In The End «Camren»

I. Coincidencias del destino

Mis padres organizaron una fiesta por mi cumpleaños dieciocho, así que decidí que cuando estuviera por terminar y antes de que Camila se fuera, les contaría respecto a nuestra relación. Camila había insistido en invitar a sus padres para aprovechar la oportunidad y que los padres de ambas se enteraran al mismo tiempo.

Íbamos en el coche de su padre, su madre platicaba alegremente con su esposo, y su hermana, Sofía, iba entre nosotras platicándome sobre su película favorita. De vez en cuando, miraba dulcemente a esos ojos que día a día se robaban mis suspiros lo más discreta posible, quería esperar al momento indicado.

Al llegar a mi casa, abracé a mis padres y les agradecí que organizaran algo para mí. Pasé toda la tarde junto a mi novia y mis amigos, pasándola bien con las actividades que se habían planeado, entre ellas jugando juegos de mesa, de cartas y para finalizar vimos una película que me gustaba mucho, Pitch Perfect.

Eran las nueve de la noche y sólo quedaban mis padres, mis hermanos, mi abuelo y la familia de Camila.

—Gracias por invitarnos, Clara. Nos alegra mucho que nuestra hija tenga una gran amistad con Lauren. — dijo Sinuhe, la mamá de Camila, recargando su codo en la mesa para colocar su cabeza en su mano.

—No es ninguna molestia, al contrario. Camila es una chica adorable y parte importante de la vida de Lauren. A ustedes les agradecemos por ello, por haber criado a una buena niña que ha ayudado a que nuestra hija crezca con buenas influencias.

—Mamá, papá. Necesito- necesitamos decirles algo.— interrumpí, sabiendo que si no reunía la valentía necesaria en este momento, después me sería más difícil. Las dos nos levantamos de la mesa, con nuestras manos entrelazadas, respirando pesadamente y comenzando a transpirar.

—Lauren, ¿está todo bien?— dijo Mike, mi padre, comenzando a preocuparse. Desconocía que en ese momento su mente había divagado pensando en que probablemente alguna de las dos estaba embarazada.

—Todo está excelente. Es sólo que...  Camila y yo estamos enamoradas.

—Ow.— dijo Alejandro, sonriendo enternecido—Mi bebé está creciendo. Díganme, chicas, ¿quiénes son los afortunados? — los demás nos veían sonriendo.

—Papá, Lauren se refiere a que... estamos enamoradas la una... de... la otra. Y no sólo eso. Hemos sido novias desde hace un año. Lauren quería presentarme formalmente a sus padres en su fiesta como... su novia y yo... a ustedes también.

Cada palabra que iba saliendo de sus labios iba empeorando los rostros de nuestros padres y hacía brotar lágrimas de los ojos de nuestras madres. Mis hermanos estaban en la sala con Sofía, pero escucharon cada palabra y me miraban de una forma neutral. Mi abuelo es el único que seguía sonriendo, pero no entendía por qué.

—Lauren, sube con Camila a tu habitación y no bajen hasta que se los ordene.— murmuró mi madre sin voltearnos a ver.

Ambas subimos muy nerviosas y a paso lento sin decir ni una palabra. Nos detuvimos en el pasillo, mirándonos fijamente, dándonos una sonrisa ladeada, temiendo por lo peor. Apenas iba a abrir la puerta de mi cuarto cuando mi padre nos llamó de nuevo. Bajamos lentamente sin soltarnos de la mano, sin esperar que lo que temíamos era mejor que lo que estaba a punto de pasar.

—Lauren, despídete de Camila allá afuera, en un minuto se va con sus padres.

Salí con ella frunciendo el ceño y sin entender nada cerré la puerta tras nosotras.