CAPITULO 1

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Cuando la primera mañana de sus vacaciones de navidad, Lucy queda con sus amigas, tiene un desafortunado encuentro con un chico que se comporta como un capullo.

Lo que ella no se espera es que volverá a encontrarse con él, y mucho menos que tendrá que verle muy a menudo.

¿Pero puede haber algo peor que el chico siga siendo un imbécil y que aun así comience a enamorarse de él?

Hoy es de esos días en los que te levantas con una extraña sensación de que algo va a pasar pero no puedes asegurar si será bueno o malo, así que comenzaba bien mis vacaciones navideñas. Para colmo ya empezaba el día con el pie izquierdo, he quedado con mis amigas a las 11 para pasar la mañana juntas en el centro y ya eran las 10 y estaba aún en pijama, y no es que viviese muy lejos del centro pero tenía que coger el autobús que pasaba cada media hora, aunque también podría ir andando que se tarda casi media hora pero hoy tenía prisa, así que solo me quedaba media hora para prepararme, y todo esto me pasa por mi mal hábito de darle a retrasar a la alarma del móvil. Así que corriendo me duché, me puse unos vaqueros, el primer jersey que pillé y mis converse negras. 

Miré la hora y solo me quedaban 32 minutos para llegar, deprisa cogí mi cazadora, el móvil, las llaves y mi monedero, me miré en el espejo de la entrada que me devolvió la imagen de una chica de ojos color chocolate y de pelo marrón con rizos los cuales estaban más o menos controlados. Después de considerar que tenía un aspecto aceptable salí corriendo de casa hacia la parada de autobuses. Para mi suerte llegué justo a tiempo, me subí y me puse a escuchar música mientras miraba embelesada el paisaje de Londres, que para no variar estaba nublado y tenía toda la pinta de que llovería y encima se me había olvidado el paraguas. 

La verdad es que me gusta mucho este tiempo, aunque haya quien lo considere deprimente, pero hay veces que echo de menos el tiempo de España, aunque ya me lo esperaba, porque antes de venirme hace un par de meses mi madre ya me lo había advertido ya que se había pasado todo el tiempo informándose de la ciudad, aunque yo creo que lo que quería era que no me viniese, porque se pasó casi todo el verano intentando convencerme de quedarme en España para acabar aunque solo fuese bachillerato y venirme cuando tuviese unos años más y fuese más madura si aún lo deseaba, ya que era su única hija de cuatro y la pequeña con solo 17 años.

La verdad es que mi madre se equivocaba en lo de madura, bueno relativamente, porque desde que empecé el instituto me las he apañado sola, a diferencia de mis hermanos que con la edad que tenían seguían dependiendo de mi ella para todo, por lo que no iba a tener problemas en vivir sola y cuidarme, pero claro en el sentido de comportarme como una niña mi madre no se equivocaba, ya que a veces tenía mis momentos tontos, eso sí, por lo general soy tranquila.

Iba tan concentrada mirando las calles que me asusté cuando me sonó el móvil, era un mensaje de Jess.

¿Se puede saber dónde estás? Vamos a pedir ya

Eran las 11.15, esta vez me iban a matar, casi siempre que quedábamos por la mañanas me pasaba lo mismo, al menos siempre que quedábamos relativamente temprano.

En 10 minutos estoy ahí, empezad sin mí

En cuanto me baje del autobús salí corriendo y de nuevo me sonó el móvil, era otro mensaje de Jess.

Siempre te pasa lo mismo dormilona

No me dio tiempo a responder porque de repente choqué contra algo parecido a una roca. Por suerte antes de caer unos brazos me sujetaron.

Your weaknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora