, porque ese fue el argumento de Jamie, él es bastante gracioso también... Y cuando tienes su atención, logra hacerte sentir... Importante. Como tiene dieciocho va en último año, así que cualquiera puede imaginarse mi sorpresa cuando me invitó, a mí, una chica de diecisiete, a salir. Jamie entró en pánico de inmediato, a veces su cabeza trabaja mucho más rápido que la mía. Supuestamente un chico de su edad no se fija en una chica de un año menor que él solo porque sí, ¿o no? Supongo que hice algo bien, claro que para Jamie fue como si me hubieran invitado a una secta satánica y estuvieran considerándome el sacrificio. Mi celular no dejó de sonar en toda la noche y tuve que apagarlo. Además, solo por ella tuve cuidado con lo que me daba de tomar y a dónde me llevaba.