Callejón Diagon

4.2K 226 66
                                    

*Narra Lily*

Desperté con mucha energía y enseguida me fui a dar una ducha. Luego me vestí con una polera blanca, jeans medianamente ajustados y mis zapatillas favoritas. Me hice una cola de caballo muy alta, me miré en el espejo, pensé en lo que podría ocurrir hoy, en que por fin vería a mis amigas, por fin vería a los Merodeadores... por fin vería a Potter.

Aunque peleábamos muy seguido con Potter, no puedo dejar de admitir que me hacía sentir bien cuando más lo necesitaba, y que ese pelo azabache desordenado, con sus ojos castaños, su sonrisa totalmente seductora y su cuerpo tan bien moldeado me alborotaban las hormonas, pero claramente, yo no lo hacía notar como algunas chicas que están babosas por él.

De repente, un sonido me saco de mis pensamientos, abrí la puerta del baño con miedo.

-¿Quién anda hay?

-Lily, solo soy yo.

-Mamá, casi me matas del susto.

-Lo siento, solo venía a despedirme-dijo con preocupación- quiero que te cuides ¿Si?, mándame cartas contándome como estas...

-Mamá- dije, dándole un beso en la mejilla- no te preocupes, estaré bien.

-Lo sé, lo sé, pero soy tu madre y te extrañare mucho.

-Y yo a ti, mamá.

Entonces sonó la puerta ¿Quién estaría llamando a la puerta a esta hora?

-Yo voy Mamá- dije dándole un fuerte abrazo- adiós.

-Adiós hija.

Baje a ver quién era.

-¡Lily! Que gusto verte, no sabes lo mucho que te extrañe.

-¡Alice! ¿Pero qué haces aquí? ¿Acaso, no nos íbamos a juntar en el Callejón Diagon?

-Lo sé, lo sé, pero no me aguante, así que vine a buscarte.

-¿Tanto me extrañaste?- dije dándole un abrazo.

-Claro que sí, pelirroja- me respondió sin dejar de abrazarme.

-Voy a buscar mis cosas y nos vamos ¿Vale?

-Vale.

Cuando salimos de mi casa, comenzamos a hablar, reír, incluso hasta a gritar, estábamos muy emocionadas por estar juntas de nuevo. Estábamos entrando en el Callejón Diagon, cuando me pregunta:

-¿Vas a ir a la casa de James?

-Emmm... si ¿Y tú?

-¿Yo?, pues obvio que voy, Marlene también va.

-Me alegra que no me dejen sola con Potter.

-De todas formas, te encantaría estar con él a solas- dijo con la mirada picara que siempre usaba cuando hablábamos de él.

-Claro que no- dije con asco.

-Si claro, y Marlene no siente nada por Sirius- dijo con sarcasmo.

Justo en ese momento se escuchó un grito de asco.

-¡A mí no me gusta ese idiota!

Nos dimos vuelta, era nada más, ni nada menos que Marlene.

-¡No mientas, Marlene!

-¡Tu No mientas!

-¡Chicas! No griten, no quedamos a juntarnos para estar peleando.

-Sí Lily- dijeron ambas, al mismo tiempo, agachando la cabeza.

-Muy bien- dije con entusiasmo- ¿Por qué no compramos algo para comer? Me muero de hambre.

Y así, partimos a comprarnos algo para comer. Después nos dirigimos a la tienda de helados, donde estuvimos conversando un buen rato. Finalmente fuimos a comprar las túnicas de gala.

-Hemos terminado justo a tiempo- dijo Marlene mirando su reloj- ya son las 19:00 horas, los chicos deben venir en camino.

*Narra James*

-Mamá, voy a buscar a las chicas.

-Ya, pero no demores, la cena está casi lista.

Antes de salir, miré la mesa. Estaba espectacular, espero que a Lily le guste.

-Ya vámonos Cornamenta, se nos hace tarde.

-Ya, cálmate.

Íbamos caminando, en el Callejón Diagon, cuando de repente me paré en seco.

-¿Qué pasa Cornamenta?

-Es que yo...-dije nervioso- es que se me olvido donde estarán esperándonos las chicas.

-¿¡Qué!? ¡Eres un ciervo retrasado! ¿Cómo se te olvida eso?-Empezó a gritar Sirius.

-No grites, cálmate...

-¿¡Qué me calme!? ¿¡Como rayos quiere quieres que no te grite!? ¡Eres un Ciervo retrasado!

-¡No me insultes, perro pulgoso!

Nuestros gritos eran tan fuertes, que un grupo de personas armó un círculo alrededor de nosotros para ver que estaba pasando. Entonces, entre la multitud, vi a una muchacha que se acercaba con el ceño fruncido.

*Narra Lily*

-Los chicos están demorando- dijo Alice.

-Son los Merodeadores, ¿Qué esperabas?- dijo Marlene en tono de broma.

-Lo sé, pero me está dando hambre.

-Tú siempre tienes hambre.

-Cállate- dijo Alice, luego dirigió su mirada a mí- ¿Y a ti qué te pasa?

-¿A mí? Nada, ¿Por qué lo dices?

-Estás muy callada, eso es raro en ti.

-Solo estaba pensando.

-Pero si parecía que estuvieras en la luna- dijo Marlene.

-No estaba en la luna Marlene, estaba en Potter-Landia.

-¿¡Qué!? Claro que no.

Antes que Alice pudiera responder, un fuerte grito interrumpió nuestra conversación. Esa voz se me hacía familiar. Me paré para ver qué pasaba, había gente formando un círculo, cada vez se escuchaba más fuerte, hasta que por fin reconocí quienes eran los que estaban provocando todo ese alboroto. Me acerque donde estaban los dos discutiendo. Cuando notaron que estaba ahí, quedaron paralizados, como si supieran lo que iba a decir.

-¿Pero qué rayos está pasando aquí?

-Lily...-dijo Potter, bajando el volumen de su voz.

-¿Cómo se les ocurre hacer este escándalo en medio Callejón Diagon?- les dije, poniéndome las manos en la cintura.

-Fue la culpa de James- dijo Sirius, apuntándolo como si ambos fueran dos niños pequeños.

-No me interesa saber quién empezó, por amor a Merlín, lo que yo quiero es que dejen de hacer escándalo.

-Lo sentimos, no fue nuestra intención- dijeron al mismo tiempo, con caras de arrepentidos.

-Así está mejor- dije acercándome un poco a ellos- vayan a buscar nuestras cosas- apuntando a la tienda de túnicas, pero ni las cosas, ni las chicas estaban hay.

Las chicas estaban juntó a la muchedumbre, para ver mejor lo que había pasado.

-No te preocupes, ya las tenemos nosotras.

Potter y Sirius tomaron las maletas, para por fin, dirigirnos a la casa de los Potter.

Entiende que te amo (Lily y James)Where stories live. Discover now