Capítulo 8

677 28 1
                                    

-Lo siento, pero tú tuviste la culpa- Dijo Nicola divertido

-¿Cuándo? ¿En qué momento?

-Ayer... tú ocasionaste que la gran fiesta que tenía se acabara.

-Haces fiesta todos los fines de semana... además... -extendió los brazos - ¡mira como me dejaste!

-Sí, ya vi como te deje... fue con intensión – sonrió.

-Eres un...-Dijo Angie antes de lanzarse sobre él para golpearlo pero Jazmín logro detenerla.

-¡Hey, hey! – Dijo Jazmín - ¡Basta!- Tomo a Angie separándola de Nicola.

-Vamos a casa.

-¡IDIOTA, TE ODIO!

Le gritaba la chica mientras Jazmín la llevaba a su apartamento.

-¡NO DEBISTE NUNCA HABERTE METIDO CONMIGO! – Sonrió – ¡además te ves linda empapada!

-¡CALLATE ESTUPIDO!- Sus amigas se la llevaron al apartamento y trataron de calmarla.

-¿Vieron lo que me hizo?

-Si lo vimos... pero tú te lo buscaste. - dijo Jazmín.

-¿Yo? ¡JA! ¿De qué lado estas amiga?

-De ninguno... porque ambos se comportan como inmaduros, y ¿tú eres una mujer madura, no?

-Sí, pero...

-Bueno si lo eres – la interrumpió – hazlo notar. Y además tú le seguiste el juego. Tu seguiste "vengándote" por las cosas que él te hacía. Si no hubieras seguido, esto no estaría pasando.

Angie la miro como una niña pequeña regañada.

-Y para que vamos a estar con cosas, tú te has vengado peor de lo que él se ha vengado de ti.

La chica rió al recordar las maneras en las que se había vengado de Nicola

-Le pintaste el cabello morado.

-Pero la pintura era lavable... en un par de días se le quitaría.

-¡Igual! Ya tienes veintidós años, eres grande... y él ¿Cuánto tiene?

-Veintitrés – hablo Natalie

-¿Ves? Ya no son niños. Debes parar esto aquí... si no algún día de estos uno de ustedes se enfadara tanto...- suspiro cansada – que ni me puedo llegar a imaginar lo que hagan para vengarse.

Angie solo asentía al escuchar las palabras que le decía su amiga.

-Está bien... tienes razón. Parare esto aquí bien... no mas venganza con él- Se levanto del sofá y fue al baño para secarse y cambiar su ropa húmeda por una seca.

Pasaron los días... dos... tres... hasta los cinco días y Angie no se había vengado de Nicola cosa que a él le comenzaba a extrañar. De cierto modo quería que la morena se vengara. Para tan solo verla y hablar o más bien discutir con ella era extraño para él sentir aquello. Al igual que a ella.

Cada vez que oía alguna puerta abrirse o algunos pasos de alguien caminando en el apartamento de Nicola, se acercaba al balcón y disimuladamente miraba a ver si lograba verlo era una sensación extraña, ambos sabían que se odiaban, y ambos querían verse las caras y escucharse hablar, aunque fuera discutir.

Llego el viernes, día en que Nicola hacia fiesta estaba ansioso, pues pensaba que con la fiesta lograría que Angie se enfadara y lo iría a encarar, preparo todo, ya eran las ocho doce de la noche.

Puso un poco de música suave, era solo para escuchar él, se aproximo al balcón para observar, de pronto se abrió el ventanal del balcón de Angie, seguida por ella con algo de ropa en las manos.

Se miraron sin decir nada, para luego fulminarse con la mirada.

Angie siguió haciendo sus cosas. Siguió tendiendo su ropa y lavando la que estaba sucia, Nicola la observaba disimulado.

-Así que... no te vengaste de la otra vez.

Ella no respondía.

-¿Se te acabaron las ideas?

Seguía sin prestarle atención a Nicola. Él rió.

-Ya entiendo – comento – me estás haciendo la "ley del hielo", ¿verdad?

Angie dirigió la mirada a él y rompió el silencio.

-No idiota, no es la "ley del hielo". Simplemente no quiero seguir con esto de la venganza. Soy una mujer madura, ¿Ok? Así que prefiero no prestarte atención y evitarte todo lo posible.

Termino de hablar y se entro a su apartamento, Nicola solo la observo y pensó en lo linda que se veía cuando discutía y en lo amargada e insoportable que era, hecho un pequeño vistazo a su alrededor, para después entrar a su apartamento, comenzaron a llegar las primeras personas a la fiesta, y en cosa de minutos ya estaba todo lleno. Le subió todo el volumen a la música. La fiesta ya había comenzado.

Pasaron las horas y Nicola bebía y bebía alcohol con los chicos, ya tirado en el sofá y riendo quien sabe porque motivo una chica de estatura alta, con el cabello largo cayendo por los hombros que traía un vestido rojo pasión, se acerco a Nicola.

Llego frente a él y le sonrió coqueta.

-Que tal Nicola– dijo sonriente.

El chico levanto la mirada y al verla sonrió también.

-Gran fiesta la que diste hoy – siguió hablando la chica.

-Que tal Selena – saludo Nicola – si... ¿Te estás divirtiendo?

-Bastante – seguía sonriendo – veo que tu igual.

-Como siempre – rió.

Se quedaron por un largo tiempo juntos conversando.

Nicola y Selena habían salido por unos meses, pero ella quería algo más serio con él, lo cual Nicola no quería. Él sabía que si llegaba a tener algo serio con Selena podría hacerla sufrir. Ya que él no estaba enamorado de la chica, y como era un tanto mujeriego no se quedaría con una sola.

Conversaron por horas, bailaron y bebieron juntos una y otra vez Selena coqueteaba a Nicola intentando que él cayera en su juego. Pero aunque el chico hubiera ingerido alcohol, no sería capaz de volver a caer.

Quizá para la noche, pero nada más.


"Everything Has Changed"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora