Capítulo: 11

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Triunfantes palabras las de la sábana de Susi, me sentía feliz. Más feliz que cuando salí de la cárcel.
Caminé un poco. El aire fresco chocaba con mi cara, lo cual hacía que me agradara mucho.
-Es muy linda la naturaleza- dijo una joven mirándome- me encanta.
-De vez en cuando es agradable- dije sin darle importancia.
Ella solo rió carismática y se sonrojó.
-De hecho, soy Marcela, Marcela Miss.
-Ariana, Ariana Godoy.
-Un gusto Ariana- dijo roja- tu apellido me gusta mucho, el mio no, porque significa señorita en E.E.U.U.
-¿Marcela Señorita?- dije con asco- Suena horrible. Te aconsejo que te lo cambies antes de sufrir molestias como estas.
Ella rió y su cara cambió a molestia.
-No seas mala- dijo llorando- es importante llevar el apellido de tu padre.
¿Mi padre? Mi madre...la gente que me abandonó descaradamente y cruelmente.
-Quizá para mi no.
-¿Por qué?- dijo acariciando mi cabello lentamente- cuentame. Soy tu amiga después de todo.
¿Mi amiga?¿Desde cuando es mi amiga, que no lo recuerdo?
-No debería- dije llorando.
En realidad, mi mente me lo pedía. Necesitaba desahogar mi alma de un modo a otro. Lo necesito. Urgente.
-Puedes confiar en mí- dijo la pelirroja, la cual era muy guapa. Sus ojos eran color miel claros y sus pestañas eran tan largas que le lucían hermosamente- soy toda oídos para ti. Te vez muy mal. Tú necesitas botar cosas atrapadas en tu corazón.
-Bueno- dije limpiando mi mejilla- cuando era pequeña, mis padres decidieron adoptar a un niño o niña que me acompañara en mis juegos, una hermana.
Paré para exhalar e inhalar. Esto me estaba poniendo tensa.
-y lo consiguieron-agregué- pero a mi me dejaron sola- me miró confusa. Y tenía razón. Si le decía que fui a un manicomio no me hablaría más y no sería más mi amiga. Y lo que más quiero es tener una amiga-me abandonaron en el campo. Una familia me encontró y me llevó a un orfanato- mentí.
-¡Qué mal!- chilló Marcela abrasado mi estómago.
-Lo sé.
-toma, te dejo mi número de celular- dijo pasandome un papel blanco con números- para que me llames más tarde.
-¡Marcela!- gritó una señora muy familiar- ¿Qué haces con ella?
-Es mi nueva amiga, mamá.
-¡No!- gritó furiosa-¡ella estuvo en el manicomio porque está loca!
-¿De qué hablas?
-¿Señora always?¿es usted?
-¡claro!- dijo ella- ¡y no te acerques a mi hija!
-No me contaste eso- dijo Marcela llorando- eres la peor...
Después de eso ambas se fueron. Dejandome sola. Como todos.

La HuérfanaNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ