Si, el chico era demasiado bueno para ello, pero ¡caramba!, no podía ella dejar eso de lado y pensar en que el solo la quería para satisfacerse, no era por nada más.

Si, le gustaba lo posesivo que era, jamás pensó que algo como eso le gustara, mas ahora descubría que no se conocía muy bien.

Iban pensado en tantas cosas mientras conducía de regreso a casa y sus padres dormían en la parte trasera del auto.

Eso debía detenerse, sería más que clara, en el tiempo que tenia viendo, entre las sombras, a su vecino sabía que si ella le era indiferente y si lo ignoraba el se alejaría ya que no solía ir detrás de nadie, así que había comenzado con eso desde que se había ido días atrás, cuando la llamaba o le enviaba mensajes ella ni siquiera los veía, y los borraba, su fuerza de voluntad a distancia era inquebrantable, mas dudaba que fuera tan fuerte con el cerca, el era una de sus más grandes debilidades, corrección, era su más grande debilidad.

Estaba enamorada de él, de siempre, podía decir que en cierta forma le quería, quería lo poco que sabía de él, lo poco que había descubierto viéndole como una perseguidora, pero él no era de los que se enamoraba, jamás había tenido una novia, jamás le había visto llevar a alguien a su casa y nunca lo había visto mas de unos meses con la misma chica que todo el mundo sabía que solo era su pasatiempo, ella no quería ser eso, no lo seria.

Golpe el volante con coraje, estaba cansada de eso, no podía ser más débil, si, fue bueno mientras perduró, que decía, había sido colosal, pero no podía más.

-¿Pasa algo? Cariño.-escucho la voz de su padre.

-No papa... sigue descansando, es solo que este tráfico es frustrante.-se excuso. Su padre miro por la ventana y si, el tráfico era un infierno, aun no avanzaban de aquel en taponamiento.

-¿Hemos avanzado algo?-pregunto mientras miraba a su hija y a su esposa que yacía dormida a su lado.

-La verdad es que si, este no es el mismo tapón, es otro, el primero lo dejamos hace media hora.-le informo y el hombre soltó una carcajada triste.

-No llegaremos a tiempo para la cena con Dexter.-miro hacia atrás.

-¿Tío Dexter ira hoy a la casa?-asintió mirando por el cristal, en ese momento Jacky abrió los ojos y el sonrió.

-Hola, Dolor...-la mujer sonrió y sus ojos brillaron.

-Hola, Chico malo...

Sus padres comenzaron a susurrase cosas y a juguetear, ella solo miro al frente; luego de aquella vez que vio como Justin perdía un poco del control y que lo viera sin dormir la noche que se reencontró con su padre, no sabía cómo podrían ir las cosas si él iba a su casa a saber de ella y encontraba su padre allí, aunque ella dudaba que él fuera a por ella, no era de eso, seguramente entraría por su balcón a buscar algo del placer perdido en los días de su ausencia.

Miro nueva vez a la parte trasera, sus padres eran la viva imagen de las novelas que leía, chico malo cambiado y enamorado de la chica linda. Dudaba eso le pasara a ella, Justin no era la clase que se dejaba dominar por los sentimientos, caso que había pasado con su padre, había escuchado muchas veces la historia de sus padres contada por ellos, era increíble, como habían luchado por lo que querían, como le habían demostrado a sus padres, sus abuelos, lo mucho que se amaban que no eran caprichos ni una decisión por rebeldía la que tomaban a la hora de irse a vivir juntos y tenerla y seguir luchando hasta graduarse ambos con buenas notas y con muchas ofertas de trabajo.

Luego de años juntos sus abuelos reconocieron lo que tenían sus padres, era algo genuino y ferviente que crecía con los años, ella quería algo así, pero ¿Cuándo llegaría? y lo más importante ¿Quién sería esa persona especial? le encantaba ver como su padres se amaban con aquel fervor y pasión que nunca había visto en nadie más, ni siquiera en esas películas tan bellas que vea en la televisión, ningún libro romántico, ninguna otra historia era tan hermosa como la de sus padres, lo sabía.

Sonrió evocando cierto día de navidad, se encontraba buscando entre las cajones de su madre, esta le había ofrecido algo y pensó se encontraba en alguna de ellos, lo que encontró la dejo atónita. En una bolsa plástica, habían cientos de cartas, todas escritas a mano. Abrió una por mera curiosidad, y allí vio la fecha, no estaba ni nacida, pero estaba en el vientre de su madre cuando esta fue redactada; la cosa más hermosa que había leído jamás estas plasmada allí en letra de su padre para su madre.

No pudo contenerse y leyó algunas, cuando vio que las cosas estaban yendo de lo romántico a lo fogoso y apasionado en aquellas letras que relataban su historia de amor, dejo todo como estaba y cuando giro su madre y su padre estaban allí, la miraron con una sonrisa y ella seco las lagrimas que había escapado de sus ojos traicioneros.

-Se que no debí, pero... esas fueron las líneas más hermosas que alguna vez leí.- había dicho.

Y ese día ellos le contaron, nueva vez, bajo el árbol de navidad con aquella tasas inmensas de chocolate y malvavisco, su historia.


En la oscuridad - Dirty sexWo Geschichten leben. Entdecke jetzt