Lo siento tanto...

1.8K 73 0
                                    


Carlos:

No puedo contarle a Paula que la engaño con Stefany. Mejor me lo guardaré y ya se lo contaré en algún momento.

Paula:

Me desperté por una leve melodía. Mi despertador. Era domingo y no quería hacer nada. Puse la alarma otra vez para dentro de dos horas. Tenía muchísimo sueño. Me aferré a la almohada e intenté conciliar otra vez el sueño. Pero el sonido de un nuevo mensaje me volvió a despertar.

Cogí el teléfono.

Stefany: ¿Carlos aún no te ha contado lo bien que nos lo pasamos en mi cama cuando no está contigo? Sabes, al final me das pena y todo.

Stefany:

Tenía que conseguir que de alguna forma Paula acabara en la mismísima ruina. Pagará por haber hecho que me alejara de Raúl hace mucho tiempo.

Paula:

¿Otra vez engañada? Es muy penoso la verdad. Que te engañen dos chicos y con la misma chica los dos. No volveré a caer en lo mismo. No otra vez.

Cogí de nuevo el móvil y llamé a Carlos.

-Dime amor, ¿Ocurre algo?- Dijo él tan tranquilo.

-Eres un maldito cabrón! ¿Hasta cuando ibas a seguir ocultando que me engañas con Stefany? No quiero saber nada más sobre ti.

-Puedo explicarlo...

-No, no puedes. Que disfrutes con Stefany.

-Amor... Lo siento tanto... Yo te quiero!

-¿Y me lo tengo que creer?- Dije llorando.- Si de verdad me quisieras no me hubieras engañado con ella. No quiero verte nunca más.

Y colgué. Apagué el móvil y lo encerré en el cajón de la mesita de noche. Cogí mi almohada y me empecé a llorar.

¿Porqué me pasaba esto a mí? ¿Que tengo yo, que he hecho para ser engañada dos veces?

Me sequé las lágrimas. No. Nunca más. No voy a permitir que esto pase otra vez.

Carlos:

Mierda. La había cagado. ¿Porqué he sido tan gilipollas de engañarla? Era tan dulce. Y la engañé con Stefany. La había perdido. Para siempre.

Salí de casa y fui directo al parque. Me dirigí al muro donde siempre que quería desahogarme, lo golpeaba. Empecé a golpearlo como loco mientras lloraba, lamentándome por lo que había hecho. Mis nudillos empezaron a sangrar. Mis lágrimas caían directamente en las heridas produciendo un enorme dolor. Gritaba a todo pulmón, mientras golpeaba el muro cada vez más y más fuerte.

Estaba destrozándome las manos. Escuché pequeños pasos por detrás de mi. Me giré y allí estaba ella. Me vió llorando y con las manos ensangrentadas, al igual que el muro blanco.

Mis ojos se encontraron con los de ella. Y se fué corriendo. Fui un verdadero estúpido.

Paula:

Salí de mi casa para pasear y olvidarme de todo. Pasé cerca de un parque. Gritos y gemidos de dolor salian de él. Me acerqué y ahí estaba él. Llorando con las manos llenas de sangre. Nos miramos fijamente, y salí corriendo de allí.

Me destrozó un poco más verlo así. Pero no volvería a enamorarme de nadie. Nunca más.

Empecé a salir todos los fines de semana y volvía completamente borracha a mi casa a las 5-6 de la madrugada. Empecé a beber todos los viernes y sábados. Empecé a ir entre semana también. El alcohol no podía arreglar el dolor que sentía, pero conseguía que me olvidara de él.

Empecé a meterme en problemas, dejé la universidad. Casi todos los días me peleaba con alguien en el bar. Volvía a casa con varios moratones y muchas copas encima.

No quería seguir viviendo la verdad. Me importaba ya todo una mierda. Y a nadie le importaba yo. Mi padrastro desapareció de mi vida cuando mi madré murió. Carlos se fué. Toni se fué. Mi madre, la única persona que he querido tanto en mi vida, la asesinaron. No he descubierto quién fue, quién fue el hijo de puta que la mató. Que mató a la única persona que tanto quería.

Cuando llegaba al bar, el barman ya me conocía lo bastante y siempre me acompañaba a mi casa después de toda la noche alli metida bebiendo y hablando con él. Llegaba y ya tenía la copa encima de la barra, esperándome a que yo llegara.

De Carlos no volví a saber nada. De Toni igual. Creo que sigue con su novia. Pero la verdad, me importa una mierda.

Ya no quería a nadie. Igual que nadie me quería a mí. Era muy difícil ganarse mi confianza. Después de todo.

No quería seguir con toda esta mierda. Sabía que el alcohol no arreglaría nada, pero me hacía sentirme demasiado bien. Me metí también en las drogas. Casi todos los días fumaba marihuana o me metía una ralla de cocaína.

Pedía perdón a mi madre por haberme convertido en lo que soy ahora. Quería irme y reunirme con mi madre. Me había convertido en una mierda de persona. Ojalá pudiera reunirme con ella. Y no volver a aquí nunca jamás.

Buenas, nuevo capítulo después de un mes y pico sin subir. Enserio, lo siento muchísimo. No tenía inspiración:(
Nos vemos en el próximo capítulo, y os prometo que no tardareis tanto en verlo como este. Buenas noches, un beso, Patri:)

Virgen a los 19Where stories live. Discover now